El circuito internacional de Shanghái vuelve a ser el escenario para la Fórmula 1 tras un largo paréntesis de cinco años. Desde 2019, el Gran Circo no ha visitado China, una ausencia que no ha sido especialmente notoria dada la naturaleza del trazado. Aunque no es un circuito histórico, tampoco está entre los que podrían considerarse prescindibles. De hecho, su primera curva bien recordada, su larga recta trasera y su zona virada, son algunos de los elementos que lo hacen interesante.
Este fin de semana, sin embargo, el circuito de China no solo es notable por su regreso al calendario. Se convierte en un escenario de prueba para la Fórmula 1 mientras continúa el debate sobre el formato de sprint, una innovación que se introdujo para dar a los fans una razón adicional para seguir la carrera de una manera diferente. Este formato de gran premio busca que los tres días de acción en la pista sean entretenidos, evitando que los viernes sean irrelevantes para el espectáculo.
Esta vez, China introduce un nuevo giro. Habrá una única sesión de práctica libre para luego disputar la ‘sprint shootout’ o clasificación de la carrera sprint. Esta durará menos de 45 minutos pero determinará la parrilla de la carrera del día siguiente, que será de 100 kilómetros, es decir, 19 vueltas o 60 minutos. El sábado verá una carrera y una clasificación: la mencionada carrera ‘sprint’ y solo tres horas y media después, la sesión habitual con Q1, Q2 y Q3 en la que los pilotos buscarán su posición en la carrera principal del día siguiente.
Este cambio, sin embargo, no está exento de dudas. Si antes los pilotos eran muy conservadores en el sprint, este cambio podría hacerlos aún más reacios a arriesgar sus coches por unos pocos puntos, especialmente con tan poco tiempo entre la carrera corta y la clasificación. A pesar de que se podrá abrir el parque cerrado entre una sesión y otra, el trabajo intensivo que tendrían que hacer los mecánicos en caso de accidente o avería puede no ser lo ideal. Los pilotos mismos tienen serias dudas, pero los aficionados chinos han mostrado su agradecimiento a la organización por dar valor a su regreso al calendario.
El GP de China también es notable por ser el primero desde que se confirmó la continuidad de Fernando Alonso. El veterano piloto español se mostró relajado y contento tras su renovación con Aston Martin. Según él, la decisión fue sencilla y se llegó a un acuerdo en uno o dos días después del GP de Japón.
La decisión de Alonso puede influir en el futuro de otros pilotos, como Carlos Sainz, que ha tenido un comienzo de temporada impresionante, con tres podios en tres carreras disputadas. Sainz es consciente de que, a pesar de la renovación de su compatriota y viejo amigo, es su rendimiento el que determinará su futuro. Asegura que sus mejores opciones siguen abiertas y que, aunque no hay avances en las últimas semanas, las buenas opciones siguen disponibles.
