Un estudio reciente que analiza datos de cientos de países alrededor del mundo ha revelado preocupantes predicciones sobre el impacto del cambio climático en las zonas costeras. Según esta investigación, existen tres regiones en Chile que podrían quedar completamente sumergidas bajo el agua para el año 2100, con una posible inundación que se produciría en solo 50 años. Este impactante pronóstico resalta la creciente amenaza que el cambio climático representa para nuestras costas y mares.
El estudio, titulado «Niveles extremos del mar en diferentes niveles de calentamiento global«, fue publicado en la prestigiosa revista Nature en su edición especial sobre cambio climático en agosto de 2021. En él, los autores se centraron en el aumento de los niveles extremos del mar (ESL en inglés, NEM en español) causados por las marejadas ciclónicas, las mareas y las olas. Estos fenómenos, exacerbados por el calentamiento global, amenazan con incrementar el nivel medio global del mar.
Los resultados del estudio muestran que, para el año 2100, con un calentamiento de 1.5 °C, un 50% de los más de 7.000 lugares estudiados experimentarán anualmente eventos que actualmente se consideran extremos. Este aumento de frecuencia se observa especialmente en regiones del hemisferio sur y subtropicales.
Las áreas que más destacan por su vulnerabilidad son las costas o playas de las regiones de Atacama, Coquimbo y Valparaíso en Chile, que serían las más perjudicadas por el aumento de frecuencia de NEM. Según las proyecciones del estudio, estas regiones chilenas podrían estar inundadas en solo 50 años, es decir, para el 2071.
Estos hallazgos evidencian la necesidad urgente de abordar el calentamiento global y sus impactos en nuestras costas. Las inundaciones costeras no solo representan una amenaza para la vida y la propiedad, sino también para los ecosistemas marinos y costeros, que juegan un papel crucial en la salud y bienestar de nuestro planeta.
Curiosamente, no todas las zonas costeras del mundo corren el mismo riesgo. Según el estudio, algunas regiones, como las costas de Alaska en Estados Unidos y el norte de Europa, muestran una menor sensibilidad a los cambios proyectados en los niveles extremos del mar. Esto se debe a su geografía y a la variabilidad natural que ya caracteriza sus condiciones oceánicas y costeras, lo que les confiere cierta resistencia a los cambios inducidos por el clima global.
Del mismo modo, algunas áreas expuestas a ciclones tropicales podrían no experimentar un aumento significativo en la frecuencia de eventos extremos de mar, incluso bajo escenarios de calentamiento global elevado. Estos hallazgos subrayan la complejidad del cambio climático y la variedad de impactos que puede tener en diferentes partes del mundo.
En última instancia, este estudio proporciona una valiosa visión de las amenazas que el cambio climático plantea para nuestras costas y mares. Destaca la importancia de la acción climática y la necesidad de implementar medidas para mitigar los efectos del calentamiento global. Sin embargo, también resalta la necesidad de adaptarnos a las inevitables realidades del cambio climático y prepararnos para las inundaciones costeras que podrían llegar más pronto de lo que pensamos.
En resumen, el cambio climático es una amenaza real y presente para nuestras costas y mares. Las regiones de Atacama, Coquimbo y Valparaíso en Chile podrían estar entre las primeras en sentir estos impactos, con posibles inundaciones en solo 50 años. Sin embargo, también hay lugares, como Alaska y el norte de Europa, que podrían ser menos afectados. Independientemente de dónde vivamos, debemos tomar medidas para abordar el calentamiento global y prepararnos para sus impactos.