La investigación de cuatro meses realizada por el OS7 de Carabineros culminó esta semana con una intervención en dos barberías ubicadas en la Galería Azul de Ovalle, presuntamente vinculadas a la venta de drogas. La operación fue resultado de un esfuerzo silencioso y meticuloso del personal policial, en colaboración con la fiscalía local, que había estado vigilando de cerca las actividades de estos establecimientos comerciales, previamente señalados por las mesas de seguridad comunal debido a sus actividades delictivas.
El procedimiento resultó en la detención de cuatro personas, todas extranjeras, tres de las cuales fueron enviadas a prisión preventiva. Además, se reportó la incautación de diversas sustancias ilícitas, incluyendo marihuana, pasta base de cocaína, clorhidrato de cocaína y ketamina.
El Ministerio Público reveló que entre los compradores de las drogas que se vendían en las barberías había incluso escolares. Estos jóvenes consumían las sustancias ilegales en las inmediaciones del popular centro comercial de Ovalle.
La comunidad de la Perla del Limarí ha expresado su alivio y gratitud por las acciones concretas tomadas por las autoridades policiales en lo que muchos consideraban un «secreto a voces». Un día después de la operación, se llevó a cabo una nueva inspección al resto de los locales de la galería, coordinada por la delegación presidencial provincial, que resultó en la denuncia de cinco extranjeros irregulares y el descubrimiento de más drogas en otra barbería.
El fenómeno de las barberías como presuntas «fachadas» para actividades ilícitas no se limita a Ovalle. Las autoridades en otras comunas, como La Serena y Coquimbo, han expresado su preocupación por la proliferación de estos negocios. Hace un mes, en la Región Metropolitana, 29 de 30 barberías inspeccionadas fueron clausuradas por no contar con los permisos necesarios para operar.
Dicha situación ha llevado a que el público preste mayor atención a este tipo de establecimientos, que han proliferado en el país en los últimos años. Según informó Emol, el Servicio de Impuestos Internos (SII) ha notado un incremento de los negocios registrados como «peluquerías y otros tratamientos de belleza» desde 2005, con un fuerte aumento entre 2014 y 2015. A pesar de una disminución en 2020 debido a la pandemia, se registró una rápida recuperación con un crecimiento del 26,2% en 2022, alcanzando un total de 15 mil empresas en este rubro.
La preocupación es palpable en las distintas comunas. Los residentes del centro de la capital regional reconocen que su inquietud ha crecido en los últimos años en torno a este tipo de comercios. Estos establecimientos, en muchos casos atendidos por extranjeros hasta altas horas de la noche y en la madrugada, operan en sectores como la calle Cienfuegos, donde la demanda no parece ser tan alta.
El alcalde de La Serena, Roberto Jacob, confirmó que existe sospecha de actividades ilícitas en estas barberías, pero instó a esperar los resultados de las investigaciones. Mientras tanto, el municipio está trabajando en una ordenanza que busca limitar el horario de funcionamiento de estos locales hasta, como máximo, las 21 horas.
Jorge Tobar, general (r) de Carabineros y magíster en Criminología, sugirió que la discrepancia entre la oferta y la demanda de estos negocios podría ser un indicio de delitos como el lavado de activos, asociado con el crecimiento del crimen organizado.
El alcalde de Ovalle, Jonathan Acuña, señaló que el municipio ha estado revisando las patentes comerciales que presuntamente han cambiado su giro y sus rubros. Aquellas que tengan denuncias de este tipo podrían ser clausuradas en junio y julio. También mencionó que se replicarán las inspecciones para evitar que estos locales pongan en riesgo el bienestar de la comunidad, especialmente de los niños, niñas y adolescentes.