La tragedia del comerciante de Concepción: un homicidio por encargo que involucra a sus propios hijos
Desde el primer momento, los detectives de la Policía de Investigaciones (PDI) sospecharon que el caso del comerciante baleado en avenida Los Carrera de Concepción se trataba de un homicidio por encargo. Esta hipótesis se confirmó tras la detención de un sicario, quien declaró que la víctima le pidió que no le disparara tras dos intentos fallidos, según informó la Fiscalía.
La familia del comerciante Mauricio Guzmán reaccionó con estupor e incredulidad al enterarse de que sus propios hijos habían pagado por el asesinato de su padre. La investigación liderada por la Brigada de Homicidios de la PDI se extendió por casi cinco semanas, confirmando lo que había sido desde un principio la principal sospecha de la policía: el autor del disparo fue contratado por terceros.
Un crimen que dejó a la comunidad consternada
El jefe de la Brigada de Homicidios, el subprefecto Mauro Gutiérrez, explicó que la sospecha inicial fue un crimen por encargo, ya que las imágenes de seguridad mostraban que la víctima esperaba al agresor, quien le disparó sin intentar cometer ningún otro acto ilícito. Mauricio Guzmán recibió un disparo en la cabeza que lo dejó en estado crítico y con riesgo vital, aunque recientemente ha mostrado signos de mejoría, a pesar de que la bala no pudo ser extraída.
El momento del ataque, perpetrado por el colombiano Bryan Monsalve, quedó registrado en una cámara de seguridad. Guzmán llegaba en su camioneta a su local comercial en el centro de Concepción cuando fue interceptado.
El fiscal Matías Arellano reveló detalles del intercambio entre Guzmán y su atacante, según la declaración del sicario tras su detención. Monsalve intentó disparar dos veces, pero el arma falló en ambas ocasiones. En esos momentos, la víctima le habría suplicado: "Mijo, no lo haga". Sin embargo, Monsalve respondió: "No me empuje" y ejecutó un tercer disparo que impactó en la cabeza de Guzmán.
Un pacto macabro entre hermanos
En su testimonio, y con la intención de colaborar y atenuar su responsabilidad, Monsalve reveló que los tres hijos del comerciante -Luciano, Maximiliano y Mauricio, de 18, 21 y 24 años, respectivamente- lo contrataron a cambio de 3 millones de pesos. Sin embargo, los hermanos no pagaron la totalidad del dinero debido al fracaso del intento de asesinato.
La hermana de la víctima, Erika Guzmán, expresó su estupor e incredulidad ante las revelaciones de la investigación durante su presencia en los tribunales. Tras ser formalizados por parricidio y homicidio calificado, ambos delitos en grado de frustrado, los cuatro imputados fueron declarados como un peligro para la seguridad de la sociedad y de la víctima. Además, considerando una posible fuga, el juez Juan Pinochet decretó la prisión preventiva como medida cautelar.
La defensora penal, Carla Canales, asumió la representación de los cuatro detenidos, señalando que solo el colombiano está confeso, mientras que los hermanos optaron por guardar silencio.
Un caso que sacude a la comunidad y revela la escalofriante realidad de los homicidios por encargo
Este caso ha conmocionado no solo a la comunidad de Concepción, sino también a todo el país. La brutalidad del crimen y el hecho de que los propios hijos de la víctima estuvieran involucrados han dejado a muchos ciudadanos perplejos y cuestionando la naturaleza del vínculo familiar.
Los homicidios por encargo no son una novedad en el mundo del crimen organizado, pero este caso en particular resalta la frialdad y la premeditación con la que se puede llegar a cometer un acto tan atroz. La colaboración del sicario colombiano ha sido crucial para desentrañar la verdad detrás de este crimen, y su testimonio ha permitido a las autoridades avanzar significativamente en la investigación.
Las imágenes de seguridad capturadas en la avenida Los Carrera han sido fundamentales para la reconstrucción de los hechos y para confirmar la hipótesis inicial de la policía. El subprefecto Mauro Gutiérrez destacó la importancia de estas pruebas visuales, que mostraron claramente el momento en que la víctima esperaba a su agresor y cómo este último actuó con una precisión escalofriante.
La investigación continúa mientras la familia busca respuestas
La investigación sigue su curso, y las autoridades continúan recopilando pruebas y testimonios que puedan arrojar más luz sobre los motivos detrás de este crimen. La familia de Mauricio Guzmán, especialmente su hermana Erika, busca respuestas y justicia para su ser querido.
Este caso también ha puesto de relieve la necesidad de abordar de manera más efectiva los homicidios por encargo y de implementar medidas preventivas que puedan proteger a las potenciales víctimas. La colaboración entre las distintas fuerzas de seguridad y la utilización de tecnología avanzada, como las cámaras de seguridad, son herramientas esenciales en la lucha contra este tipo de delitos.
En resumen, el homicidio de Mauricio Guzmán representa un sombrío recordatorio de la capacidad humana para el mal y de la importancia de la justicia y la verdad en la resolución de crímenes tan atroces.