El brutal asesinato del médico cirujano Nicolás Pinochet García (36) ha causado una profunda conmoción en la región de La Serena, Chile, y resonado en todo el país. La muerte de este profesional de la salud, hallado sin vida en la tarde del jueves en un terreno baldío, se ha convertido en objeto de una intensa investigación policial.
Nicolás Pinochet había sido desvinculado del Cesfam Emilio Schaffhauser un mes antes de su muerte. En una discusión con la directora del recinto el lunes 8 de julio, el médico exigía el pago de una boleta por servicios prestados y, en medio del altercado, intentó prender fuego al establecimiento. Tras el incidente, la Fiscalía ordenó a la SIP de Carabineros rastrear al profesional.
Al día siguiente, pasado las 13:00 horas, el personal de Carabineros llegó al departamento familiar en busca de Nicolás. Sin embargo, el médico restó importancia a la situación y salió con dos ciudadanos venezolanos y una mujer boliviana que lo esperaban en el inmueble. Fue la última vez que su familia lo vio con vida.
Preocupado por la falta de contacto con su hijo, el padre de Nicolás presentó una denuncia por presunta desgracia ante la PDI (Policía de Investigaciones) el miércoles 10 de julio. En la denuncia, el padre reveló que Nicolás había mostrado comportamientos extraños durante la última semana, posiblemente debido a una crisis psicótica relacionada con su trastorno afectivo bipolar, una condición que había padecido durante más de 15 años.
El jueves 11, personas en situación de calle reportaron el hallazgo de un cuerpo sin vida cerca de la ruta 5 con Huanhualí. Las autoridades confirmaron que se trataba de Nicolás Pinochet y que había participación de terceros en su muerte.
Menos de 24 horas después del hallazgo, la PDI informó la detención de uno de los presuntos homicidas, identificado con las iniciales C.T.A.L., un ciudadano venezolano de 24 años en situación irregular. En la formalización del imputado, llevada a cabo el sábado 13 de julio, se detalló que Nicolás Pinochet había sido asfixiado, ultrajado sexualmente y golpeado con una roca en su zona genital y en su cabeza, lo que le causó la muerte por un traumatismo craneoencefálico.
La investigación se centra ahora en esclarecer las horas finales de vida de Nicolás, y en particular, cómo conoció a sus agresores. Según la declaración de la pareja de C.T.A.L., una mujer boliviana, Nicolás había preguntado a los dos hombres si conocían dónde podía arrendar un departamento y dónde se vendía droga.
Después de retirar algunas pertenencias de su casa, los tres hombres se dirigieron a un sitio eriazo donde supuestamente se vendía droga, mientras que la mujer se dirigió a su casa con algunas pertenencias de Nicolás. Cuando los hombres regresaron al domicilio, Nicolás no estaba con ellos. Según el testimonio de la mujer, uno de los hombres tenía sangre en sus pantalones y le confesó que habían matado a Nicolás.
Las cámaras de seguridad del condominio de la familia de Nicolás y de otras áreas cercanas aportaron pruebas claves para la investigación. Gracias a estas imágenes, los detectives de la PDI llegaron a la vivienda de los imputados y encontraron las pertenencias de la víctima. Sin embargo, uno de los ciudadanos venezolanos logró escapar y hasta el momento se mantiene prófugo de la justicia.
Esta trágica noticia ha dejado a la comunidad de La Serena y al país en estado de shock. La investigación sobre el asesinato de Nicolás Pinochet continúa, con la esperanza de que todos los responsables sean llevados ante la justicia.