En un gran golpe al crimen organizado, se han llevado a cabo intervenciones simultáneas en seis unidades penales de todo Chile, dando como resultado el descubrimiento de una serie de elementos prohibidos. Este operativo es el resultado de un meticuloso trabajo de análisis de información e inteligencia penitenciaria.
En una estrategia colaborativa interinstitucional, la operación fue coordinada por la Fiscalía de Arica y Parinacota con el objetivo principal de prevenir y evitar la comisión de nuevos delitos desde la cárcel. Esta operación estaba principalmente dirigida hacia los miembros de la banda criminal conocida como “Los Gallegos”.
Las unidades penales que fueron intervenidas se ubicaban en Arica, La Serena, Rancagua, Valparaíso, Biobío, así como en el Recinto Especial Penitenciario de Alta Seguridad (Repas). En este último, gracias a la acumulación de información previa por parte de Gendarmería, se logró incautar una llave de esposas que estaba en poder de uno de los líderes de la banda. Las investigaciones sobre el origen de este objeto están en curso.
El Subdirector Operativo de Gendarmería, Coronel Víctor Provoste Torres, destacó el papel de la Gendarmería de Chile en la operación. «Hemos trabajado de manera coordinada y proactiva para recopilar información relevante en las unidades penales donde se encuentran estos internos vinculados al crimen organizado. Con esta información, hemos podido tomar acciones operativas, llevar a cabo registros y allanamientos selectivos en nuestras dependencias, y retirar elementos que podrían representar un peligro para la seguridad», explicó.
Además de la llave de esposas, el operativo también resultó en la incautación de siete teléfonos móviles y una gran cantidad de información de interés para la investigación, incluyendo contactos telefónicos y manuscritos.
Estos hallazgos ponen de manifiesto el alcance del problema del crimen organizado en las cárceles y la importancia del trabajo de inteligencia penitenciaria en la lucha contra este problema. También subrayan la necesidad de una coordinación efectiva entre las diferentes instituciones para prevenir y combatir los delitos que se cometen desde las cárceles.
Esta operación representa un paso significativo en la lucha contra el crimen organizado en Chile. El éxito de la operación subraya la eficacia de una estrategia de colaboración interinstitucional y muestra el valor de un enfoque proactivo para prevenir la comisión de delitos desde las cárceles.
El crimen organizado es una amenaza persistente y en constante evolución. Operaciones como ésta son vitales para mantener la seguridad y el orden en las cárceles y para prevenir la comisión de delitos desde el interior de las mismas. La continua vigilancia y el trabajo de inteligencia son fundamentales para mantener a raya a las bandas criminales y para garantizar la seguridad de las instituciones penales y del público en general.
La incautación de los teléfonos móviles y la recopilación de información de interés para la investigación son particularmente significativas. Estos elementos pueden ser de gran utilidad para las investigaciones en curso y futuras, proporcionando información valiosa sobre las actividades de las bandas criminales y ayudando a prevenir futuros delitos.
En resumen, este operativo es un ejemplo de cómo la colaboración interinstitucional y un enfoque proactivo pueden ser efectivos en la lucha contra el crimen organizado en las cárceles. La operación ha demostrado el valor de un enfoque basado en la inteligencia y la importancia de la recopilación de información relevante para la prevención de delitos.