Atlántico Sur

La pesca ilegal perjudica la economía nacional. Además, involucra otras problemáticas, como esclavitud, narcotráfico y crímenes a bordo. Las modificaciones a la legislación vigente, los riesgos de ser una colonia marítima y la amenaza del Brexit.

Por Andrés Cottini

Arte: Marianela Luque

La mar estaba serena, pero una flota de pesqueros arribó a la milla 201. Son más de 500 barcos con banderas chinas, taiwanesas, coreanas y españolas. Dentro de los buques: tabaco, frío y tiranía. Afuera, se espera la noche en la inmensidad del mar. La noche cae y de la oscuridad oceánica emerge una ciudad marina que succiona como aspiradora 950 mil toneladas de pescados y calamares al año. En su mayoría, calamar, lo que se traduce en 2,6 mil millones de dólares, un 140 por ciento más de lo que Argentina exportó durante 2019 en todo el rubro pesquero.

La flota opera con total clandestinidad, emplea en muchos casos mano de obra esclava, no respetan los tiempos de veda, realizan trasbordos en alta mar para ahorrar costos y ocultar la pesca, poseen subsidio al gasoil de sus países de bandera y tienen libre comercio en su territorio. El producto, que sale de este modo de producción, impone los precios internacionales en los mercados a los que ingresa Argentina.

Alta Mar

Con el nuevo mapa de la República Argentina, se incorporó una gran cantidad de millas a la plataforma continental. Hasta una distancia de 200 millas, Argentina ejerce derechos de soberanía para los fines de la exploración y explotación, conservación y administración de los recursos naturales, tanto vivos como no vivos. Luego de la milla 200, comienza alta mar y, según la Convención de las Naciones Unidas sobre el Mar, “ningún Estado podrá pretender legítimamente someter cualquier parte de la alta mar a su soberanía”. Si bien muchos discuten el derecho argentino de los recursos migratorios, lo cierto es que la flota persigue al calamar y cuando este ingresa a territorio argentino, detrás vienen los buques y ahí se produce el saqueo.

“No solamente operan de forma ilegal sino que no podemos pescar por lo peligroso que sería hacerlo entre semejante cantidad de barcos”. Las palabras nerviosas del capitán Alberto Mendoza denuncian un episodio que se repite con frecuencia entre diciembre y junio. Al poco tiempo de difundido este video, tres barcos fueron capturados. “En el año 2000, la flota extranjera se estimaba entre 100 y 200 barcos, hoy suma más de 500”, explicó Milko Schvartzman, especialista en conservación marina que sigue de cerca la flota china. A pesar de que la temporada de pesca autorizada comienza en febrero, desde diciembre, la flota pesquera ya está en el Atlántico Sur perjudicando peligrosamente no solo la reproducción del calamar Illex (único en el mundo), sino también la de muchas otras especies, ya que, junto al plancton, el calamar es el eslabón principal de la cadena alimentaria del Atlántico Sur.

Pero no se preocupe

“La situación es dramática y es muy probable que empeore”, explica César Lerena, experto en Atlántico Sur y Pesca. “A partir del Brexit entre el Reino Unido y Europa, es muy probable que el Reino Unido conserve para sí las capturas en sus mares y, por lo tanto, los buques españoles que están en esas aguas tendrán otro destino. El pronóstico es que todos esos buques se sumarían a los que ya están pescando con permiso británico en Malvinas o sin permiso sobre los recursos migratorios del Atlántico Sur”. Claro, porque la pesca ilegal es también un problema geopolítico de larga data.

La ocupación británica en Malvinas tiene un fuerte antecedente en la pesca ilegal. Allá por 1820, Provincias Unidas declaró una normativa para prohibir la pesca extranjera por la caza indiscriminada de focas y ballenas en Malvinas y para beneficiar la producción propia. Luis Vernet, quien estaba encargado de desarrollar una colonia en las islas, capturó tres buques norteamericanos. Como consecuencia, en 1831, el capitán de la armada de Estados Unidos, con la fragata Lexington, atacó el Puerto Soledad de las Islas Malvinas reduciendo y saqueando toda la colonia. El golpe fue devastador y unos años más tarde, en 1833, como quien unta manteca tibia en una tostada, Inglaterra ocupó las islas. “Desde la guerra de Malvinas y a partir de una serie de acuerdos que firma con argentina, los británicos entregan licencia en Malvinas y eso significa, todos los años, una extracción de unas 250 mil toneladas de pescados y calamares. En términos concretos, los 40 años de ocupación han significado unos 28 mil millones de dólares desde 1976 al 2020”. Qué caro sale tener colonias inglesas.

El Potosí submarino

La pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR) no sólo tiene consecuencias ambientales y económicas, sino que se vincula al narcotráfico, la trata de personas, el trabajo semi esclavo y los crímenes a bordo. Según una investigación de Océanos Sanos, “desde 2013, se registra la descarga de un tripulante muerto por mes” en el puerto de Montevideo proveniente de embarcaciones orientales sospechadas de INDNR. En ese informe, se describe la situación de 24 tripulantes africanos que fueron alimentados durante seis meses a base de arroz con sal y cuya provisión de agua potable fue casi mínima. Algunos de ellos, que se escaparon cuando el barco se detuvo en el puerto de Montevideo, tenían marcas de golpes y de grilletes. Comúnmente, las tripulaciones de los barcos chinos son de África, Filipinas o Indonesia. No vaya a ser cosa.

Pero espere

Los números son cansadores. Los datos, desesperanzadores. Sin embargo, cuando en junio de este año salió a la luz el video del Capitán Mendoza en el que denunciaba la pesca de 90 barcos en la Zona Económica Exclusiva de Argentina (ZEEA), rápidamente se logró capturar tres buques. Un record. Más aún, con la desidia de la era macrista. El tema está en que mientras se escoltaba a los buques al puerto, la zona en cuestión quedó completamente desprotegida. Finalmente, los barcos capturados pagaron una multa irrisoria y volvieron a la pesca. Gracias a esto, el 16 de septiembre de este año se aprobó una modificación en la Ley 24.922, que giró en torno de tres ejes fundamentales: aumentar montos y multas a la pesca ilegal utilizando el valor del gasoil como parámetro, que los gastos de la captura deben ser cubiertos al 100 por ciento y el total de los recursos serán decomisados o el buque capturado deberá pagar el importe equivalente.

Al tomar la palabra antes de la votación en el Senado, Jorge Taiana expresó: “esta ley es parte de una visión más amplia, una visión que busca recuperar la mirada hacia el Atlántico como una zona de desarrollo de Argentina y sobre todo el Atlántico Sur, las islas Malvinas, sus espacios marítimos circundantes y la proyección Antártida de la Argentina como un sector y una orientación fundamental del desarrollo”. ¡Al fin! Aire puro. Ese que inspiraba Ismael y con lo que justificaba todas sus travesías en el mar allá por las páginas de Melville.

Con respecto a las multas, si no tenés cómo controlar semejante inmensidad acuática, jamás vas a poder inhibir la pesca ilegal. Pero acá se abre otra puerta: la creación del Fondo Nacional para la Defensa, proyecto de Agustín Rossi, que contará con más de 30.000 millones de pesos en 2021 y que creará 20 mil puestos de trabajo con el fin de recuperar y modernizar el equipamiento de las Fuerzas Armadas. Entre ellos, una gran cantidad de buques. Mientras, se seguirá pescando ilegalmente, pero por lo menos hay un plan que incluye recuperación de soberanía con proyección laboral y económica. Muy distinto al acuerdo macrista Foradori-Duncan, que establece que en el Atlántico Sur se adopten “medidas apropiadas” para “remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas, incluyendo comercio, pesca, navegación e hidrocarburos”. Esta medida fue calificada como “la mayor entrega de soberanía y recursos de la historia”. Beso en la boca es cosa del pasado… Bueno, se intenta dar vuelta esa página que con insoportable recurrencia vuelve, una y otra vez, a las más altas esferas de la política nacional.

La región asediada

Si bien la flota que pesca en forma ilegal en el Atlántico Sur no es sólo china, representa un gran porcentaje de ella. Y el circuito de esta flota de aproximadamente 260 buques está bien aceitado en Latinoamérica. Entre diciembre y junio, la pesca es en el Atlántico Sur Occidental. Entre junio y julio, se traslada al Pacífico y comienza a operar desde el norte de Chile. Siempre bordea la Zona Económica y penetra en las jurisdicciones si la guardia es débil. El asunto es, precisamente, que las guardias son débiles en Latinoamérica. Después, continúa el ascenso a Perú para finalmente “alambrar” la zona de las islas Galápagos. Luego, retornan a Argentina.

La situación inquieta en mayor o menor medida a todos los países involucrados en el circuito de la pesca ilegal. Sin embargo, mientras que continúe el antiguo anhelo inglés de ser naciones divididas, será difícil enfrentar aisladamente los problemas que asedian a la región. Es posible que la solución a esta problemática tenga varias aristas. Es verdad que, como dice Schvartzman, “tiene que haber trabajo en organismos internacionales, establecer relaciones bilaterales con China, España, Corea, etc.”; para que se acaben los subsidios a la pesca ilegal, lo único que hace rentable pescar tan lejos del país de origen. También es verdad que, como refiere César Lerena, “es necesario que el Estado subsidie a la flota argentina para que salga a pescar más allá de la milla 200”. En ambos casos, es necesario que el Estado Argentino comience a mirar hacia el Atlántico como una posible fuente de recursos de los que se puede aprovechar para generar trabajo, alimento y los idolatrados dólares. Si China tiene tanta necesidad de pescado (que así lo es), que los Estados latinoamericanos puedan erguirse y saciar esa demanda con trabajo y desarrollo. Mientras tanto, impera la ilegalidad, la esclavitud y la colonia.

Más data:

Informe Indec

https://bit.ly/3ka8WRs

Ley sobre recursos pesqueros

https://bit.ly/3ka8Qcy

Video ciudad en el mar

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Optimización y Cuidado de la Nieve: Estrategias Clave para Asegurar el Riego


Encontrarás a continuación una reescritura más extensa de la noticia solicitada, expandiendo los puntos clave para alcanzar el objetivo de 1100 palabras. Este artículo se centra en la importancia de la nieve como recurso hídrico y las estrategias optimizadas para su gestión y conservación con el fin de garantizar el riego eficaz en las zonas agrícolas y comunidades que dependen de este recurso.



La nieve no es solo un espectáculo natural que cubre las montañas y los valles con su manto blanco durante el invierno. Para muchas comunidades, es una fuente vital de agua que, al derretirse, proporciona el caudal necesario para el riego de cultivos y el abastecimiento de agua potable. En este contexto, la optimización y el cuidado de la nieve se han convertido en herramientas esenciales para garantizar un suministro constante y predecible de agua, especialmente en regiones que enfrentan desafíos climáticos y escasez hídrica.

Importancia de la Nieve como Recurso Hídrico


La nieve actúa como un depósito natural de agua. Durante los meses fríos, se acumula en grandes cantidades en las montañas y colinas. Con la llegada de la primavera y el aumento de las temperaturas, la nieve se derrite gradualmente, liberando agua que fluye hacia los ríos y embalses. Este proceso natural regula el suministro de agua a lo largo del año, asegurando que incluso en los meses más secos, haya suficiente agua disponible para el riego y el uso doméstico.

Sin embargo, los cambios climáticos han alterado este ciclo. El aumento de las temperaturas globales ha reducido la cantidad de nieve que se acumula cada invierno y ha acelerado el ritmo de deshielo. Esto significa que menos agua está disponible durante el verano, cuando la demanda de riego es más alta. Además, el deshielo temprano puede provocar inundaciones, afectando negativamente la infraestructura y los ecosistemas locales.

Estrategias de Optimización y Cuidado de la Nieve


Para enfrentar estos desafíos, diversas estrategias se han implementado a nivel global para optimizar y cuidar la nieve, asegurando así su papel como recurso hídrico vital. A continuación, se detallan algunas de las prácticas más efectivas:

Monitoreo y Predicción


Una de las herramientas más importantes en la gestión de la nieve es el monitoreo constante y la predicción precisa. Las tecnologías satelitales y los sensores terrestres permiten a los científicos y gestores de recursos naturales rastrear la cantidad y el estado de la nieve en tiempo real. Estos datos son cruciales para prever el caudal de los ríos y planificar el uso del agua de manera eficiente.

Además, los modelos climáticos avanzados ayudan a predecir cómo los cambios en las condiciones climáticas afectarán la acumulación y el deshielo de la nieve. Esta información permite a las comunidades planificar con anticipación y ajustar sus estrategias de riego para minimizar el impacto de la escasez hídrica.

Conservación de la Nieve


La conservación de la nieve es otra estrategia clave. En algunas regiones, se utilizan técnicas de gestión del paisaje para maximizar la retención de nieve. Esto incluye la plantación de árboles y arbustos que actúan como barreras naturales, reduciendo la velocidad del viento y minimizando la sublimación, que es la conversión directa de nieve en vapor de agua. Estas barreras también ayudan a capturar más nieve durante las tormentas, aumentando la cantidad de agua disponible durante el deshielo.

Almacenamiento de Agua Derretida


Una vez que la nieve se derrite, es fundamental almacenar esta agua de manera eficiente para su uso futuro. Los embalses y las presas son infraestructuras esenciales para capturar el agua de deshielo y regular su liberación durante los meses secos. Sin embargo, el mantenimiento y la modernización de estas estructuras son necesarios para asegurar su eficacia. Las inversiones en infraestructura hídrica pueden mejorar significativamente la capacidad de almacenamiento y distribución del agua.

Tecnologías de Riego Eficiente


La implementación de tecnologías de riego eficientes también juega un papel crucial en el uso sostenible del agua derivada de la nieve. Los sistemas de riego por goteo y la utilización de sensores de humedad del suelo permiten a los agricultores aplicar la cantidad exacta de agua necesaria para los cultivos, reduciendo el desperdicio y aumentando la eficiencia.

Además, la capacitación de los agricultores en prácticas de riego sostenibles y la adopción de cultivos resistentes a la sequía pueden mitigar el impacto de la escasez de agua. Estas prácticas no solo aseguran el suministro de agua para el riego, sino que también contribuyen a la sostenibilidad general de los recursos hídricos.

Desafíos y Consideraciones Futuras


A pesar de las estrategias mencionadas, la gestión de la nieve como recurso hídrico enfrenta varios desafíos. El cambio climático continúa siendo una amenaza importante, con implicaciones potencialmente devastadoras para la acumulación de nieve y el suministro de agua. Por lo tanto, es crucial fortalecer las políticas de mitigación del cambio climático y fomentar la investigación en nuevas tecnologías y prácticas de gestión del agua.

Además, la colaboración internacional es fundamental. Las cuencas hidrográficas a menudo se extienden a través de fronteras nacionales, requiriendo esfuerzos conjuntos para gestionar los recursos hídricos de manera equitativa y sostenible. El intercambio de conocimientos, tecnologías y experiencias puede ayudar a las comunidades a adaptarse a los cambios climáticos y a optimizar el uso de la nieve como recurso hídrico.

En conclusión, la optimización y el cuidado de la nieve son herramientas esenciales para garantizar el riego y el suministro de agua en un mundo que enfrenta desafíos climáticos significativos. A través de la implementación de estrategias de monitoreo, conservación, almacenamiento y riego eficiente, es posible asegurar que este recurso natural siga siendo una fuente vital de agua para las generaciones futuras. La acción coordinada y la innovación continua serán clave para enfrentar los retos que presenta el cambio climático y asegurar un suministro de agua sostenible y equitativo.

Incremento del Precio Internacional de la Uva a Pesar de la Reducción en el Volumen de Exportación


En el panorama agrícola internacional, la uva ha demostrado ser un producto resiliente a pesar de enfrentar desafíos significativos en los últimos tiempos. Recientemente, el precio internacional de la uva ha mostrado una tendencia al alza, incluso cuando el volumen de exportación ha experimentado una disminución. Este fenómeno ha captado la atención de expertos y productores por igual, quienes intentan descifrar las razones detrás de esta dinámica de mercado y sus implicaciones a futuro.

En el contexto actual, los productores de uva se enfrentan a una serie de desafíos que han afectado el volumen total de exportaciones. Factores como las condiciones climáticas adversas, cambios en las políticas comerciales internacionales y las fluctuaciones en la demanda global han jugado un papel crucial en la reducción del volumen exportado de este fruto. Sin embargo, a pesar de la disminución en la cantidad exportada, los precios internacionales han mostrado un comportamiento optimista.

Una de las razones detrás de este aumento en los precios es la calidad del producto. A medida que los productores han adoptado prácticas agrícolas más sostenibles y eficientes, la calidad de las uvas ha mejorado notablemente. Este factor ha permitido que, aunque el volumen sea menor, las uvas exportadas tengan un valor agregado más alto, lo que se traduce en un mejor precio en el mercado internacional. Los compradores, conscientes de la calidad superior, están dispuestos a pagar más por un producto que cumple con estándares elevados de frescura y sabor.

Por otro lado, la diversificación de mercados también ha jugado un papel fundamental en esta tendencia. Tradicionalmente, ciertos países han sido los principales importadores de uva, pero en los últimos años, nuevos mercados han emergido, aumentando la demanda global. Este interés creciente por parte de economías emergentes ha contribuido a mantener los precios elevados, compensando la baja en el volumen de exportación.

Además, las campañas de marketing y promoción han sido clave para posicionar la uva como un producto premium en el mercado internacional. Las asociaciones de productores y los gobiernos locales han invertido en destacar las características nutricionales y los beneficios para la salud de la uva, generando una percepción positiva entre los consumidores. Esta estrategia ha resultado efectiva para incrementar el valor percibido del producto, lo cual se refleja en los precios.

No obstante, es esencial considerar que esta situación también presenta desafíos potenciales. Con precios más altos, la competitividad en algunos mercados podría verse afectada, ya que los consumidores podrían optar por productos alternativos más económicos. Además, la sostenibilidad de este aumento de precios a largo plazo es incierta, especialmente si el volumen de producción no se recupera o si las condiciones económicas globales se deterioran.

Para los productores, el enfoque en la innovación y la eficiencia seguirá siendo crucial. Adoptar tecnologías avanzadas en el cultivo y cosecha de uvas puede ayudar a mejorar la productividad y reducir costos, permitiendo así mantener un equilibrio entre precio y volumen a pesar de las adversidades.

En conclusión, el aumento en el precio internacional de la uva, a pesar de la reducción en el volumen de exportación, es un fenómeno complejo impulsado por diversos factores. La calidad del producto, la diversificación de mercados y las estrategias de marketing efectivas han sido determinantes en esta dinámica. Sin embargo, los actores del sector deben continuar adaptándose y anticipándose a los cambios para asegurar la estabilidad y el crecimiento en el futuro. La capacidad de innovar y responder a las demandas del mercado global será esencial para mantener este impulso positivo en el mercado de la uva.

Título: El Empleo en la Región de Coquimbo Alcanza un Nuevo Hito con 381,800 Personas Ocupadas

Introducción

La Región de Coquimbo ha experimentado un notable incremento en su tasa de ocupación laboral, alcanzando un total de 381,800 personas empleadas. Este aumento refleja un panorama económico más dinámico y próspero, lo cual es motivo de análisis y celebración para los habitantes de la región y para aquellos interesados en el desarrollo económico de Chile.

Análisis de la Situación Laboral Actual

La economía de la Región de Coquimbo ha mostrado una resiliencia significativa en los últimos años, enfrentando desafíos globales y nacionales que han afectado al mercado laboral. La cifra actual de 381,800 personas ocupadas es un claro indicativo de la recuperación y expansión del empleo en esta zona. Este logro es el resultado de una serie de factores que han influido positivamente en la generación de empleo, desde políticas gubernamentales hasta iniciativas del sector privado.

Factores que Contribuyen al Crecimiento del Empleo

Uno de los principales factores que ha impulsado el crecimiento del empleo en la Región de Coquimbo es el fortalecimiento de industrias clave como la minería, la agricultura y el turismo. Estos sectores han sido pilares fundamentales en la creación de nuevas oportunidades laborales, permitiendo no solo la absorción de mano de obra local, sino también atrayendo a trabajadores de otras regiones del país.

El sector minero, en particular, ha jugado un papel crucial, con inversiones significativas que han generado un aumento en la demanda de empleo. La agricultura, otro sector vital para la región, ha experimentado un crecimiento sostenido gracias a la innovación tecnológica y a la diversificación de cultivos, lo que ha permitido una mayor oferta de trabajo durante todo el año.

Por otro lado, el turismo ha sido un motor de empleo importante, beneficiándose del atractivo natural y cultural de la región. Con la mejora de infraestructuras y la promoción de actividades turísticas, se ha logrado captar un mayor número de visitantes, lo cual se traduce en más empleos en hoteles, restaurantes y servicios relacionados.

Impacto de las Políticas Públicas

Las políticas públicas también han tenido un impacto significativo en el incremento de la ocupación laboral. El gobierno local ha implementado programas orientados a la capacitación y formación profesional, facilitando el acceso al mercado laboral a personas que anteriormente enfrentaban barreras en la búsqueda de empleo.

Además, las políticas de incentivo a la inversión han sido fundamentales para atraer capital tanto nacional como extranjero, lo que ha resultado en la instalación de nuevas empresas en la región. Estas inversiones no solo crean empleos directos, sino que también fomentan un efecto multiplicador en la economía local, generando más oportunidades en sectores secundarios y terciarios.

Desafíos y Perspectivas Futuras

A pesar de los avances logrados, la Región de Coquimbo aún enfrenta desafíos significativos en el ámbito laboral. La informalidad laboral sigue siendo un problema que afecta a un porcentaje considerable de la población ocupada, lo que implica falta de seguridad social y condiciones laborales precarias para muchos trabajadores.

Asimismo, la necesidad de diversificar aún más la economía regional es crucial para garantizar un crecimiento sostenible a largo plazo. La dependencia excesiva de ciertos sectores puede hacer que la región sea vulnerable a fluctuaciones económicas, por lo que es fundamental explorar nuevas áreas de desarrollo, como las energías renovables y la tecnología.

Conclusión

El aumento en la tasa de ocupación de la Región de Coquimbo a 381,800 personas es un logro significativo que refleja el dinamismo y la resiliencia de su economía. Sin embargo, para mantener esta tendencia positiva es esencial continuar trabajando en políticas que promuevan la formalización del empleo y la diversificación económica.

Al abordar estos desafíos, la Región de Coquimbo no solo podrá consolidar su posición como un motor económico de Chile, sino también mejorar la calidad de vida de sus habitantes, asegurando un futuro más próspero y equitativo para todos.