Kemba Walker, el base de 1.83 m. y veterano de la NBA, ha anunciado su retiro del baloncesto profesional a la edad de 34 años. La noticia fue compartida por Walker a través de una carta publicada en sus redes sociales. Su retiro viene tras una distinguida carrera que abarca múltiples equipos y logros notables.
Nacido en el Bronx, Nueva York, Walker se convirtió en una leyenda del baloncesto universitario antes de dar el salto a la NBA. En 2011, llevó a su equipo de la Universidad de UConn a la victoria en el campeonato de la NCAA. Ese mismo año, fue seleccionado por los Charlotte Bobcats en el noveno lugar del draft de la NBA, iniciando así su carrera en la liga profesional.
A lo largo de sus años en la NBA, Walker jugó en 750 partidos regulares y 31 en playoffs, representando a los Hornets, Celtics, Knicks y Dallas Mavericks. Durante su tiempo en la liga, fue seleccionado para el All-Star en cuatro ocasiones y fue nombrado en el tercer mejor quinteto de la liga en 2019, resaltando su habilidad y compromiso con el juego.
Después de salir de Boston en 2021, la carrera de Walker en la NBA se volvió más complicada, permaneciendo solo dos temporadas más en la liga. Sin embargo, continuó su carrera en el baloncesto profesional en Europa, jugando en la Euroliga con el equipo de Mónaco. Aunque su desempeño no fue especialmente destacado, participó en 26 partidos, con una media de 11 minutos y 4.4 puntos por partido.
En su carta de despedida, Walker expresó su gratitud y reflexionó sobre su carrera. Agradeció a Dios por lo que le había dado y reconoció el papel que el baloncesto había jugado en su vida. También agradeció a su familia, compañeros de equipo y entrenadores por su apoyo a lo largo de los años.
Walker escribió: «El baloncesto ha hecho más por mí de lo que jamás hubiera imaginado y estoy súper agradecido por el increíble viaje que he tenido. Dicho esto, estoy aquí para compartir que me retiro oficialmente del baloncesto. Todo esto ha sido un sueño. Cuando miro atrás, todavía no puedo creer las cosas que logré en mi carrera. Sé que no podría haber llegado a este punto sin mi increíble sistema de apoyo a mi alrededor.»
Aunque se retira del baloncesto profesional, Walker dejó claro que el baloncesto seguirá siendo una parte importante de su vida. En sus propias palabras, «El baloncesto siempre será parte de mi vida, así que esto no es un adiós.» Terminó su carta expresando emoción por lo que vendrá a continuación en su vida.
El legado de Walker en el baloncesto es indiscutible. Con su habilidad para controlar el juego y su notable carrera profesional, ha dejado una huella perdurable en el deporte. Aunque se retira como jugador, su influencia en el baloncesto seguramente continuará en los años venideros.