La región ha registrado una disminución en la tasa de desocupación del 8,2% para el periodo de marzo a mayo de 2024, lo que representa una disminución anual de 0,6 puntos porcentuales, según el informe emitido por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Esta disminución en la tasa de desempleo es resultado de un aumento en la fuerza laboral de 0,5%, que es menor al incremento presentado por las personas ocupadas del 1,3%.
Este indicador marca el tercer descenso consecutivo en el número de personas desempleadas, con una disminución del 6,9%, totalizando 33.390 personas. Este cambio es un indicador positivo para la economía de la región y muestra una tendencia hacia la recuperación y el crecimiento.
El delegado presidencial regional, Galo Luna, comentó que la economía nacional y regional ha tomado un camino positivo. Luna expresó su esperanza de ver un aumento continuo en estas cifras gracias a una fuerte inversión pública y a las iniciativas privadas. Enfatizó la necesidad de poner mucho énfasis en las necesidades de los diferentes sectores, en particular la provincia de Limarí, que ha sufrido las consecuencias de la escasez de agua y sus implicancias en el empleo.
El seremi del Trabajo, Francisco Brizuela, destacó que el gobierno se ha esforzado por crear las condiciones necesarias para que la región continúe reactivándose y generando más empleo. Afirmó que estos números positivos instan a continuar en este camino de crecimiento e inversión que ha tomado el país.
Un aumento en la población ocupada del 1,3% fue influido principalmente por la industria manufacturera con un aumento del 40,6%, la administración pública con un 33,6% y la minería con un 8,9%.
En la provincia de Limarí, la tasa de desocupación registró un incremento de 0,4 puntos porcentuales en doce meses. Sin embargo, al comparar con el trimestre anterior, la variación es positiva, pasando de 7,9% (febrero-abril) a 6,7% (marzo-mayo).
A nivel nacional, las regiones de Ñuble (10,2%), O’Higgins (9,5%) y Atacama (9,2%) registraron las tasas de desocupación más altas, mientras que Coquimbo (8,2%) ocupó el décimo lugar. Las regiones con las tasas de desempleo más bajas fueron Los Lagos (4,8%) y Aysén (5,2%).
Estos datos subrayan la importancia de las inversiones y las políticas públicas en la generación de empleo y el desarrollo económico de la región. A medida que la economía se recupera, es esencial mantener el enfoque en la creación de oportunidades de empleo y en el fortalecimiento de los sectores más afectados por la recesión y la escasez de agua.
El camino hacia la recuperación y el crecimiento económico es largo y se necesita un enfoque colaborativo e integral que incluya a todos los actores involucrados. El gobierno, la industria privada, los sindicatos y las comunidades deben trabajar juntos para lograr un impacto positivo en el mercado laboral y garantizar que más familias tengan acceso a un trabajo que les permita avanzar en calidad de vida.