El cambio de rumbo de la Fórmula 1 en España: de la marea azul en Montmeló a la capitalización de Madrid
Hubo una época, no muy distante, en la que Montmeló se erigía como la capital anual de la Fórmula 1. No sólo para los seguidores españoles, sino también para gran parte del público europeo, el eje central de este deporte, la visita al GP de España en mayo era una cita obligatoria. Barcelona, la ciudad anfitriona, se llenaba de aficionados de todas las nacionalidades, desde daneses hasta alemanes, pasando por británicos y, por supuesto, los locales. No es casualidad que Fernando Alonso, que este fin de semana disputa su 21º Gran Premio nacional, recuerde con especial cariño los años 2005 y 2006, cuando la marea azul inundó las gradas de una forma nunca antes imaginada por los organizadores del evento, que ha sido una cita fija desde 1991.
No obstante, aquellos tiempos parecen lejanos. La actual Barcelona no es ni la sombra de lo que fue, acosada por un turismo cada vez más tensionante para la majestuosa ciudad, con intereses políticos que poco tienen que ver con el deporte y una resistencia a identificarse con España que, al final, les ha salido caro. Madrid ha adelantado a Barcelona, en ese eterno Cl