Italia también fiscalizará a sus clubes

El concepto de sostenibilidad en el ámbito deportivo, en particular en el mundo del fútbol, ha adquirido una relevancia crítica en los últimos tiempos. Ha quedado demostrado que la sostenibilidad no debe confundirse con la austeridad, y aquellos que han seguido un camino contrario a esta premisa están sufriendo las consecuencias.

En un intento por garantizar la sostenibilidad económica de los clubes de fútbol, el Reino Unido ha iniciado el proceso legislativo para establecer un regulador independiente con el objetivo de supervisar las cuentas de los clubes. Italia, por su parte, ha optado por seguir un camino similar, lo cual demuestra que el asunto es de gran importancia y no solo una coincidencia aislada.

El fútbol inglés e italiano representa las dos competiciones nacionales que más dinero pierden en toda Europa. Hasta ahora, sus gestores no habían impuesto demasiadas restricciones a aquellos que operaban a pérdidas en busca de un sueño. Los números hablan por sí solos: los clubes ingleses perdieron 816 millones en la temporada 2022-2023, mientras que los italianos registraron pérdidas de más de 600 millones.

La introducción de un nuevo modelo regulatorio ha generado cierta inquietud en algunos sectores, que ven en él una posible injerencia que podría amenazar su autonomía. Algunos agitan las banderas de la FIFA y la UEFA, argumentando que la pérdida de autonomía podría tener un impacto negativo en la gestión de los clubes.

A pesar de estas protestas, la realidad es que la autonomía financiera de los clubes ya es limitada. El modelo tradicional en el que un inversor soportaba todas las pérdidas ha quedado obsoleto. En este sentido, surge la cuestión de si la situación habría sido diferente en España de no ser por el control económico ejercido por LaLiga.

En los últimos años, LaLiga ha insistido en la necesidad de un control financiero más estricto para garantizar la sostenibilidad de los clubes. Esta insistencia parece haber calado en otros países, tal como lo demuestran los movimientos regulatorios en el Reino Unido e Italia.

Es evidente que la sostenibilidad financiera es un desafío para los clubes de fútbol en toda Europa. La creación de un regulador independiente que supervise las cuentas de los clubes es un paso en la dirección correcta para garantizar que los clubes pueden seguir compitiendo en el más alto nivel sin poner en riesgo su viabilidad económica a largo plazo.

La adopción de medidas de control económico por parte de LaLiga demuestra que es posible combinar la sostenibilidad con el éxito en el campo. La replicación de este modelo en el Reino Unido e Italia sugiere que otros países también están comenzando a reconocer la importancia de la sostenibilidad en el fútbol.

Sin embargo, también es importante reconocer que la implementación de este tipo de medidas regulatorias puede generar resistencia por parte de aquellos que ven amenazada su autonomía. En este sentido, será crucial garantizar que estas medidas se implementen de manera que se respeten los principios de autonomía y autogestión que son fundamentales para el funcionamiento de los clubos de fútbol.

En resumen, la sostenibilidad es una cuestión que cada vez cobra más relevancia en el ámbito del fútbol. Las medidas adoptadas por el Reino Unido e Italia para garantizar la viabilidad económica de sus clubes son un claro indicativo de que se está reconociendo la necesidad de un enfoque más sostenible. A medida que avanzamos hacia el futuro, es probable que veamos más iniciativas similares en otros países.

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