En una sorprendente revelación, científicos de la agencia de investigación aplicada CSIRO y la Universidad de Sydney han interceptado una inusual señal de radio intermitente que se origina en el espacio profundo. Este descubrimiento ha desconcertado a los expertos, ya que la señal no coincide con ningún fenómeno conocido hasta ahora.
La profesora Manicha Caleb de la Universidad de Sydney y el investigador de CSIRO Emil Lenc describieron en un artículo de The Conversation que la señal es única y no se parece a nada que los astrónomos hayan detectado anteriormente. Por lo general, los científicos estudian las señales de radio transitorias, las cuales suelen originarse de los pulsáres, estrellas de neutrones en rotación que liberan inmensas cantidades de energía. Sin embargo, la señal recientemente descubierta no encaja en estas características.
De hecho, la señal es la más larga jamás observada y tiene un patrón extraño. «No solo tiene un ciclo de casi una hora de duración, sino que a lo largo de varias observaciones lo vimos a veces emitiendo destellos largos y brillantes, a veces pulsos rápidos y débiles, y a veces nada en absoluto«, explicaron los expertos. Aunque la teoría más probable es que se trate de una estrella de neutrones bastante inusual, no pueden descartar otras posibilidades.
El estudio de este fenómeno, publicado en la revista Nature, apodó a la señal como ASKAP J1935+2148 tras su detección con el radiotelescopio ASKAP de CSIRO en Australia. Los científicos estaban en busca de pulsáres cuando se dieron cuenta de la intermitencia de esta señal.
«La señal saltó porque estaba formada por ondas de radio ‘polarizadas circularmente’, lo que significa que la dirección de las ondas gira en espiral a medida que la señal viaja a través del espacio», explicaron los investigadores. Después de identificarla, observaron la señal durante varios meses, utilizando también el radiotelescopio MeerKAT en Sudáfrica, aún más sensible. Fue así que confirmaron que la señal tiene el período más largo de todas, durando 53,8 minutos.
Además, los científicos pudieron observar tres estados distintos en la señal. Primero, en pulsos brillantes polarizados linealmente que duraban entre 10 y 15 segundos; después, en pulsos mucho más débiles polarizados circularmente que duraban apenas 370 milisegundos; y finalmente, en su tercer estado no emitió ningún pulso.
Según los astrónomos, estos diferentes modos y el cambio entre ellos podrían ser el resultado de una interacción de campos magnéticos complejos y flujos de plasma desde la fuente con fuertes campos magnéticos en el espacio circundante. Aunque se han observado patrones similares desde estrellas de neutrones, ninguna señal ha sido tan duradera como la de ASKAP J1935+2148, lo que podría influir en el entendimiento actual sobre ellas.
Por ahora, los científicos sugieren que podría tratarse de una estrella de neutrones de giro lento, aunque también consideran la posibilidad de que sea una enana blanca, una estrella en sus últimos años de vida que se mueve despacio. Sin embargo, se necesita más investigación para determinar exactamente qué es.
«Este objeto podría llevarnos a reconsiderar nuestra comprensión de décadas de antigüedad sobre las estrellas de neutrones o enanas blancas, particularmente en cómo emiten ondas de radio y cómo son sus poblaciones dentro de nuestra galaxia», concluyen los expertos. Este descubrimiento abre una nueva puerta a la exploración del espacio, brindando una oportunidad para aprender más sobre el misterioso universo en el que vivimos.