Delegado sobre desaladora para consumo humano: “El mejor sector es El Panul”

El jueves pasado, la segunda reunión del Comité de Gestión del Riesgo de Desastres (COGRID) a nivel nacional se llevó a cabo para abordar la grave situación de emergencia hídrica que vive la provincia del Limarí. Este importante encuentro contó con la participación de varios ministros, subsecretarios, representantes de las Fuerzas Armadas y de Orden, y fue liderado por el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve.

Durante la reunión, se discutió acerca de la preocupación del gobierno frente a la crisis hídrica en Limarí. «Aquí, lo importante es destacar la preocupación que tiene el gobierno en su conjunto…se están tomando decisiones para abordar la crisis hídrica en Limarí», explicó el delegado presidencial, Galo Luna.

Uno de los temas principales tratados durante la reunión fue el estado del proyecto de desaladora para La Serena y Coquimbo. Las bases de licitación para este proyecto se encuentran en preparación y se espera que para el último trimestre de este año se pueda licitar la desaladora. Este proyecto es una iniciativa del gobierno, liderado por el Ministerio de Obras Públicas y la Dirección de Concesiones, para combatir la crisis hídrica.

Pero este proyecto no es una tarea sencilla. Estamos hablando de una obra de gran envergadura cuyo costo bordea los US$300 millones, lo que requiere un análisis exhaustivo para su correcta realización. La desaladora es una solución a largo plazo para la crisis hídrica, que ha sido postergada durante demasiado tiempo en la región.

Otro tema discutido fue el papel de la empresa Aguas del Valle en el proyecto de la desaladora. La empresa presentó un estudio y solicitó un permiso a DIRECTEMAR en 2020 para la concesión marítima necesaria para operar la planta desaladora. Este trámite, que suele tomar entre 3 a 4 años, podría acelerar los tiempos para obtener la concesión gracias a la ventaja de haberse ingresado en 2020.

Además, se mencionó el estudio de biótica marina desarrollado por el CEAZA, que fue financiado por el FNDR. Este estudio permitió determinar que las aguas del sector de El Panul son aptas para la ubicación de una planta desaladora.

El presidente ha mencionado que se proyecta la puesta en marcha de la planta desaladora para 2028 o inicios de 2029. Para lograr este objetivo, se están haciendo esfuerzos para acelerar los trámites y se está discutiendo un proyecto de ley que permitirá reducir la ‘permisología’ para los proyectos de inversión.

La planta desaladora será de carácter multipropósito, destinada principalmente al consumo humano. Sin embargo, si se generan excedentes, estos se podrán destinar para otros usos, como el industrial y el agrícola.

También se está considerando la posibilidad de una planta desaladora en Talinay. Se están analizando todas las alternativas posibles para llegar con agua no solo a la conurbación sino también al Limarí, que es una de las zonas más afectadas por la crisis hídrica.

Finalmente, se discutió acerca de la iniciativa de bombardear nubes, que pertenece a la Junta de Vigilancia del Río Elqui. Esta iniciativa privada cuenta con el apoyo del gobierno y ya se ha invertido cerca de mil millones en un piloto.

En conclusión, el gobierno está tomando medidas para abordar la crisis hídrica en la región de Limarí y está explorando todas las opciones posibles para asegurar el suministro de agua para el consumo humano y otros usos. La reunión del COGRID es un ejemplo de cómo el gobierno está trabajando en conjunto con otras entidades para encontrar las mejores soluciones a esta crisis.

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Gobierno apela a determinación del Tribunal Ambiental por Dominga


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El gobierno ha decidido apelar a la reciente determinación del Tribunal Ambiental relacionada con el controvertido proyecto minero Dominga. Esta decisión ha generado un amplio debate en la esfera pública, influyendo en diversas áreas como el medio ambiente, la economía y la política.

La apelación surge como respuesta a la resolución del Tribunal Ambiental que había fallado a favor del proyecto Dominga, permitiendo su avance tras años de disputas legales y administrativas. El proyecto Dominga, que contempla la extracción de hierro y cobre en la Región de Coquimbo, ha sido objeto de intensas críticas por parte de organizaciones ambientalistas y comunidades locales, quienes argumentan que podría causar un daño irreparable a los ecosistemas marinos y terrestres de la zona.

El gobierno, al presentar su apelación, argumenta que el fallo del Tribunal no consideró adecuadamente los impactos ambientales negativos que el proyecto podría tener. Además, se cuestiona la evaluación de los estudios de impacto ambiental presentados por la empresa encargada del proyecto, que según las autoridades, contienen deficiencias significativas.

Por otro lado, los defensores del proyecto Dominga sostienen que se han cumplido todos los requisitos establecidos por la normativa ambiental y que el desarrollo del proyecto traerá importantes beneficios económicos, incluyendo la creación de empleos y un impulso a la economía local. La empresa a cargo del proyecto ha manifestado su disposición a implementar medidas de mitigación para minimizar los posibles efectos adversos en el medio ambiente.

La controversia en torno al proyecto Dominga también ha tenido repercusiones políticas, polarizando aún más a los distintos sectores del país. Mientras que algunos grupos políticos apoyan la decisión del gobierno de apelar, argumentando la necesidad de proteger el medio ambiente y las comunidades locales, otros critican la medida, señalando que obstaculiza el desarrollo económico y la inversión extranjera.

En este contexto, el debate sobre Dominga se inserta en un marco más amplio de discusión sobre el modelo de desarrollo que el país desea seguir, equilibrando la protección del medio ambiente con el crecimiento económico. La apelación presentada por el gobierno será revisada por instancias judiciales superiores, que deberán considerar los argumentos de ambas partes antes de emitir un veredicto final.

La decisión de apelar también pone de manifiesto la importancia de fortalecer los procesos de evaluación ambiental en el país, asegurando que sean rigurosos y transparentes. Este caso resalta la necesidad de contar con mecanismos efectivos que garanticen que los proyectos de gran envergadura como Dominga se desarrollen de manera sostenible y responsable.

En conclusión, la apelación del gobierno a la determinación del Tribunal Ambiental en el caso del proyecto Dominga es un reflejo de las complejas interacciones entre desarrollo económico y conservación ambiental. El resultado de este proceso judicial tendrá implicaciones significativas para el futuro de la minería y la protección del medio ambiente en el país.

Romeral avanza hacia la minería subterránea: explotación sería hasta 2034


La localidad de Romeral, ubicada en la región central de Chile, se encuentra en un momento crucial de su desarrollo minero. Recientemente, se ha anunciado un ambicioso proyecto que transformará la manera en que se extraen los recursos minerales en la zona. Este proyecto apuesta por la minería subterránea, una técnica que promete extender las operaciones mineras hasta el año 2034 y que podría traer consigo importantes beneficios económicos y medioambientales para la región.

La decisión de avanzar hacia la minería subterránea en Romeral responde a varios factores. En primer lugar, la explotación a cielo abierto, aunque efectiva, ha comenzado a mostrar signos de agotamiento en términos de productividad y sostenibilidad. Los yacimientos superficiales están siendo cada vez más difíciles de explotar sin incurrir en costos ambientales y económicos significativos. La minería subterránea, por otro lado, ofrece la posibilidad de acceder a depósitos más profundos y ricos en minerales, lo que podría revitalizar la producción minera local.

Además de las ventajas económicas, la minería subterránea presenta beneficios ambientales que han sido bien recibidos por la comunidad local y las organizaciones ecologistas. Al trasladar las operaciones bajo tierra, se reduce significativamente el impacto visual y el deterioro del paisaje, un aspecto que ha sido motivo de preocupación para los residentes y turistas que visitan la región. Asimismo, este método minimiza la producción de polvo y ruido, lo que contribuye a mejorar la calidad de vida de las poblaciones cercanas.

El proyecto de minería subterránea en Romeral no solo se centra en la extracción de minerales. También incluye una serie de iniciativas destinadas a mejorar la infraestructura local y fomentar el desarrollo sostenible. Entre estas iniciativas se encuentran la construcción de viviendas para los trabajadores mineros y sus familias, la mejora de las carreteras y la implementación de programas de capacitación para la comunidad. El objetivo es crear un entorno que no solo sea económicamente viable, sino que también promueva el bienestar social y ambiental.

A pesar de los beneficios potenciales, la transición hacia la minería subterránea no está exenta de desafíos. La inversión inicial es considerablemente mayor que en la minería a cielo abierto, y se requiere de tecnología avanzada y personal altamente capacitado para llevar a cabo las operaciones de manera segura y eficiente. Sin embargo, las autoridades locales y las empresas mineras están comprometidas con superar estos obstáculos, convencidos de que los beneficios a largo plazo justificarán los esfuerzos y recursos invertidos.

La implementación de este proyecto también requerirá de un marco regulatorio sólido que asegure la protección del medio ambiente y los derechos de las comunidades locales. Las autoridades gubernamentales han manifestado su intención de trabajar de la mano con las empresas mineras y las organizaciones no gubernamentales para establecer estándares que garanticen una explotación responsable y sostenible de los recursos naturales.

En conclusión, el avance hacia la minería subterránea en Romeral representa una oportunidad única para transformar la industria minera de la región. Con una planificación cuidadosa y un enfoque en el desarrollo sostenible, este proyecto podría marcar el inicio de una nueva era de prosperidad para la comunidad local y el medio ambiente. La explotación minera hasta 2034 no solo promete beneficios económicos, sino que también podría establecer un precedente para futuras iniciativas mineras en otras partes del país.