Innovación Chilena: Científicos Desarrollan un Revolucionario Material de Construcción a Partir de Hongos

En un avance significativo para la industria de la construcción y la sostenibilidad, un equipo de científicos chilenos ha creado un novedoso material de construcción utilizando hongos. Este descubrimiento no solo promete revolucionar el sector de la construcción, sino que también abre nuevas posibilidades para prácticas más sostenibles y ecológicamente responsables.

El desarrollo de este material se basa en el uso de micelio, la parte vegetativa de los hongos, que tiene la capacidad de crecer y entrelazar fibras orgánicas. Este proceso de bioconstrucción, conocido como micocompuesto, permite crear materiales que son no solo resistentes y duraderos, sino también biodegradables y significativamente menos nocivos para el medio ambiente en comparación con los tradicionales.

El equipo de investigadores, liderado por el Dr. Fernando Alfaro, ha estado trabajando en este proyecto durante los últimos cinco años. Su objetivo ha sido encontrar alternativas a los materiales de construcción convencionales, que a menudo dependen de recursos no renovables y generan grandes cantidades de residuos. "El micelio tiene propiedades mecánicas sorprendentes que lo hacen adecuado para ser utilizado en la construcción", explica Alfaro. "Es fuerte, ligero y, lo más importante, completamente biodegradable".

El proceso de creación del material comienza con el cultivo del micelio en un sustrato orgánico, como residuos agrícolas o madera en descomposición. A medida que el micelio crece, se entrelaza con el sustrato, formando una matriz sólida y resistente. Este material puede luego ser moldeado en una variedad de formas y tamaños, lo que lo hace extremadamente versátil para diferentes aplicaciones de construcción.

Uno de los aspectos más destacados de este material es su sostenibilidad. A diferencia de los materiales de construcción tradicionales, como el concreto y el acero, que requieren grandes cantidades de energía y recursos para su producción, el micelio crece naturalmente y puede ser cultivado usando desechos orgánicos. Esto no solo reduce la huella de carbono asociada con la producción de materiales de construcción, sino que también ayuda a gestionar los residuos agrícolas.

Además, el micelio tiene propiedades aislantes excepcionales, lo que lo hace ideal para aplicaciones en viviendas ecológicas y edificios de bajo consumo energético. Su capacidad para regular la humedad y la temperatura puede contribuir a crear ambientes interiores más saludables y confortables. "El micelio actúa como un aislante natural, lo que puede ayudar a reducir los costos de calefacción y refrigeración en los edificios", señala Alfaro.

Otro aspecto innovador de este material es su potencial para ser utilizado en la bioremediación, un proceso que utiliza organismos vivos para limpiar contaminantes del medio ambiente. Los hongos tienen la capacidad de descomponer una variedad de compuestos tóxicos, lo que sugiere que los materiales de construcción a base de micelio podrían ayudar a mitigar la contaminación en los sitios de construcción y en los edificios mismos.

El proyecto ha recibido un gran apoyo tanto del gobierno chileno como de instituciones internacionales. La Fundación para la Innovación Agraria (FIA) de Chile ha proporcionado fondos significativos para la investigación y el desarrollo de este material. "Estamos muy emocionados de ver hacia dónde nos llevará este descubrimiento", comenta María Teresa López, directora de la FIA. "Creemos que este material tiene el potencial de transformar la industria de la construcción y hacerla más sostenible".

A medida que el equipo de investigación avanza en el perfeccionamiento de su material, ya están en marcha varios proyectos piloto para probar su efectividad en el mundo real. Uno de estos proyectos incluye la construcción de una casa prototipo en la región de Valparaíso, que servirá como un laboratorio viviente para evaluar el rendimiento del material en diversas condiciones climáticas y estructurales.

Los beneficios potenciales de este material no se limitan solo a Chile. Dado que los hongos pueden ser cultivados en una amplia variedad de condiciones, este enfoque de bioconstrucción podría ser adaptado y utilizado en diferentes partes del mundo. Esto es particularmente relevante para regiones que enfrentan escasez de recursos y desafíos ambientales relacionados con la construcción.

Sin embargo, como con cualquier innovación, también existen desafíos y preguntas que deben ser abordados. Uno de los principales desafíos es la escalabilidad de la producción de micelio. Actualmente, el proceso de cultivo y transformación del micelio en material de construcción es laborioso y requiere condiciones controladas. Los investigadores están trabajando para desarrollar métodos más eficientes y rentables para producir el material a gran escala.

Además, aunque el micelio tiene propiedades prometedoras, aún se necesita realizar más investigaciones para comprender completamente su comportamiento a largo plazo en diversas aplicaciones de construcción. "Estamos en las primeras etapas de lo que promete ser una tecnología disruptiva", dice Alfaro. "Pero estamos viendo resultados muy prometedores y estamos comprometidos a seguir explorando sus posibilidades".

En conclusión, el desarrollo de un material de construcción a partir de hongos por científicos chilenos representa un paso audaz hacia un futuro más sostenible en la construcción. Este innovador enfoque tiene el potencial de reducir significativamente la huella de carbono de la industria y ofrecer soluciones más ecológicas y eficientes. A medida que continúen las investigaciones y se realicen más pruebas en el mundo real, podríamos estar al borde de una revolución en la manera en que construimos nuestros edificios y gestionamos nuestros recursos.

PorJulieta Quezada Campos

Ago 20, 2024
¿Wow? científicos chilenos crean novedoso material de construcción a partir de hongos

Investigadores Chilenos Crean Material de Construcción a Partir de Hongos

En un avance revolucionario, un equipo de investigadores chilenos del Instituto Milenio de Biología Integrativa (iBio) y el Laboratorio de Biofabricación de la Universidad Católica (UC) ha logrado desarrollar un material de construcción a partir de hongos. Este innovador descubrimiento no solo destaca la importancia de los hongos en los ecosistemas, sino también su potencial en biotecnología y producción de alimentos.

La iniciativa, que ha requerido una serie de análisis y la colaboración de varios expertos, tenía como objetivo principal desarrollar un material constructivo a partir del micelio de hongos y desechos agroindustriales (lignocelulósicos). Este proyecto no solo se centró en crear el producto en sí, sino también en proyectar un sistema constructivo que permita imaginar cómo podría armarse una casa con estos materiales como base.

El Proceso de Creación del Material de Construcción a Partir de Hongos

Sebastián Rodríguez, investigador del iBio, Co Director del **Laboratorio de Biofabricación** y docente en la **Escuela de Diseño y Arquitectura de la UC**, explicó que, dado que estos son los primeros trabajos de este tipo, la primera etapa fue **comprobar que estaban tomando las cepas adecuadas**. Para ello, se llevó a cabo una revisión exhaustiva de la literatura científica para determinar cuáles hongos descomponedores de madera podrían ser útiles. Posteriormente, a través de trabajo de campo y salidas a terreno, se aislaron algunas muestras con potencial material.

Rodríguez detalló: «Posterior a ello, **empezamos a armar una matriz experimental en el laboratorio**, que permitiera saber qué hongo funcionaba con cuál sustrato. Finalmente, amplificamos los volúmenes de trabajo, para poder hacer muestras más grandes utilizando las cepas seleccionadas con los sustratos, que incluían desechos como **bagazo de cerveza**, **paja de trigo** y **virutas de maderas**, entre otros».

En paralelo al desarrollo de las muestras, el equipo avanzó con el **sistema constructivo**, para entender cómo se puede trabajar con el material como si fuera un **ladrillo**, con sus vistas correspondientes y modo de armado.

Rodríguez señaló que los principales resultados de esta primera incursión han permitido abrir nuevas líneas de investigación y entender que **estas lógicas constructivas tienen un alto costo asociado** debido a todas las etapas que exige: molde, secado, post proceso.

«Por lo mismo, **comenzamos a ver de qué otra forma podíamos fabricar materiales como estos**, concluyendo que no era simplemente aumentar el volumen de producción, sino que debíamos trabajar bajo otras lógicas. De este modo, nacieron nuevos proyectos que buscan, por ejemplo, la utilización de menos tecnología y energía, la integración de la **fabricación digital** como motor de la investigación y algunos con salidas de I+D como el desarrollo de **packaging**», precisó.

Uno de los puntos relevantes para el equipo es que han podido compilar la información en **protocolos de libre acceso** que permiten la replicabilidad de estos materiales. Así, «democratizando el acceso a la información podemos mejorar las recetas de estos materiales, entender nuevas lógicas constructivas y tecnologías, entre otras variables».

En las últimas salidas a terreno al **parque Karukinka**, probaron un **laboratorio de campaña** que permite la recolección y aislamiento de las cepas con potencial material. En los próximos viajes, el objetivo es realizar **extracciones de ADN en terreno**, para tener mayor certeza sobre los hongos utilizados.

Rodríguez asegura que son múltiples las ventajas frente a los materiales tradicionales como las espumas. «Desde el **proceso productivo**, que apunta a un menor uso de energía, hasta la obtención de la **materia prima**, que por lo general son desechos de otras industrias. Estamos frente a una nueva lógica constructiva y eso es lo que tenemos que tener en consideración».

Sobre las proyecciones de uso, señala que actualmente hay **propuestas arquitectónicas** (pabellones) que proponen el uso de estos materiales, ya sea de manera estructural o secundaria, utilizando herramientas de **fabricación digital** o técnicas más análogas.

Para llegar al uso de estos materiales en el ámbito de la construcción, lo importante es la **investigación académica** en diferentes centros y en **laboratorios ciudadanos**. Esto da paso a mejores y más rápidos avances en relación al ámbito más privado, que patenta investigaciones y avances y limita el conocimiento.

En conclusión, el desarrollo de un **material de construcción a partir de hongos** y **desechos agroindustriales** representa un avance significativo en el campo de la **biotecnología** y la **sostenibilidad**, marcando el inicio de una nueva era en la **construcción ecológica**.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *