En un giro sorprendente, nuevos detalles surgieron el sábado sobre la participación de un bombero y un exbrigadista de Conaf en el megaincendio que devastó la región de Valparaíso en febrero. Ambos hombres fueron arrestados por su presunta implicación en el incendio que dejó más de 130 muertos y alrededor de 16 mil damnificados.
En la audiencia de control de detención, el Ministerio Público presentó pruebas de las investigaciones llevadas a cabo con la Policía de Investigaciones (PDI). Las pruebas permitieron identificar a ambos acusados como sospechosos en el origen del devastador incendio que afectó a las comunas de Viña del Mar, Quilpué y Villa Alemana el 2 y 3 de febrero.
El bombero, identificado como Francisco Mundaca, fue arrestado en la Decima Tercera Compañía de Bomberos de Placilla en Valparaíso. Se le acusa de ser el autor material del megaincendio. Por otro lado, el exbrigadista, Franco Molina, según las diligencias de Fiscalía y la PDI, habría actuado como el autor intelectual de los incendios.
Los abogados de las víctimas del incendio revelaron que se interceptó una llamada telefónica entre los acusados y se encontraron videos que los ubicaban en un vehículo en el lugar del incendio. El abogado querellante de 40 víctimas del megaincendio, Felipe Olea, explicó que la Brigada de Medio Ambiente pudo localizar a los dos acusados en el lugar del siniestro, no solo mediante las cámaras, sino también a través de las señales de sus teléfonos móviles.
Según lo expuesto en la audiencia, el exbrigadista habría incentivado la creación de estos incendios, ya que generar más incendios le reportaría mayores beneficios económicos en su función en Conaf. “Entendemos que estos fines mezquinos, objetivos mezquinos que se persiguieron en este caso al momento de generar esta catástrofe, desde luego dan cuenta de la participación”, acusó Olea.
El abogado también expresó su satisfacción por el hecho de que se hayan identificado a dos responsables con pruebas concretas. Sin embargo, advirtió que más personas podrían ser responsables de la tragedia. Olea explicó que Mundaca podría estar implicado en al menos otros 7 incendios registrados en la zona anteriormente. Si se comprueba, estaríamos frente a una persona que ha hecho un hábito de generar incendios forestales en el sector de Peñuelas.
En otro giro, Cristian Orellana, familiar de Anastasia Orellana, una menor que murió en el incendio junto a su madre y su pareja, sugirió que Francisco Mundaca sabía que el día del incendio no habría suficientes bomberos en la región de Valparaíso. El personal de Bomberos estaba apoyando en otros focos de incendio en la región de O’Higgins. “Ese día los Bomberos de Valparaíso que atendían incendios forestales se encontraban fuera de la región, entonces ellos sabían y conocían perfectamente que en ese momento los bomberos no se encontraban justamente en su máximo o en su óptimo para poder realizar cualquier tipo de apague incendios”, afirmó Orellana.
Las acusaciones de que los dos hombres habían planeado el incendio sabiendo que los bomberos no estarían disponibles fueron respaldadas por las afirmaciones de Orellana de que “ellos premeditadamente hicieron todo esto, o sea, sabían perfectamente lo que iba a ocurrir.” Agregó que es necesario llevar a cabo una investigación completa y pidió a la comunidad que no juzgue a todos los bomberos por las acciones de Mundaca.
El proceso judicial continúa y el Ministerio Público ha solicitado la medida cautelar de prisión preventiva para ambos acusados. Este caso resalta las graves consecuencias de la negligencia y la mala conducta en la prevención y el manejo de incendios forestales, y subraya la necesidad de una mayor vigilancia y responsabilidad en estos roles críticos.