El mundo emprendedor en Chile se ha visto sorprendido por un correo del Servicio de Impuestos Internos (SII), que ha ordenado a los contribuyentes cambiar su domicilio tributario de virtual a físico. Esta medida ha causado inquietud entre los emprendedores locales, ya que consideran que su actividad económica es perfectamente compatible con una oficina virtual.
El comunicado del SII ha generado reacciones adversas en diversas organizaciones de emprendedores. Una de ellas es la Multigremial Nacional, que ha alertado que esta medida podría afectar a unas 50 mil pequeñas y medianas empresas (pymes).
Sin embargo, ante la ola de críticas, el SII tuvo que salir a dar explicaciones y aclarar la situación. Reconoció que el correo había sido enviado a un grupo de contribuyentes que no cumplía con las características requeridas y prometió enviar un nuevo correo con más aclaraciones en las próximas horas.
El correo del SII que desató la polémica indicaba que, según la actividad económica que el contribuyente registra, su domicilio no cumple con los requisitos necesarios, ya que su actividad requiere de un lugar físico para poder ser realizada. Por lo tanto, el ente fiscalizador solicitaba a los contribuyentes actualizar su domicilio o la sucursal donde se desarrolla la actividad correspondiente.
La Multigremial Nacional ha sido especialmente crítica con este primer comunicado del SII, calificándolo de «inaceptable» y señalando que infringe los artículos 6 y 7 de la Constitución, donde se atribuye al SII una capacidad que en realidad no tiene, fomentando de esta manera la informalidad.
Pablo Swett, presidente de la Multigremial Nacional, ha señalado que esta medida implica un mayor costo para las pymes, que tendrían que contar con una sucursal donde ni siquiera desarrollan sus actividades, lo que va en contra de la formalización de las actividades económicas.
Por su parte, la Asociación de Emprendedores (Asech) ha indicado que más de 200 mil personas y pymes recibieron la notificación del SII, lo que a su juicio, «genera un daño inmediato y enorme a la caja de miles de pymes que ya están ahogadas financieramente».
Ante esta situación, el SII tuvo que salir a aclarar lo sucedido y reconocer que el correo fue enviado erróneamente a un grupo de contribuyentes que no reunían las características solicitadas. Aseguró que el propósito de la comunicación era que esos contribuyentes registren adicionalmente el domicilio físico en que se realiza la actividad, y no que abandonen el domicilio virtual.
El SII señaló que el correo electrónico fue enviado erróneamente a un grupo de contribuyentes cuya actividad económica no reunía estas características, lo que generó confusión. Por este motivo, prometió enviar otro correo aclaratorio a todos aquellos que ya recibieron el primer mensaje.
Finalmente, el SII recalca que, como organismo de servicio, deben resguardar el uso de direcciones virtuales, facilitar la fiscalización y prevenir su mal uso. Además, anunció que reforzará los protocolos de comunicaciones masivas para evitar futuras confusiones.
La polémica generada por este correo del SII pone en evidencia los desafíos que enfrenta la administración tributaria en un mundo cada vez más digitalizado, donde las fronteras entre lo físico y lo virtual se desdibujan y las actividades económicas se desarrollan con mayor flexibilidad y adaptabilidad a las nuevas tecnologías.
