La actual incertidumbre financiera y económica, así como el aumento del coste de la vida, pueden llevar a los responsables políticos, reguladores y supervisores a posponer reformas que podrían mejorar sus sistemas de pensiones. Sin embargo, según advierte la OCDE, “retrasar las reformas necesarias pondría en riesgo el bienestar de los pensionistas actuales y futuros”. “Los responsables políticos deberían seguir mejorando los sistemas de pensiones”, insta la organización en su reciente informe ‘Perspectivas de las Pensiones 2022’, cuyas principales conclusiones avanza hoy el BDS.
“Los retos son globales y las jurisdicciones de todo el mundo se enfrentan a desafíos similares en un contexto de menor crecimiento, elevada inflación e incertidumbre en los mercados financieros, al tiempo que responden a las implicaciones del envejecimiento de la población. Tendremos que seguir desarrollando y reforzando un sistema multipilar que combine distintos tipos de regímenes de pensiones que se complementen entre sí y diversifiquen los riesgos”, declara el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann.
La importancia de los planes de pensiones de Empleo e Individuales
La OCDE señala que los sistemas de pensiones en los que los ahorros para la jubilación se invierten para acumular activos que financiarán las pensiones (sistemas de pensiones respaldados por activos) han crecido en las dos últimas décadas en la mayoría de los países miembros de la OCDE. En este sentido, el informe incluye una serie de recomendaciones sobre cómo introducir, desarrollar y reforzar los regímenes de pensiones basados en activos”, se apunta.
Estas directrices, que se basan en la Recomendación del Consejo de la OCDE para el buen diseño de los planes de pensiones de aportación definida de febrero de 2022, reconocen la importancia de los planes de pensiones de empleo y personales, que son cada vez más parte integrante del sistema general de pensiones de la mayoría de los países y, en algunos, el componente principal.
Para mejorar el diseño de planes basado en activos, la OCDE también ve necesario promover “planes de bajo coste y rentables que se reflejen en las comisiones cobradas”. Sin embargo, los responsables políticos y los reguladores deben tener en cuenta el impacto que las diferentes estructuras de comisiones pueden tener en los particulares que ahorran para la jubilación y en los proveedores.