En una devastadora tragedia aérea, el delegado presidencial de la región de Aysén, Rodrigo Araya Morales, confirmó que no hubo sobrevivientes tras la caída de una avioneta. La aeronave, que había despegado de Coyhaique con destino a Chile Chico, desapareció de los radares alrededor de las 10:20 horas, en medio de condiciones climáticas adversas.
El avión, un Piper Navajo, que realizaba vuelos subsidiados entre Coyhaique y Chile Chico, se estrelló cerca de Horquilla Grande, en el camino a Puerto Ibáñez, en el sector de Las Horquetas, en Cerro Castillo. Las causas de la tragedia aún se desconocen, pero las condiciones climáticas podrían haber jugado un papel importante.
“Lamentablemente, nos confirman que no hay sobrevivientes de este accidente aéreo”, dijo el delegado Araya en una conferencia de prensa. Según la información proporcionada por la empresa Transportes Aéreos San Rafael, a bordo del avión comercial viajaban seis pasajeros y el piloto, identificado como Joaquín Infante.
Las víctimas del accidente fueron identificadas como Sonia Muñoz Belmar, José González Navarrete, Héctor Foitzick Hernández, Patricio Asencio Paredes, Mirta Barria Santana y Millaray Cayun Padilla. La empresa expresó su profundo pesar por la pérdida y se comprometió a colaborar activamente en la investigación del accidente.
Joaquín Infante, el piloto, fue descrito como uno de los más experimentados de la compañía. Su pérdida se siente profundamente tanto en la empresa como en la comunidad aérea. “Joaquín Infante es uno de los pilotos más experimentados de nuestra compañía, lo que certifican sus horas de vuelo y sus años de experiencia”, declaró la empresa.
En respuesta al accidente, Transportes Aéreos San Rafael envió inmediatamente aeronaves para localizar el lugar del accidente. A esta búsqueda se sumó un helicóptero con dos funcionarios del GOPE y tres expertos en montaña, que lograron descender al lugar del accidente.
“Lo que viene a continuación ahora es la investigación de este accidente, por eso es que se está constituyendo en el puesto de mando el fiscal regional junto con el Servicio Médico Legal y los peritos correspondientes para iniciar el proceso de investigación”, señaló Araya.
Un helicóptero de la Fuerza Aérea se está preparando para transportar a los investigadores a la escena del accidente, para realizar las investigaciones necesarias y recuperar los cuerpos. La Fiscalía Regional de Aysén ha abierto una investigación penal para determinar las causas y circunstancias del accidente aéreo.
El Ministerio Público ha solicitado la ayuda de la Policía de Investigaciones de Chile, a través de funcionarios especialistas en la búsqueda de personas, para asistir en la investigación. Se espera que la Brigada de Homicidios y el Laboratorio de Criminalística, Lacrim, también se unan a la investigación.
Este accidente aéreo es un duro golpe para la región de Aysén y para toda la comunidad aérea de Chile. A medida que la investigación avanza, se espera que se aclaren las circunstancias que llevaron a esta tragedia.