El presidente de Chile, Gabriel Boric, aborda el delicado tema del alza de las tarifas de energía eléctrica durante su gira por la región de Magallanes. Este es un tema de interés nacional, ya que las cuentas de energía eléctrica han estado virtualmente congeladas desde 2019. En aquel año, se aprobó la primera de tres leyes destinadas a estabilizar los precios para los clientes regulados, una medida que ha mantenido en vilo a los consumidores y a la industria de la energía.
El 10 de abril, el Senado aprobó un cuarto proyecto que buscaba solucionar la implementación del Mecanismo de Protección al Cliente (MPC). Esta iniciativa tenía como objetivo contener un aumento que podría haber alcanzado hasta el 150% para los clientes de mayor consumo. Sin embargo, se decidió implementar un descongelamiento gradual de las tarifas, un proceso que comenzará el próximo 1 de julio.
El mandatario chileno se refiere a este asunto con seriedad y responsabilidad. “Como Presidente de la República, tengo el deber de ser responsable y pensar no en la próxima elección, sino en la sostenibilidad de las finanzas públicas pensando en las familias chilenas”, señaló Boric durante una entrevista con Radio Presidente Ibáñez de Magallanes.
Boric destacó que el congelamiento de las cuentas ha acumulado una deuda de 6.500 millones de dólares. “La experiencia que he tenido en el Gobierno es que la deuda que no se paga sale más cara. Por lo tanto, el ajuste que hay que hacer, que es difícil, es un ajuste necesario o sería irresponsable de nuestra parte”, afirmó.
Además, durante su intervención, Boric recordó que se ha establecido un subsidio para 1.500.000 familias para aliviar el impacto de esta medida. En este sentido, añadió que “estamos buscando los mecanismos para poder ampliar ese subsidio a más familias”. Esta declaración muestra el compromiso del gobierno con el bienestar de la población en medio de los ajustes económicos necesarios.
Boric es consciente del descontento que puede generar esta medida en la población y aseguró que su gobierno está atento a las demandas de la población. “No somos sordos ante esa demanda y quiero que sepan que vamos a buscar los mejores mecanismos, pero creo que también es importante en esto ser muy responsables”, concluyó.
El alza de las tarifas de energía eléctrica es una realidad que afecta a muchos países en el mundo. En el caso de Chile, el gobierno está implementando medidas para asegurar la sostenibilidad de las finanzas públicas, al mismo tiempo que busca proteger a las familias de bajos ingresos. El desafío es encontrar un equilibrio entre la necesidad de aumentar las tarifas para pagar la deuda acumulada y el compromiso de proteger a las familias más vulnerables de la sociedad chilena.
El enfoque del presidente Boric es claro: la responsabilidad fiscal es una prioridad, pero también lo es el bienestar de la población. Se están buscando soluciones que permitan ampliar el subsidio a más familias para mitigar el impacto del alza de las tarifas. Sin embargo, queda claro que la decisión no es fácil y requiere de un análisis cuidadoso y equilibrado.
La situación en Chile es un reflejo de los desafíos que enfrentan muchos países en términos de energía y economía. La transición hacia una matriz energética más sostenible y justa es un camino largo y complicado, pero necesario para el futuro del planeta y el bienestar de las generaciones venideras.