El pasado 2 y 3 de febrero, el Gran Valparaíso fue testigo de un mega incendio que dejó una estela de destrucción en su camino. En una reciente conferencia de prensa, la Brigada de Delitos Medioambientales de la Policía de Investigaciones reveló detalles perturbadores sobre los presuntos responsables de este desastre natural.
El Comisario Iván Navarro, de la Brigada de Delitos Contra Salud Pública, proporcionó una visión detallada de cómo se desarrollaron los acontecimientos. Según las investigaciones, se identificaron un autor intelectual y un autor material del incendio.
El presunto autor material del siniestro fue identificado como un bombero de la compañía número 13 de Bomberos del sector de Placilla en la comuna de Valparaíso. Se dice que este individuo instaló cuatro focos de incendio a una distancia estratégicamente calculada.
Por otro lado, un funcionario de la Corporación Nacional Forestal se encuentra bajo investigación como el presunto autor intelectual del incendio. Se cree que este individuo ideó el origen del incendio y analizó las condiciones del viento para maximizar el daño potencial.
La investigación de este crimen ambiental fue metódica y exhaustiva. «Logramos reconstruir exactamente cuáles fueron sus comportamientos y sus actividades en los momentos previos durante y posterior al inicio del fuego (…) y con colaboración de nuestro personal perito del laboratorio criminalística central logramos hallar el dispositivo que inició estos focos», explicó el comisario Navarro.
Gracias a técnicas avanzadas de tráfico de antenas telefónicas, seguimientos, vigilancia, y análisis de registros fílmicos, los investigadores pudieron determinar el medio de transporte utilizado durante el inicio y final de la instalación de estos focos de fuego. La investigación reveló que el sospechoso fue capaz de entrar al lugar, instalar los dispositivos y abandonar el sitio sin ser detectado, gracias a un dispositivo incendiario con un retardo que le permitía escapar sin ser advertido en el lugar.
Después de un análisis meticuloso, la investigación logró reconstruir minuto a minuto el trayecto que desarrolló el sospechoso y las comunicaciones que tuvo con el autor intelectual del delito para poder concretarlo.
El comisario Navarro describió los cuatro focos de incendio con detalles precisos. «El primero, en la ruta 68, en una carretera que está en el kilómetro 84. El segundo, se interna el sujeto transportándose en un vehículo, avanzando aproximadamente 2 km donde instala un segundo foco en la ruta f718 en el kilómetro 6,9. Avanza un par de kilómetros más, en el kilómetro 8.9 instala un tercer dispositivo incendiario, para finalmente instalar un cuarto en el kilómetro 10.8 en esta misma ruta», señaló.
Según el Comisario, los dos últimos focos fueron los que se descontrolaron y, finalmente, producto del viento y la topografía del lugar, avanzaron en dirección norte hasta alcanzar los centros poblados en horas de la tarde de ese día.
Este crimen medioambiental no solo causó daño físico al Gran Valparaíso, sino que también dejó cicatrices emocionales y psicológicas en los residentes de la zona. A medida que la investigación continúa, la esperanza es que se haga justicia y se tomen medidas para prevenir futuros incidentes de esta naturaleza.