El GP de Japón, entre incógnitas: frío, pocas pruebas y algún susto

El legendario piloto de Fórmula 1, Niki Lauda, siempre se atribuyó a sí mismo la disposición de asumir un porcentaje muy específico de riesgo, ni un punto más ni un punto menos. Esta filosofía se manifestó claramente en la carrera de 1976 en Fuji, donde decidió retirarse debido a la intensa lluvia que caía en la pista. Tal vez asumiendo la misma idea, este viernes en el circuito de Suzuka, los pilotos mostraron una cautela similar.

El clima no fue tan drástico como en aquel incidente de hace casi 50 años, pero sí lo suficientemente malo para que casi todos los pilotos se abstuvieran de tomar riesgos innecesarios. El formato de gran premio, a diferencia del sprint que se vivirá en China en dos semanas, convierte cada viernes en una serie de vueltas en las que solo se puede afinar la puesta a punto y tomar sensaciones. Con la pista helada y un incómodo orvallo, hubo muy poca acción durante la jornada, privando a los pilotos de los datos que necesitaban.

El equipo más desafortunado fue el de Williams, que sufrió otro revés cuando su piloto estadounidense, Logan Sargeant, se estrelló debido a un error absurdo. En la primera tanda de libres, Sargeant se equivocó de curva y estrelló su monoplaza. Este es solo un síntoma de la situación que atraviesa Williams, en una caída progresiva pero inexorable hacia la irrelevancia o, lo que es peor, la desaparición.

Suzuka iba a ser el lugar donde varios equipos estrenarían novedades, incluidos Ferrari, Red Bull y Aston Martin. En Aston Martin, las nuevas piezas se montaron en el monoplaza de Lance Stroll y no en el de Fernando Alonso. A pesar de que Alonso es el líder indiscutible del equipo y Stroll ha aportado poco más que su apellido, será Stroll quien asuma el riesgo de estrenar las primeras evoluciones del AMR24.

La mirada se centró en Carlos Sainz en la única sesión con tiempos útiles. Max Verstappen dominó con relativa facilidad, seguido por Sergio Pérez y Sainz en tercero. Sainz llega con la moral alta después de su victoria en Australia y con la vista puesta en un buen resultado este fin de semana. Sin embargo, no lo tendrá fácil, dado que en Red Bull cualquier resultado que no sea un doblete se considera una anomalía.

Los aficionados japoneses, que asumieron con resignación la falta de acción de este viernes, esperan un espectáculo en las próximas carreras. El clima será sin duda un factor determinante, dado el cambio de fechas que ha alejado el temor a los tifones para dejar una más común tormenta. Con los almendros en flor decorando el imprescindible trazado nipón, todos los ojos estarán puestos en la pista de Suzuka para ver cómo se desarrollan las próximas carreras.

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