¿Qué? Rotación del núcleo interno de la Tierra se estaría haciendo más lenta, según expertos

Una investigación reciente de la prestigiosa Universidad del Sur de California (USC) ha arrojado luz sobre un fenómeno geológico fascinante: el núcleo interno de la Tierra ha disminuido su velocidad de rotación en comparación con la superficie durante los últimos 14 años. El descubrimiento, que fue publicado en la revista científica Nature, abre nuevas preguntas sobre los procesos internos de nuestro planeta y cómo estos podrían afectar su superficie.

El núcleo interno de la Tierra es una esfera superdensa compuesta por hierro y níquel, aproximadamente del tamaño de la Luna. A pesar de estar a más de 4.800 kilómetros debajo de la superficie terrestre, su comportamiento puede tener consecuencias notables. Sin embargo, los efectos de este cambio en la velocidad de rotación del núcleo son sutiles y no son inmediatamente perceptibles.

Durante más de dos décadas, los científicos han debatido sobre la rotación del núcleo interno, sabiendo que tiende a girar un poco más rápido que la corteza y el manto terrestres. La investigación liderada por John Vidale, profesor de Ciencias de la Tierra en la USC, ha presentado «pruebas inequívocas» de que el núcleo interno ha comenzado a ralentizarse desde 2010.

«Cuando vi por primera vez los sismogramas que insinuaban este cambio, me quedé perplejo», admitió Vidale. Sin embargo, después de encontrar docenas de observaciones más que apuntaban al mismo patrón, la conclusión fue ineludible: el núcleo interno de la Tierra se estaba ralentizando.

Para llegar a esta conclusión, Vidale y su equipo utilizaron las ondas sísmicas generadas por terremotos y pruebas nucleares para estudiar los movimientos del núcleo. En esta investigación, se analizaron datos de 121 terremotos repetidos en las Islas Sandwich del Sur y pruebas nucleares antiguas, lo que permitió al equipo obtener una visión más clara del comportamiento del núcleo.

Según Vidale, el cambio en la velocidad de rotación del núcleo interno podría estar influido por la agitación del núcleo externo de hierro líquido que lo rodea. Este núcleo externo genera el campo magnético de la Tierra y, junto con las fuerzas gravitatorias del manto rocoso que lo envuelve, puede tener un impacto en la velocidad de rotación del núcleo interno.

Sin embargo, a pesar de la importancia de estos hallazgos, los investigadores enfatizan que no implican un riesgo inmediato de catástrofes naturales. De hecho, si bien el cambio en la velocidad de rotación del núcleo interno podría, en teoría, afectar la duración de los días en la Tierra, el cambio sería tan pequeño que sería casi imperceptible, perdido en el «ruido» de los océanos y la atmósfera.

«La danza del núcleo interno podría ser incluso más animada de lo que sabíamos hasta ahora», comentó Vidale, enfatizando la importancia de continuar estudiando y monitoreando estas profundidades geológicas. Como se puede ver, la ciencia de la Tierra es un campo en constante evolución y lleno de sorpresas.

La investigación de Vidale y su equipo es un recordatorio de la importancia de la ciencia básica. Observar y entender el mundo natural puede parecer un ejercicio puramente académico, pero a medida que aprendemos más sobre nuestro planeta, también aprendemos más sobre cómo podemos interactuar con él de manera sostenible y cómo podemos prepararnos para los cambios que pueda experimentar en el futuro.

Por ahora, no hay necesidad de preocuparse ni de ajustar los relojes. Sin embargo, este estudio es un testimonio de la increíble dinámica de nuestro planeta, y de la importancia de la ciencia en nuestra comprensión y apreciación de él.

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