En una reciente entrevista con la revista Ya de El Mercurio, la periodista Carolina Urrejola abrió su corazón para hablar sobre el doloroso proceso de su separación con su exmarido, el también periodista Mauricio Jürgensen. La pareja, que estuvo casada durante nueve años, decidió poner fin a su matrimonio en 2020, una experiencia que Urrejola describió como especialmente dolorosa.
Urrejola y Jürgensen, que tienen dos hijos juntos, tuvieron que enfrentar la triste realidad de que su matrimonio no había funcionado. «Que no resulte es muy triste, sobre todo cuando hay niños chicos. Cualquier persona que se haya separado sabe lo difícil que es», compartió Urrejola, tocando un tema sensible que muchas familias desafortunadamente tienen que atravesar.
La periodista también reflexionó sobre la angustia adicional de que este había sido su segundo matrimonio. «Fue especialmente doloroso porque vuelves a creer en el matrimonio, vuelves a tener hijos«, agregó. Urrejola estuvo casada por primera vez durante seis años con el padre de su hija mayor, con quien afirmó llevarse súper bien hasta el día de hoy.
A pesar de la tristeza y las dificultades, Urrejola enfatizó la importancia de mantener una relación positiva con su exmarido por el bien de sus hijos. «Nunca estuvo en duda que íbamos a seguir siendo partners en la crianza de los niños. Y realmente co-criamos», afirmó. Esta perspectiva reconoce el rol vital que los padres juegan en la vida de sus hijos, incluso después de una separación.
La periodista también mencionó que, aunque fue un camino difícil al principio, ha logrado llevarse bien con Jürgensen gracias a su dedicación y esfuerzo mutuo. «Ha sido un camino que al principio fue muy difícil, pero como somos muy mateos en mantenerlo, nos llevamos bien«, compartió.
La experiencia de Urrejola destaca la importancia de mantener la salud emocional y el bienestar durante y después de un divorcio. Aunque el proceso puede ser doloroso y desafiante, mantener una relación positiva con un ex cónyuge y co-criar de manera efectiva puede tener un impacto significativo en la salud emocional de los niños involucrados.
En resumidas cuentas, la historia de Urrejola y Jürgensen sirve como un poderoso recordatorio de que, aunque las relaciones pueden cambiar y terminar, la responsabilidad y el amor hacia los hijos deben permanecer inalterados. Esta es una lección importante para todas las parejas que atraviesan un divorcio, especialmente aquellas con hijos pequeños, y subraya la importancia de la resiliencia, la cooperación y la crianza conjunta en situaciones de separación.