El trágico accidente aéreo que ocurrió el 31 de enero pasado sigue resonando en la Policía de Investigaciones. Un helicóptero que participaba en los operativos del Plan Cannabis 2024 en la zona de Los Vilos, se estrelló tras caer de unos 15 pies de altura, después de cargar combustible en el aeródromo de Pichidangui.
El incidente provocó la muerte de la subcomisario Camila Silva y la subinspector Daniela Zalazar. Además, otros dos policías resultaron con lesiones de diversa consideración. A casi cuatro meses del suceso, la Policía de Investigaciones optó por no dar declaraciones para no interferir en la investigación en curso, llevada a cabo por la Fiscalía y la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).
La investigación sobre las causas del accidente sigue en marcha. Actualmente, la fiscalía está esperando el informe técnico de la DGAC solicitado por el Ministerio Público como parte de su pesquisa. Paralelamente, la entidad persecutora encomendó otras diligencias tanto a Carabineros de Chile como a la Policía de Investigaciones para esclarecer este trágico incidente.
Manuel Carvajal, fiscal (s) de Los Vilos, informó que, después del accidente, se instruyó el empadronamiento de testigos y la búsqueda de videos e imágenes que pudieran esclarecer los hechos. En este sentido, varios videos llegaron a la Fiscalía y a la PDI tras un llamado efectuado a la comunidad.
La DGAC confirmó que la investigación sigue en marcha y que no se emitirán declaraciones sobre las posibles causas del accidente hasta que se concluya. La investigación está regulada a través de la Normativa Aeronáutica DAR 13 “Reglamento sobre Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación”. El Departamento Prevención de Accidentes de la DGAC está trabajando en la respectiva investigación, sin descartar ninguna hipótesis hasta ahora.
Uno de los primeros testimonios recopilados sobre el origen del accidente provino del conductor del camión que abasteció de combustible al helicóptero de la PDI. Este señaló que el hecho ocurrió poco después del despegue, durante un movimiento para tomar rumbo. Además, uno de los primeros testigos relató que, después de cargar 400 litros de combustible y al iniciar el helicóptero, se escuchó un fuerte sonido en el motor, a una altura de 15 pies, tras lo cual, la aeronave se precipitó a tierra.
Esta versión apoyaría la hipótesis de un posible problema en el motor, la cual será corroborada por los informes técnicos de los expertos encargados de la investigación.
El accidente y la muerte de las dos funcionarias han impactado fuertemente al interior de la Policía de Investigaciones. En el recuerdo de la institución se mantiene a la subcomisario Camila Silva, quien cumplía 16 años de servicio en la PDI. Durante su carrera se desempeñó en la Brigada Aeropolicial, en las unidades de Investigación Criminal de Puente Alto y San Ramón, y en la Subdirección de Investigación Policial y Criminalística.
En cuanto a la otra víctima del accidente, la subinspectora Daniela Salazar, de apenas 23 años, ingresó a la Escuela de Investigaciones Policiales en 2018 y tras su egreso en 2020, fue destinada a la Brigada Antinarcóticos Metropolitana, donde cumplía funciones el día del accidente.