En una trágica sucesión de eventos, una mujer de 51 años, Marcela Cortés Ramírez, perdió la vida en un incendio en su hogar en la ciudad de Illapel. El siniestro ocurrió en la madrugada del viernes, alrededor de las 1:45 am, en su residencia ubicada en la calle Buin 306.
Al parecer, Marcela pudo haber escapado inicialmente de las llamas, pero por razones que aún se desconocen, decidió regresar a su casa, siendo esta acción fatal. A pesar de los esfuerzos de los equipos de la Segunda y Tercera Compañía de Bomberos de Illapel, quienes llegaron rápidamente al lugar y trabajaron intensivamente para controlar el fuego, no pudieron salvar su vida.
El personal policial también se presentó en el lugar del incidente. Actualmente, el origen del incendio y las circunstancias exactas de la muerte de Marcela están siendo investigadas por el Ministerio Público. Este organismo está esperando el informe del Servicio Médico Legal para aclarar completamente estos hechos.
La muerte de Marcela ha causado un gran impacto en la comunidad illapelina. La mujer había vivido una vida complicada desde su juventud, lidiando con una difícil situación familiar y violencia por parte de algunas de sus parejas. Esta difícil realidad la llevó a un camino de excesos y al involucramiento con la delincuencia, acumulando en su prontuario delitos como robo en bienes nacionales de uso público, consumo, maltrato de obra, hurto, robo frustrado, y violación de morada, entre otros.
No obstante, en los últimos años, Marcela, también conocida como “la Mantequilla”, había cambiado su estilo de vida. Según personas cercanas, se había dedicado completamente a su familia y se había alejado de su pasado delictual.
Uno de los grandes dolores de Marcela era la situación de su hijo, Cristián Heinz Lucka Cortés, de 29 años, conocido como “Pico Pico”. Este se encuentra prófugo de la justicia y sin paradero conocido desde el año 2021, cuando escapó junto a otros cinco reos del Complejo Penitenciario de Valparaíso. Lucka Cortés, desde sus primeros años, ha estado involucrado en diversos delitos en la comuna de Illapel, por lo que su detención y traslado a la cárcel porteña fue un alivio para la comunidad.
Las circunstancias trágicas que rodean la muerte de Marcela han dejado a la comunidad de Illapel en estado de shock. Esta mujer, que luchó contra numerosos obstáculos en su vida, incluyendo el crimen y la violencia, pero que logró dar un giro a su existencia dedicándose a su familia, encontró un final trágico en un incendio en su hogar. Mientras la investigación sobre la causa del incendio continúa, la comunidad llora la pérdida de una de sus ciudadanas, una mujer que había demostrado una notable resiliencia a lo largo de su vida.
En medio de la tragedia, su lucha y superación personal son un recordatorio del valor de la vida y la importancia de la resiliencia en circunstancias adversas. A pesar de los retos a los que se enfrentó, Marcela demostró una notable fortaleza y capacidad para el cambio, dejando un legado de superación personal y la esperanza de una vida mejor.
