Una chica de los EEUU se ha vuelto popular en los últimos días por mostrar una historia de amor fallida en las redes sociales.

Resulta que la joven, Ninoska Rodríguez, viajó miles de kilómetros para encontrarse con un hombre con el que había hablado en línea, pero la cita fracasó porque él no se sintió atraído por ella en persona debido a verla sin filtros.

El sujeto la rechazó porque “no se parecía” a las fotos y videos que publicaba en Instagram y Facebook, como ella misma acusó en algunos de sus videos de TikTok. La mujer viajó desde Arizona a Washington.

Para que conste, Ninoska insiste en que el hombre mismo la reprendió por decir que “abusaba del filtro en ese momento” y que no le gustaba su apariencia sin él.

Para el chico que me compró el viaje a Washington y después me vio sin filtro; no quiso nada conmigo (…) En realidad soy culpable por abusar de los filtros, debió darse la oportunidad de conocerme más a fondo”, expuso.

En este sentido, expertos de la Universidad de Boston creen que la distorsión entre la realidad y la fantasía provocada por el uso excesivo de filtros es cada vez mayor.

“Con el auge de las redes sociales centradas en la imagen, las personas, incluidos niños y adolescentes, son bombardeadas con nociones de ideales corporales y faciales hegemónicos, no solo de modelos y celebridades, sino también de sus amigos y seguidores”, detalla la citada psicóloga María Belén Gómez.

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