Personajes federales

Dos biografías que se ensamblan, se mezclan, se retroalimentan y se convierten en una. Dos de las figuras más destacadas de la Revolución de Mayo son presentadas a través de sus ideas, estrategias y visiones de la política.

Por Pablo Adrián Vázquez*

Un nombre, en mi recuerdo escolar, se repetía cuando despuntó la Patria: Juan José Paso. Pero, lamentablemente, esto no se replicó con la valoración popular de su figura, ya que, si Moreno fue el numen de la Revolución, Castelli su voz, Belgrano el alma, y Saavedra la fuerza militar, cabe preguntarse ¿qué lugar se le guardó a Paso en nuestra historia?

Nació en 1758, se recibió de abogado en la Universidad de Córdoba en 1779. “Al regresar a Buenos Aires —según su biografía en el tomo I de Crónica Histórica Argentina (1968) — se dedicó a la docencia superior. Desde 1781 hasta 1783 ocupó las cátedras de filosofía, física y metafísica en el Colegio San Carlos. Luego, marchó al Perú, donde permaneció por un lapso prolongado. En 1803, otra vez en Buenos Aires, las autoridades españolas lo designaron agente fiscal de la Real Hacienda”. Un hecho destacado es que fue uno de los primeros pobladores de San José de Flores, el actual barrio porteño de Flores, asentándose allí en 1804.

Por su parte, Cornelio Judas Tadeo de Saavedra y Rodríguez, presidente del primer gobierno de las Provincias Unidas del Río de La Plata, fue, contrariamente a lo que se piensa, quien afirmó, con sus fuerzas militares y su decisión política, la Revolución de Mayo. Nació el 15 de septiembre de 1759 en la hacienda “La Fombera”, Otuyo, Potosí, Virreinato del Perú, territorio actual del Estado Plurinacional de Bolivia. El porteño Santiago Felipe de Saavedra y Palma, y la potosina Teresa Rodríguez de Güiraldes fueron sus padres, quienes se mudaron a Buenos Aires en 1767.

Cornelio Saavedra empezó sus estudió en el Colegio San Carlos (actual Colegio Nacional Buenos Aires), pero no pudo concluirlos al dedicarse a la administración de la estancia familiar. En 1788, se casó con María Francisca Cabrera y Saavedra, prima hermana de éste, con la que tuvo tres hijos. A los diez años falleció su esposa y contrajo nuevas nupcias con María Saturnina Otárola y del Ribero.

Cumplió funciones capitulares, fue nombrado en 1797 regidor cuarto del Cabildo, y, al año siguiente, regidor tercero además de Defensor General de Menores, teniendo destacada actuación en controlar los abusos en la intermediación en los precios de la carne, al señalar la inconveniencia de prohibir las exportaciones de granos, ya que limitaban la expansión agrícola en nuestra pampa e interviniendo a favor de varios menores en un sonado caso de abuso infantil cometido por un indio oriundo de las Misiones.

También se distinguió como Síndico Procurador General, expidiéndose negativamente en una causa sobre agremiación —siendo ponderada tal decisión por los historiadores Ricardo Levene y Enrique Barba, aduciendo que apuntaló la libertad del derecho del trabajo sin tutela de gremio alguno ni autoridad estatal— y en su función de administrador de granos como alcalde de segundo voto.

Cosmovisión monárquica

Por su parte, Juan José Paso estuvo relacionado con Manuel Belgrano, en la época que este fue secretario del Real Consulado. Paso fue designado diputado sustituto en España para poder defender los intereses comerciales locales, amén de redactar el informe sobre la Reconquista contra el invasor británico, y sumar su apoyo al Cabildo Abierto que designó a Santiago de Liniers como nuevo Virrey.

Esa cercanía con el futuro creador de la bandera nacional, lo llevó a adherir al grupo “carlotino”, que buscaba que la infanta Carlota Joaquina, hermana de Fernando VII, tuviese una regencia americana en tiempos de la invasión napoleónica a España. En Candidata a la corona (2015), Marcela Ternavasio afirma que “el primer documento que expresó esta adhesión fue una memoria fechada en Buenos Aires el 20 de septiembre de 1808, firmada por Juan José Castelli, Antonio Luis Berruti, Hipólito Vieytes, Nicolás Rodríguez Peña y Manuel Belgrano. Los firmantes aseguraban allí que eran ‘muchos los hombres de bien y de sano juicio’ con que podían contar las propuestas bragantinas”. Es decir, allí se encuentra el germen de los hombres e ideas de Mayo, donde Paso no estuvo ausente.

En tanto, Cornelio Saavedra tuvo una actuación destacada durante las invasiones inglesas de 1806 y 1807. En la primera invasión, se negó a jurar lealtad al rey británico y, en la segunda, acompañó la defensa de Buenos Aires con el regimiento de Patricios, en el que fue elegido por la tropa a través de la denominada “democracia directa en armas”. De igual modo, tuvo una relevante participación al sofocar el motín del alcalde Martín de Álzaga para deponer al virrey Santiago de Liniers, conde de Buenos Aires.

Tras la invasión napoleónica a España y el arresto de Fernando VII, fue la Junta de Sevilla quien ostentó el poder peninsular, decidiendo la remoción de Liniers por el nuevo virrey Cisneros. Previamente, hubo sondeos para que Carlota Joaquina de Borbón estuviese coronada en Buenos Aires, siendo Manuel Belgrano uno de los promotores del “carlotismo”. Según Bernardo Lozier Almazán, en Proyectos monárquicos en el Río de la Plata (2011), “Belgrano recurrió entonces a Cornelio Saavedra para contar con la fuerza militar que tenía bajo su mando en su afán de impedir que se reconociera nuevo virrey. Saavedra, en su juicio de residencia, reconoció que había sido visitado por Belgrano, quien le hizo entrega de una carta que le enviaba Carlota Joaquina, y lo instó a colaborar por la instalación de la regencia”. Saavedra respondió a la carta, siguiendo a Lozier Almazán, asegurando “contribuir a que estos Dominios no reconozcan otro gobierno que el Monárquico, ni otra Dinastía que la Real Casa de V. A. R”.

Y agregó Saavedra, en su Memoria Autógrafa (1829): “yo con mi cuerpo de Patricios, tan lejos de hacer oposición al proyecto, lo seguiremos; pero que de ningún modo quería dar la cara, no promoverlo de mi parte”. El monárquico Belgrano tuvo una media palabra del monárquico Saavedra sobre Carlota, pero, intrigas e indecisiones mediantes, el plan con ella no prosperó.

Mayo de 1810

En mayo de 1810, la noticia de la caída de la Junta de Sevilla encontró a Buenos Aires convulsionada, pero ya con diversos actores y grupos que replanteaban un cambio político y la remoción de Cisneros. “La Revolución la prepararon gradualmente los sucesos de Europa. Los patriotas en esta nada podían realizar sin contar con mi influjo y el de los jefes y oficiales militares que teníamos armas en la mano”, sentenció Saavedra en La Gaceta Mercantil del 25 de mayo de 1826, incluida en Los grupos políticos en la revolución de Mayo (1983), de José María Ramallo. Y agregó: “cuando llegó el momento de sazón di los pasos para verificarla con toda la circunspección y energía que es sabida por notoriedad, y el voto público lo acreditó en destinos que me colocó, presidiendo el país”.

Los sucesos de Mayo se precipitaron. La idea no fue separatista sino hermanada en el levantamiento español de 1808, donde nadie adhería a jurar fidelidad a José I, el Bonaparte bautizado para la eternidad como Pepe Botella.

Producido el Cabildo Abierto del 22 de mayo de 1810, Juan José Paso apoyó la visión del grupo patriota que pugnó por el cese del virrey Cisneros, respondiendo certeramente al cuestionamiento del fiscal de la Audiencia, Genaro Villota. En ello, fue terminante: “dice muy bien el señor fiscal, que debe ser consultada la voluntad general de los demás pueblos del virreinato; pero piénsese bien en el actual estado de peligros a que por su situación local se ve envuelta esta capital. Buenos Aires necesita con mucha urgencia ponerse a cubierto de los peligros que la amenazan, por el poder de la Francia y el triste estado de la Península. Para ello una de las primeras medidas debe ser la formación de una junta provisoria de gobierno a nombre del señor don Fernando VII y que ella proceda a invitar a los demás pueblos del virreinato a que concurran por sus representantes a la formación del gobierno permanente.”

En Revolución en el Plata: Protagonistas de Mayo de 1810 (2010), Miguel Ángel De Marco consignó que “se produjo un momento de vacilación entre los patriotas, pero al instante se adelantó Juan José Paso, quien, con serenidad, comenzó por dar la razón a Villlota con respecto a la necesidad de una consulta general a los pueblos del virreinato, pero agregó que la situación era muy crítica y cualquier retardo podía tornarla peligrosa. Buenos Aires, “la hermana mayor”, debía constituir un gobierno provisional a nombre del rey, y luego invitar al resto para que concurriera a la formación de un gobierno definitivo. Aplicaba la figura del “gestor de negocios”, aprendida en la cátedra de Instituta”.

Confluencia y conflicto

Secretario de Hacienda en la Primera Junta, Paso acompañó el impulso morenista y buscó, sin éxito, obtener el acatamiento de Montevideo, siendo expulsado de dicha ciudad. Resistió la arremetida de incorporar nuevos diputados de las provincias, pero, a la salida de Moreno, se alineó a la posición saavedrista. Eso le valió ser uno de los pocos en continuar en la llamada Junta Grande. Integró la diputación que firmó el armisticio, en 1811, por la que la Banda Oriental quedaba bajo el dominio de Montevideo.

Los disturbios contra Saavedra, con la anuencia del propio Paso, dieron lugar al Primer Triunvirato con Chiclana, Sarratea y el propio Paso, quien lo integró desde septiembre de 1811 hasta abril de 1812. Este último renunció en desacuerdo con Chiclana y Rivadavia, secretario de dicho Triunvirato. El alzamiento militar promovido por San Martín e instigado por la Logia Lautaro, forzó la renuncia de los triunviros e impulsó un Segundo Triunvirato con Alvarez Jonte, Nicolás Rodríguez Peña y otra vez Paso, quien se incorporó desde el 8 de octubre de dicho año.

Luego, se lo comisionó a Chile para respaldar al gobierno local, tratar infructuosamente de limar asperezar entre José Miguel Carrera y Bernardo O’ Higgins, y pedir a nombre del Directorio —que había reemplazado al Triunvirato— la extradición de Cornelio Saavedra. Los sucesos de Rancagua lo obligaron a regresar a Buenos Aires, saliendo de la política pro diferencias con Carlos de Alvear, pero, tras la sublevación de Fontezuelas, fue nombrado asesor de gobierno y auditor general de guerra.

El Congreso de Tucumán de 1816 lo encontró como diputado por Buenos Aires y su secretario hasta 1919. Participó de la redacción del Estatuto Provisional de 1817, de la Constitución unitaria de 1819, fue asesor de Rondeau, diputado provincial bonaerense entre 1822 y 1824, integró el Congreso de ese año como diputado, votó la Constitución de 1826. Pero no será su última tarea política. En Juan José Paso y la independencia (2016), Héctor José Tanzi señaló que: “por el tratado de Cañuelas firmado entre Lavalle y Rosas en junio de 1829, Paso es elegido para integrar nueva Junta de Representantes en elecciones del 12 de julio. El acto electoral es impugnado y anulado por fraude, pero Lavalle, sin poder, debe dejar el mando al gobernador provisional Juan José Viamonte propuesto de común acuerdo con Rosas. Este decide formar un Senado Consultivo que lo asesore, y en este organismo está nuevamente Paso. Será su última función oficial, pues fallece el 10 de septiembre de 1833”.

Reconocido por sus contemporáneos como un “hombre de Estado”, preocupaba al mismo Rosas, quien —según Tanzi— durante su campaña al desierto y queriendo estar al tanto de los quehaceres políticos de la ciudad, le escribía a su amigo Juan Terrero desde el río Colorado el 12 de septiembre de 1833, que le informase de “Paso y demás unitarios de su categoría”. Hacía dos días que había fallecido.

Calificado con agudeza por Juan Thames como “el primer funcionario todoterreno de la política argentina”, su tránsito por la gestión pública cruzó casi todos los gobiernos patrios y dejó una impronta digna de rescatar y valorar.

En tanto, sobre el devenir de Saavedra, Roberto Marfany, en Episodios de la Revolución de Mayo (1966), refirió que el Cabildo Abierto del 22 tuvo, con acuerdo de Cisneros y a instancias del alcalde Lezica y el síndico Leíva, la pretensión de que “el Virrey abdicara el mando en el Excelentísimo Cabildo, y que éste con anuencia del pueblo tratase de formar el Gobierno que debíamos adoptar, según el acta del Cabildo de 21 de mayo”. El pedido era convergente, pero las intenciones divergentes, ya que el Virrey quería consolidar su poder, mientras que los criollos pretendían elegir un nuevo gobierno. Aún la Junta del 24 lo encuentra a Cisneros presidiéndola, pero sería Saavedra quien le pediría que dé un paso al costado.

Marcela Ternavasio, en Historia de la Argentina 1806–1852 (2009), escribió: “El 25 de mayo, la Plaza de la Victoria se había convertido nuevamente en el escenario de la agitación popular. Un movimiento liderado por el regimiento de Patricios elevó un petitorio con la lista de los nombres que debían figura en el nuevo gobierno. La Junta quedó así constituida por nueve miembros: Cornelio Saavedra, a quien se le confirió el supremo mando militar, y quien la presidía; sus secretarios fueron Mariano Moreno y Juan José Paso, y el resto de los vocales Manuel Belgrano, Juan José Castelli, Miguel de Azcuénaga, Manuel Alberti, Domingo Matheu y Juan Larrea”. La jura de Saavedra y los demás miembros de la Junta, desecha la versión de la “máscara”, cual si fuesen perjuros nuestros patriotas, dado que fue para “desempeñar legalmente el cargo, conservar integra esta parte de América a nuestro augusto soberano el señor don Fernando Séptimo y sus legítimos sucesores, y guardar puntualmente las leyes del Reino”. La Primera Junta tuvo en Saavedra a su sostenedor y principal figura. Luego vendría el accionar de Moreno y los choques entre ambos hombres, conflictos que marcaron los conflictos en nuestra historia.

Los años posteriores a 1810 fueron de padecimientos y vicisitudes para Saavedra en el marco de los conflictos de época, de los que dio cuenta en sus memorias escritas en 1828, un año antes de morir. El heroico jefe del regimiento de Patricios espera aún que se profundice en su historia y tener su merecido lugar como uno de los Padres de la Patria.

*Politólogo; docente de la UCES; secretario del Instituto Nacional Juan Manuel de Rosas.

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Revista Punzó20 mayo, 202120 mayo, 2021

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Optimización y Cuidado de la Nieve: Estrategias Clave para Asegurar el Riego


Encontrarás a continuación una reescritura más extensa de la noticia solicitada, expandiendo los puntos clave para alcanzar el objetivo de 1100 palabras. Este artículo se centra en la importancia de la nieve como recurso hídrico y las estrategias optimizadas para su gestión y conservación con el fin de garantizar el riego eficaz en las zonas agrícolas y comunidades que dependen de este recurso.



La nieve no es solo un espectáculo natural que cubre las montañas y los valles con su manto blanco durante el invierno. Para muchas comunidades, es una fuente vital de agua que, al derretirse, proporciona el caudal necesario para el riego de cultivos y el abastecimiento de agua potable. En este contexto, la optimización y el cuidado de la nieve se han convertido en herramientas esenciales para garantizar un suministro constante y predecible de agua, especialmente en regiones que enfrentan desafíos climáticos y escasez hídrica.

Importancia de la Nieve como Recurso Hídrico


La nieve actúa como un depósito natural de agua. Durante los meses fríos, se acumula en grandes cantidades en las montañas y colinas. Con la llegada de la primavera y el aumento de las temperaturas, la nieve se derrite gradualmente, liberando agua que fluye hacia los ríos y embalses. Este proceso natural regula el suministro de agua a lo largo del año, asegurando que incluso en los meses más secos, haya suficiente agua disponible para el riego y el uso doméstico.

Sin embargo, los cambios climáticos han alterado este ciclo. El aumento de las temperaturas globales ha reducido la cantidad de nieve que se acumula cada invierno y ha acelerado el ritmo de deshielo. Esto significa que menos agua está disponible durante el verano, cuando la demanda de riego es más alta. Además, el deshielo temprano puede provocar inundaciones, afectando negativamente la infraestructura y los ecosistemas locales.

Estrategias de Optimización y Cuidado de la Nieve


Para enfrentar estos desafíos, diversas estrategias se han implementado a nivel global para optimizar y cuidar la nieve, asegurando así su papel como recurso hídrico vital. A continuación, se detallan algunas de las prácticas más efectivas:

Monitoreo y Predicción


Una de las herramientas más importantes en la gestión de la nieve es el monitoreo constante y la predicción precisa. Las tecnologías satelitales y los sensores terrestres permiten a los científicos y gestores de recursos naturales rastrear la cantidad y el estado de la nieve en tiempo real. Estos datos son cruciales para prever el caudal de los ríos y planificar el uso del agua de manera eficiente.

Además, los modelos climáticos avanzados ayudan a predecir cómo los cambios en las condiciones climáticas afectarán la acumulación y el deshielo de la nieve. Esta información permite a las comunidades planificar con anticipación y ajustar sus estrategias de riego para minimizar el impacto de la escasez hídrica.

Conservación de la Nieve


La conservación de la nieve es otra estrategia clave. En algunas regiones, se utilizan técnicas de gestión del paisaje para maximizar la retención de nieve. Esto incluye la plantación de árboles y arbustos que actúan como barreras naturales, reduciendo la velocidad del viento y minimizando la sublimación, que es la conversión directa de nieve en vapor de agua. Estas barreras también ayudan a capturar más nieve durante las tormentas, aumentando la cantidad de agua disponible durante el deshielo.

Almacenamiento de Agua Derretida


Una vez que la nieve se derrite, es fundamental almacenar esta agua de manera eficiente para su uso futuro. Los embalses y las presas son infraestructuras esenciales para capturar el agua de deshielo y regular su liberación durante los meses secos. Sin embargo, el mantenimiento y la modernización de estas estructuras son necesarios para asegurar su eficacia. Las inversiones en infraestructura hídrica pueden mejorar significativamente la capacidad de almacenamiento y distribución del agua.

Tecnologías de Riego Eficiente


La implementación de tecnologías de riego eficientes también juega un papel crucial en el uso sostenible del agua derivada de la nieve. Los sistemas de riego por goteo y la utilización de sensores de humedad del suelo permiten a los agricultores aplicar la cantidad exacta de agua necesaria para los cultivos, reduciendo el desperdicio y aumentando la eficiencia.

Además, la capacitación de los agricultores en prácticas de riego sostenibles y la adopción de cultivos resistentes a la sequía pueden mitigar el impacto de la escasez de agua. Estas prácticas no solo aseguran el suministro de agua para el riego, sino que también contribuyen a la sostenibilidad general de los recursos hídricos.

Desafíos y Consideraciones Futuras


A pesar de las estrategias mencionadas, la gestión de la nieve como recurso hídrico enfrenta varios desafíos. El cambio climático continúa siendo una amenaza importante, con implicaciones potencialmente devastadoras para la acumulación de nieve y el suministro de agua. Por lo tanto, es crucial fortalecer las políticas de mitigación del cambio climático y fomentar la investigación en nuevas tecnologías y prácticas de gestión del agua.

Además, la colaboración internacional es fundamental. Las cuencas hidrográficas a menudo se extienden a través de fronteras nacionales, requiriendo esfuerzos conjuntos para gestionar los recursos hídricos de manera equitativa y sostenible. El intercambio de conocimientos, tecnologías y experiencias puede ayudar a las comunidades a adaptarse a los cambios climáticos y a optimizar el uso de la nieve como recurso hídrico.

En conclusión, la optimización y el cuidado de la nieve son herramientas esenciales para garantizar el riego y el suministro de agua en un mundo que enfrenta desafíos climáticos significativos. A través de la implementación de estrategias de monitoreo, conservación, almacenamiento y riego eficiente, es posible asegurar que este recurso natural siga siendo una fuente vital de agua para las generaciones futuras. La acción coordinada y la innovación continua serán clave para enfrentar los retos que presenta el cambio climático y asegurar un suministro de agua sostenible y equitativo.

Incremento del Precio Internacional de la Uva a Pesar de la Reducción en el Volumen de Exportación


En el panorama agrícola internacional, la uva ha demostrado ser un producto resiliente a pesar de enfrentar desafíos significativos en los últimos tiempos. Recientemente, el precio internacional de la uva ha mostrado una tendencia al alza, incluso cuando el volumen de exportación ha experimentado una disminución. Este fenómeno ha captado la atención de expertos y productores por igual, quienes intentan descifrar las razones detrás de esta dinámica de mercado y sus implicaciones a futuro.

En el contexto actual, los productores de uva se enfrentan a una serie de desafíos que han afectado el volumen total de exportaciones. Factores como las condiciones climáticas adversas, cambios en las políticas comerciales internacionales y las fluctuaciones en la demanda global han jugado un papel crucial en la reducción del volumen exportado de este fruto. Sin embargo, a pesar de la disminución en la cantidad exportada, los precios internacionales han mostrado un comportamiento optimista.

Una de las razones detrás de este aumento en los precios es la calidad del producto. A medida que los productores han adoptado prácticas agrícolas más sostenibles y eficientes, la calidad de las uvas ha mejorado notablemente. Este factor ha permitido que, aunque el volumen sea menor, las uvas exportadas tengan un valor agregado más alto, lo que se traduce en un mejor precio en el mercado internacional. Los compradores, conscientes de la calidad superior, están dispuestos a pagar más por un producto que cumple con estándares elevados de frescura y sabor.

Por otro lado, la diversificación de mercados también ha jugado un papel fundamental en esta tendencia. Tradicionalmente, ciertos países han sido los principales importadores de uva, pero en los últimos años, nuevos mercados han emergido, aumentando la demanda global. Este interés creciente por parte de economías emergentes ha contribuido a mantener los precios elevados, compensando la baja en el volumen de exportación.

Además, las campañas de marketing y promoción han sido clave para posicionar la uva como un producto premium en el mercado internacional. Las asociaciones de productores y los gobiernos locales han invertido en destacar las características nutricionales y los beneficios para la salud de la uva, generando una percepción positiva entre los consumidores. Esta estrategia ha resultado efectiva para incrementar el valor percibido del producto, lo cual se refleja en los precios.

No obstante, es esencial considerar que esta situación también presenta desafíos potenciales. Con precios más altos, la competitividad en algunos mercados podría verse afectada, ya que los consumidores podrían optar por productos alternativos más económicos. Además, la sostenibilidad de este aumento de precios a largo plazo es incierta, especialmente si el volumen de producción no se recupera o si las condiciones económicas globales se deterioran.

Para los productores, el enfoque en la innovación y la eficiencia seguirá siendo crucial. Adoptar tecnologías avanzadas en el cultivo y cosecha de uvas puede ayudar a mejorar la productividad y reducir costos, permitiendo así mantener un equilibrio entre precio y volumen a pesar de las adversidades.

En conclusión, el aumento en el precio internacional de la uva, a pesar de la reducción en el volumen de exportación, es un fenómeno complejo impulsado por diversos factores. La calidad del producto, la diversificación de mercados y las estrategias de marketing efectivas han sido determinantes en esta dinámica. Sin embargo, los actores del sector deben continuar adaptándose y anticipándose a los cambios para asegurar la estabilidad y el crecimiento en el futuro. La capacidad de innovar y responder a las demandas del mercado global será esencial para mantener este impulso positivo en el mercado de la uva.

Título: El Empleo en la Región de Coquimbo Alcanza un Nuevo Hito con 381,800 Personas Ocupadas

Introducción

La Región de Coquimbo ha experimentado un notable incremento en su tasa de ocupación laboral, alcanzando un total de 381,800 personas empleadas. Este aumento refleja un panorama económico más dinámico y próspero, lo cual es motivo de análisis y celebración para los habitantes de la región y para aquellos interesados en el desarrollo económico de Chile.

Análisis de la Situación Laboral Actual

La economía de la Región de Coquimbo ha mostrado una resiliencia significativa en los últimos años, enfrentando desafíos globales y nacionales que han afectado al mercado laboral. La cifra actual de 381,800 personas ocupadas es un claro indicativo de la recuperación y expansión del empleo en esta zona. Este logro es el resultado de una serie de factores que han influido positivamente en la generación de empleo, desde políticas gubernamentales hasta iniciativas del sector privado.

Factores que Contribuyen al Crecimiento del Empleo

Uno de los principales factores que ha impulsado el crecimiento del empleo en la Región de Coquimbo es el fortalecimiento de industrias clave como la minería, la agricultura y el turismo. Estos sectores han sido pilares fundamentales en la creación de nuevas oportunidades laborales, permitiendo no solo la absorción de mano de obra local, sino también atrayendo a trabajadores de otras regiones del país.

El sector minero, en particular, ha jugado un papel crucial, con inversiones significativas que han generado un aumento en la demanda de empleo. La agricultura, otro sector vital para la región, ha experimentado un crecimiento sostenido gracias a la innovación tecnológica y a la diversificación de cultivos, lo que ha permitido una mayor oferta de trabajo durante todo el año.

Por otro lado, el turismo ha sido un motor de empleo importante, beneficiándose del atractivo natural y cultural de la región. Con la mejora de infraestructuras y la promoción de actividades turísticas, se ha logrado captar un mayor número de visitantes, lo cual se traduce en más empleos en hoteles, restaurantes y servicios relacionados.

Impacto de las Políticas Públicas

Las políticas públicas también han tenido un impacto significativo en el incremento de la ocupación laboral. El gobierno local ha implementado programas orientados a la capacitación y formación profesional, facilitando el acceso al mercado laboral a personas que anteriormente enfrentaban barreras en la búsqueda de empleo.

Además, las políticas de incentivo a la inversión han sido fundamentales para atraer capital tanto nacional como extranjero, lo que ha resultado en la instalación de nuevas empresas en la región. Estas inversiones no solo crean empleos directos, sino que también fomentan un efecto multiplicador en la economía local, generando más oportunidades en sectores secundarios y terciarios.

Desafíos y Perspectivas Futuras

A pesar de los avances logrados, la Región de Coquimbo aún enfrenta desafíos significativos en el ámbito laboral. La informalidad laboral sigue siendo un problema que afecta a un porcentaje considerable de la población ocupada, lo que implica falta de seguridad social y condiciones laborales precarias para muchos trabajadores.

Asimismo, la necesidad de diversificar aún más la economía regional es crucial para garantizar un crecimiento sostenible a largo plazo. La dependencia excesiva de ciertos sectores puede hacer que la región sea vulnerable a fluctuaciones económicas, por lo que es fundamental explorar nuevas áreas de desarrollo, como las energías renovables y la tecnología.

Conclusión

El aumento en la tasa de ocupación de la Región de Coquimbo a 381,800 personas es un logro significativo que refleja el dinamismo y la resiliencia de su economía. Sin embargo, para mantener esta tendencia positiva es esencial continuar trabajando en políticas que promuevan la formalización del empleo y la diversificación económica.

Al abordar estos desafíos, la Región de Coquimbo no solo podrá consolidar su posición como un motor económico de Chile, sino también mejorar la calidad de vida de sus habitantes, asegurando un futuro más próspero y equitativo para todos.