El Club de Brujas, un destacado equipo de fútbol belga, ha anunciado que se dispone a investigar la conducta de ciertos aficionados que realizaron un saludo neonazi en una reciente competición. El controvertido gesto tuvo lugar el pasado domingo en el estadio de Sclessin, en Lieja, Bélgica, durante un partido contra el Standard de Lieja. Esta polémica acción se produjo tras un acto de resistencia al racismo que se desarrolló antes del inicio del partido.
El incidente fue rápidamente condenado por el Club de Brujas, que emitió un comunicado el domingo por la noche, tras la conclusión del partido correspondiente a la segunda jornada de la Jupiler Pro League. En esta declaración, el actual campeón belga se posiciona claramente en contra del comportamiento de esos seguidores.
El comunicado dice: «Esta tarde recibimos una fotografía, transmitida a través de varios canales, de un comportamiento particularmente inadecuado por parte de la tribuna visitante». El club también afirmó que se toma «muy en serio» este asunto y que llevará a cabo una investigación para determinar las circunstancias exactas y los responsables de estos hechos.
Fotos compartidas en las redes sociales muestran a los aficionados del Club de Brujas realizando el saludo conocido como Kühnen, una alternativa al saludo nazi, que consiste en levantar tres dedos en el aire. Este saludo neonazi tuvo lugar después de una acción antirracista que se desarrolló antes del inicio del partido, que finalmente fue ganado 1-0 por el Standard de Lieja.
La radiotelevisión francófona RTBF informó este lunes que el Club de Brujas ya ha identificado a 24 de los aficionados que realizaron ese saludo el domingo. Esta rápida acción demuestra la determinación del club para abordar este asunto con seriedad.
El gesto neonazi es una acción de odio que ha sido condenada mundialmente. La repetición de este saludo por parte de los aficionados del Club de Brujas, especialmente después de un acto de resistencia al racismo, es un hecho que ha causado revuelo tanto en el mundo del fútbol como en la sociedad en su conjunto.
El fútbol, como deporte global, tiene una responsabilidad de liderar en la promoción de la tolerancia y la inclusión. Actos como estos, que promueven el odio y la división, son completamente contraproducentes y no tienen cabida en el deporte ni en la sociedad.
El Club de Brujas, como institución deportiva prominente, tiene la responsabilidad de tomar acciones firmes contra cualquier acto de odio. Al iniciar la investigación y al identificar rápidamente a algunos de los responsables, el club está demostrando su compromiso con la lucha contra el racismo y la xenofobia.
El incidente en el estadio de Sclessin subraya la necesidad de una vigilancia constante y de acciones contundentes contra el racismo y otras formas de odio en el deporte. Las autoridades deportivas, los clubes y los seguidores tienen un papel importante que desempeñar para garantizar que los estadios de fútbol sean espacios de inclusión y respeto.
Este incidente también pone de relieve la importancia de la educación y la sensibilización en la lucha contra el racismo y el odio. Es esencial que los aficionados al fútbol comprendan el impacto de sus acciones y se den cuenta de que gestos como estos no son aceptables bajo ninguna circunstancia.
Mientras el Club de Brujas sigue adelante con su investigación, el mundo del fútbol estará observando atentamente. Este incidente ofrece una oportunidad para que los clubes y las autoridades deportivas refuercen su compromiso con la lucha contra el racismo y demuestren que no tolerarán ninguna forma de odio.
