¿De qué se trata? Científicos creen que existe una fuerza oculta al interior de la Luna

En el vasto universo que nos rodea, existen fenómenos que continúan desafiando nuestra comprensión y conocimiento. Uno de ellos es el misterio de los «remolinos lunares», que ha intrigado a los científicos durante años. Ahora, un equipo de investigadores de la Universidad de Stanford y la Universidad de Washington en St. Louis (WUSL) sugieren que una fuerza oculta dentro de la Luna podría estar detrás de este fenómeno enigmático.

Los remolinos lunares son áreas de la superficie lunar que no se han oscurecido con el paso del tiempo, a pesar de la constante exposición a las partículas del Sol. A diferencia de la Tierra, la Luna no tiene un campo magnético global para proteger sus rocas y polvo de estas partículas, lo que hace que muchas áreas se oscurezcan debido a reacciones químicas. Sin embargo, ciertas zonas permanecen claras, coincidiendo con lo que los científicos denominan «campos magnéticos locales».

Pero, el enigma persiste. No todas las rocas reflejan las partículas solares, ni todos los mini campos magnéticos tienen remolinos claros. ¿Podría ser que estos misteriosos remolinos estén siendo magnetizados por una fuerza desconocida dentro de la Luna?

Una de las teorías propuestas sugiere que los impactos de micrometeoritos podrían estar creando estas barreras magnéticas locales. Sin embargo, el equipo de Stanford y WUSL cuestiona esta teoría, creyendo que una fuerza oculta dentro de la Luna puede estar en juego.

El científico planetario de WUSL, Michael Krawczynski, cree que la teoría de los micrometeoritos es plausible, pero algunos remolinos parecen demasiado grandes y complejos para ser creados por tales impactos. En cambio, sugiere que podrían ser causados por fuerzas ocultas debajo de la corteza lunar, como lavas subterráneas que se enfrían lentamente en un campo magnético, creando la anomalía magnética.

Esta teoría parece estar respaldada por evidencias de roca fundida debajo de la corteza lunar, lo que sugiere que en algún momento fluyeron ríos de magma. Los investigadores utilizaron modelos de enfriamiento de magma y descubrieron que un mineral llamado ilmenita, compuesto de óxido de hierro y titanio, puede producir magnetización durante este proceso.

Publicado en el Journal of Geophysical Research: Planets, el estudio describe cómo, en las condiciones adecuadas, el enfriamiento de la ilmenita puede estimular los granos de hierro y níquel dentro de la corteza y el manto superior de la Luna, creando un campo magnético. Krawczynski sostiene que este proceso podría explicar las fuertes regiones magnéticas asociadas con el remolino lunar.

Además, se han encontrado indicios de esta reacción en meteoritos lunares y en muestras lunares de la misión Apolo. Sin embargo, todas estas muestras son flujos de lava superficiales, y este estudio muestra que el enfriamiento subterráneo debería potenciar significativamente estas reacciones de formación de metales.

Para desentrañar más sobre estas anomalías magnéticas, los investigadores esperan realizar más estudios a partir de misiones en terreno. Los datos que se tienen actualmente de estos campos magnéticos locales son en su mayoría de información recogida por sondas espaciales en la órbita lunar, no muestras directas.

En 2025, la NASA planea lanzar un rover como parte de la misión espacial ‘Lunar Vertex’. Este explorará un terreno en el remolino Reiner Gamma, permitiendo a los científicos investigar más a fondo la posibilidad de que una fuerza oculta dentro de la Luna esté creando estos remolinos lunares misteriosos.

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