La ciudad de Ovalle y la Provincia del Limarí siguen sumidas en la tristeza casi dos años después del horrendo asesinato de la profesora Karen Acevedo, quien fue brutalmente atacada con más de 100 puñaladas por su expareja. Este trágico incidente ocurrió la noche del 23 de octubre de 2022, dejando una cicatriz profunda en la comunidad.
El brutal crimen tuvo lugar en la casa de Karen, localizada en la Villa Bicentenario de Ovalle. Aunque la profesora trabajaba en una escuela rural de Punitaqui, aquella fatídica noche se encontraba en su hogar cuando su expareja irrumpió violentamente. En medio del caos, Karen intentó alertar a su familia, pero fue en vano. Cuando la policía llegó, encontraron a Karen sin vida, con su hermano intentando desesperadamente brindarle los primeros auxilios. En la escena del crimen también se encontraba la presunta asesina, identificada como C.T.P.D., de 42 años, quien fue detenida después de recibir tratamiento por las heridas que aparentemente se infligió a sí misma.
“ESTAMOS ESPERANZADOS”
El juicio oral está programado para comenzar el próximo 29 de julio, una instancia judicial que se extenderá hasta el 1 de agosto. En conversación con Diario El Día, Paola Acevedo, hermana de Karen, expresó que como familia están “tranquilos” y a la espera del inicio del juicio y la determinación del tribunal. «Estamos esperanzados de que vamos a obtener una buena condena, que este largo tiempo que hemos esperado por esto dé sus frutos», declaró.
Paola expresó que esperan poder hacer justicia por su hermana. «A nosotros no nos va a devolver a Karen, pero queremos que este crimen no se repita y que todos sepan que fue un crimen atroz. Como familia estamos aprendiendo a vivir con la ausencia de Karen. Todo este proceso ha sido muy difícil», afirmó.
«Karen era muy querida. Todos los días nos preguntan cuándo comenzará el juicio y cuándo se hará justicia. Desde sus alumnos hasta sus colegas, la gente siempre está pendiente de cómo estamos como familia. Hemos tenido mucho apoyo durante este tiempo», concluyó.
Aunque el dolor y la tristeza siguen siendo abrumadores, la familia de Karen sigue adelante, llevando con ellos el recuerdo de la profesora querida y respetada que fue. Su pérdida ha dejado un vacío en la comunidad que difícilmente será llenado.
El juicio pendiente no solo busca justicia para Karen, sino también un mensaje claro: la violencia de género es un delito grave que no será tolerado. Este caso ha dejado una huella imborrable en la comunidad de Ovalle y la Provincia del Limarí, pero también ha demostrado la fortaleza y la resiliencia de aquellos que se niegan a ser silenciados ante la injusticia.