Secuestro y homicidio en Paihuano: Inicia juicio de crimen que involucra a “clan de amigos”

Alejandro Ponce, el joven asesinado en noviembre de 2022 en Paihuano, es el centro de un largo juicio que comenzó ayer en el Tribunal Oral en lo Penal de La Serena. El caso involucra a nueve personas acusadas de distintos grados de participación en el delito de secuestro con homicidio, inhumación ilegal y microtráfico de drogas.

La Fiscalía de Vicuña ha imputado el delito de secuestro con homicidio a cinco de los acusados, identificados como J.S.M.O., A.C.N., A.M.Z., S.P.H. y W.I.R.. Los otros cuatro, C.M.Ch., T.S.C., J.J.A. y G.A.M., están acusados de ser cómplices en el encubrimiento del hecho.

Además de los cargos ya mencionados, J.S.M.O., A.C.N., S.P.H., W.I.R. y G.A.M. también enfrentan el cargo de inhumación ilegal. J.S.M.O. también está acusado de tráfico de drogas, un delito que se descubrió durante las investigaciones.

El fiscal jefe de Vicuña, Juan González, ha solicitado penas de presidio perpetuo calificado, penas de 20 años de cárcel y penas menores de 7 años para los acusados definidos como encubridores del crimen.

La abogada Cecilia Álvarez, representante de la madre de la víctima, afirma que todos los acusados tienen un grado de participación y, dada la gravedad del delito, solicitarán las penas más altas. Álvarez ha desestimado la defensa de que los acusados eran consumidores de drogas y actuaron por temor, argumentando que cada uno de ellos participó de libre voluntad.

Recordando los hechos, Alejandro Ponce desapareció en noviembre de 2022, después de acordar encontrarse con una «amiga» en un lugar baldío cerca del río en la comuna de Paihuano. Según la policía, esta mujer actuó en complicidad con un conocido traficante de la comuna, quien tenía diferencias con Ponce después de que él saliera con su expareja. Ponce fue emboscado por un grupo de individuos en ese lugar, quienes lo llevaron a una casa donde fue golpeado hasta la muerte. Su cuerpo fue encontrado más tarde, semienterrado, a 12 kilómetros del área urbana de la comuna de Vicuña.

En los argumentos de defensa, se mencionó que algunos de los acusados sufrían de un consumo problemático de pasta base. Argumentaron que el principal acusado, J.S.M.O., los contrataba para realizar trabajos ocasionales y les pagaba en parte con drogas, creando un contexto de subordinación y dependencia.

Carla Hidalgo, hermana de Alejandro Ponce, reveló que este crimen dejó a cuatro niños sin su padre. Hidalgo reconoció que la mayoría de los acusados eran conocidos de su hermano, lo que agrava aún más la situación. Además, admitió que J.S.M.O. ya había amenazado a su hermano debido a una relación previa con su expareja.

De manera paralela, se presentó una demanda civil en favor de las víctimas indirectas del hecho, buscando una indemnización de 100 millones de pesos.

Este juicio pone de manifiesto la gravedad de los delitos de secuestro y homicidio, y destaca la importancia de la labor de la justicia en la búsqueda de la verdad y la aplicación de las sanciones correspondientes a los responsables. Aunque el resultado aún es incierto, lo que es seguro es que este caso ha dejado una huella profunda en la comunidad de Paihuano y en la familia de Alejandro Ponce.

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