Dos veces al año, los chilenos deben ajustar sus relojes para adaptarse a los horarios de invierno y verano. En esta ocasión, el sábado 7 de septiembre, la hora se adelantará 60 minutos, pasando de las 23:59 a la 01:00. Este cambio aplica para todo el territorio nacional, con la excepción de la región de Magallanes y la Antártica.
El Dr. Alejandro de Marinis, neurólogo e integrante del Programa de Medicina del Sueño de la Clínica Universidad de los Andes, explica que nuestro reloj biológico depende críticamente del ciclo de luz y oscuridad, el cual se ve alterado con el cambio de hora. Esta modificación es más significativa cuando se pasa al horario de verano, ya que "las personas se van a acostar más temprano en relación con el ciclo de luz y oscuridad, y deben seguir levantándose a la misma hora".
Recomendaciones para Adaptarse al Cambio Horario
La recomendación es comenzar dos semanas antes a acostarse y despertarse 15 minutos antes por dos o tres días, luego adelantar otros 15 minutos, y así sucesivamente hasta el 7 de septiembre. De esta manera, cuando ocurra el cambio, el reloj biológico ya estará preparado. El especialista enfatiza que «en la biología, la gradualidad es sumamente importante. Pequeñas modificaciones ayudan a que la adaptación sea más fácil».
Esta estrategia de anticipación es especialmente importante para personas con **trastornos del sueño**, adultos mayores y niños pequeños. Se estima que un 30% de los chilenos sufren de **insomnio crónico**.
En caso de presentar dificultades para adaptarse al nuevo horario o si se manifiesta insomnio, el Dr. de Marinis señala que nunca se debe iniciar el tratamiento con fármacos. «En la mayoría de los casos, estos problemas se generan por la desregulación del reloj biológico, ya que este recibe señales erráticas en el ciclo de luz y oscuridad», añade.
Por ello, si se presenta algún trastorno del sueño, lo primero que se debe hacer es seguir un plan de **terapia cognitivo-conductual** con un especialista, el cual consiste en enviar señales estrictas al reloj biológico. Esta terapia se puede complementar con el uso de **melatonina**, una hormona que normalmente produce el cerebro a medida que oscurece y que es una de las señales biológicas para inducir el sueño.
Para que su uso sea efectivo, se requiere la dosis correcta, por lo que siempre debe ser prescrita por un especialista. «En ninguna circunstancia se debe recurrir a la **automedicación**», concluye el Dr. de Marinis.
El cambio de horario también puede tener implicaciones en otros aspectos de la salud y la vida cotidiana. Por ejemplo, el **ritmo circadiano**, que regula muchas funciones biológicas, puede verse alterado. Esto puede influir en la **calidad del sueño**, la **productividad** y el **bienestar general**.
Además, el cambio de hora puede afectar a personas con **trastornos de salud mental**, como **depresión** o **ansiedad**, ya que una alteración en el ciclo de luz y oscuridad puede agravar estos problemas. Por ello, es crucial que estas personas sigan las recomendaciones de los especialistas para minimizar los efectos negativos.
En el ámbito laboral, el cambio de horario puede tener un impacto en la **productividad** de los trabajadores. Los expertos sugieren que las empresas consideren la posibilidad de ajustar los horarios de trabajo durante los primeros días después del cambio de hora para ayudar a los empleados a adaptarse.
Los estudiantes también pueden verse afectados por el cambio de horario, ya que puede interferir con su **concentración** y **rendimiento académico**. Los padres y educadores deben estar atentos a cualquier cambio en el comportamiento o el rendimiento de los niños y jóvenes durante este período de ajuste.
En términos de **seguridad vial**, el cambio de hora puede aumentar el riesgo de accidentes de tráfico, ya que los conductores pueden sentirse más cansados o desorientados. Se recomienda a los conductores que tomen precauciones adicionales, como asegurarse de estar bien descansados antes de ponerse al volante y evitar conducir durante las horas en las que normalmente estarían durmiendo.
En resumen, el cambio de horario en Chile es un evento que afecta a distintos aspectos de la vida diaria, desde la salud y el sueño hasta la productividad y la seguridad. Siguiendo las recomendaciones de los especialistas y adoptando medidas de adaptación gradual, es posible minimizar los efectos negativos y facilitar la transición al nuevo horario.
