El mundo del baloncesto europeo fue testigo del triunfo de Real Madrid en la semifinal de la Euroliga, con la actuación estelar de Sergio Rodríguez, cuya asistencia por la espalda al Uber Arena fue la chispa que encendió la mecha para derrotar al Olympiacos. Sin embargo, el base madridista, al ser consultado acerca de su brillante nivel de juego, prefirió mantener la atención en el próximo encuentro, enfocándose en el compromiso del domingo.
«La sensación de ganar es única y ahora mismo no puedo pensar en otra cosa, sinceramente. Que no sea preparar la final, disfrutarla, estar bien en defensa, poner energía para el equipo y ayudar en lo que pueda», expresó Rodríguez, demostrando su compromiso total con el equipo y el objetivo inmediato: la final de la Euroliga.
El siguiente desafío para los madridistas será el Panathinaikos, el último obstáculo en su camino para culminar una temporada excepcional en Europa y levantar la segunda Copa de Europa consecutiva. Analizando el próximo encuentro, Rodríguez notó, «El Panathinaikos es un equipo de más defensa, más de físico, interiores muy grandes. Tienen un pívot muy móvil como Lessort, después tienen jugadores por el perímetro muy desequilibrantes, como Nunn, como Sloukas. Pero si quieres ganar la Euroliga, al que te enfrentes en la final ya sabes lo que toca.»
Rodríguez también comentó con humor sobre su compañero de equipo, Juancho, expresando su deseo de que no tuviera un buen partido en tono de broma. Sin embargo, la seriedad volvió al hablar de la final de la Euroliga, donde el Real Madrid llegará después de frenar la remontada del Olympiacos, que a pesar de estar 25 puntos abajo, puso en aprietos al equipo de Chus Mateo.
De hecho, Rodríguez ve este desafío como algo positivo, argumentando, «Es mejor sufrir, porque si no llegas con unas sensaciones tan buenas puede ir en tu contra. Pero he tenido todas las posibilidades. He ganado más 30 y he ganado, he ganado más 30 y he perdido. Así que cada partido es un mundo».
Una vez más, el baloncesto europeo es testigo del dominio del Real Madrid y la brillantez de jugadores como Sergio Rodríguez. Sin embargo, el base madridista sabe que el trabajo aún no está terminado y que la verdadera prueba será la final contra el Panathinaikos. Con la concentración y el compromiso demostrado hasta ahora, no hay duda de que el Real Madrid está preparado para enfrentar este desafío y, posiblemente, levantar la segunda Copa de Europa consecutiva.