Filosofía y barbarie

Lejos de los obituarios y el recordatorio a la figura individual que circularon por los portales tras la muerte de Argumedo, el texto propone rescatar las principales categorías conceptuales de la pensadora nacional.

Por la cátedra del Seminario de Pensamiento Nacional — Facultad de Ciencias Sociales, UNLZ

I. Cientificismo colonial

“Somos argentinos porque no pudimos ser latinoamericanos”, doliente afirmación de Jorge Abelardo Ramos (1985) que, desde la disciplina de la historia, describe nuestra identidad nacional como mero resultado de la política de fragmentación que el imperialismo impuso sobre Latinoamérica. Sin embargo, y a pesar de la obstinada negación de los aparatos de reproducción cultural que aún hoy operan en favor de intereses coloniales, persiste un nosotros americano.

Alcira Argumedo, consciente de nuestra realidad semicolonial, fue en búsqueda de ese “nosotros” para ofrecernos categorías propias que nos permitan pensar la realidad de nuestros pueblos. Y no lo hizo desde los márgenes; se atrevió a la disputa identitaria en el corazón del imperialismo cultural: la Universidad de Buenos Aires, ungida por la hegemonía del cientificismo pretendidamente objetivo y apolítico de las ciencias sociales de Gino Germani, cuya sociología se impone desde los centros de poder, se trasmite a través de instituciones de altos estudios y forma parte de una ideología dominante e imperialista. El núcleo de esta sociología es el presupuesto de la “objetividad científica” y la “neutralidad valorativa”. Esta posición epistemológica implica la negación del carácter político de la ciencia y funciona como un mecanismo que oculta las relaciones de poder y dependencia propias del campo del conocimiento. (Villanueva, 1970).

Esta disputa con el saber hegemónico que se transmite en las universidades no es implícita en la obra de Argumedo, sino que está dicho de manera frontal, cuando expone descarnadamente a uno de los filósofos más leídos en los órganos de altos estudios, como lo es Immanuel Kant. Así, en su destacada obra Los silencios y las voces en América Latina, cita las siguientes palabras del pensador prusiano:

“El pueblo de los americanos no es susceptible de ninguna forma de civilización. No tiene ningún estímulo, pues carece de afectos y pasiones. Los americanos no sienten amor, y por eso no son fecundos. Casi no hablan, no se hacen caricias, no se preocupan de nada y son perezosos…incapaces de gobernarse, están condenados a la extinción” (Kant, 1975, como se citó en Argumedo, 1993).

Claro está que estas ideas simplemente tenían el objeto de justificar el saqueo y el exterminio en la periferia colonial. Pero lo más grave de esto se produce cuando logran captar el raciocinio de los intelectuales de la periferia, convirtiéndolos en denostadores profesionales de su propio pueblo y cultura, enalteciendo a pensadores europeos y dejando en el olvido las ideas y saberes que emanan de su propia tierra y, por lo tanto, consustanciadas con su realidad.

Esta búsqueda de una matriz autónoma de pensamiento está profundamente comprometida con valores de orientación nacional y popular, expresada en el ensayo político latinoamericano, en la literatura, en los movimientos de masas, en las manifestaciones de resistencia social y cultural, en el legado de ideas de las capas mayoritarias. Y su sistematización “requiere elaborar respuestas críticas frente a los paradigmas eurocéntricos demostrando el carácter parcial que los impregna, en tanto se revelan incapaces de dar cuenta de la totalidad de los fenómenos procesados contemporáneamente en cada momento histórico” (Argumedo, 1993, p.18).

II. Matriz de pensamiento latinoamericana

Mientras las universidades reciben a los ingresantes de las carreras de ciencias sociales de la mano de Kuhn y su noción de “paradigma” para adentrarse en las interpretaciones de lo que acontece en el mundo social, Argumedo prefiere utilizar el concepto de “matriz de pensamiento”, que refiere a “la articulación de un conjunto de categorías y valores constitutivos, que conforman la trama lógico-conceptual básica y establecen los fundamentos de una determinada corriente de pensamiento”. En este sentido, agrega la pensadora nacional, “dentro de las coordenadas impuestas por esa articulación conceptual fundante se procesan las distintas vertientes internas como expresiones o modos particulares de desarrollo teórico. Estas vertientes constituyen ramificaciones de un tronco común y reconocen una misma matriz, no obstante sus múltiples matices” (Argumedo 1993, p. 79).

La diferencia entre la idea clásica de “paradigma epistemológico” y “matriz de pensamiento” está en que el concepto de Argumedo no solo describe los elementos o principios distintivos de un tipo de validación y adquisición de saberes —como la distinción entre un paradigma positivista o uno de corte marxista, el racionalismo o el empirismo, la inducción o la deducción—, ni solo alude a los fundamentos normativos que constituyen los entramados conceptuales de las ciencias, tampoco lo es la aceptación de parcialidad política o la admisión de configurar la justificación o la denuncia de un proyecto social; lo distintivo es que este concepto se elabora desde el pensamiento antiimperialista, es decir, “desde y para” la periferia semicolonial, dando cuenta de su lugar de enunciación, denunciando aquellas construcciones teóricas que perpetúan el fenómeno de la dependencia económica, pero también cultural y, por ende, epistemológica.

La matriz de pensamiento opera como dispositivo analítico de la realidad social estableciendo “líneas de continuidad histórica de determinadas corrientes de pensamiento, concepciones y valores fundantes que se reproducen en las distintas vertientes o actualizaciones desarrolladas a partir de un tronco común”(Argumedo 1993, p. 84). Este concepto, entonces, remite a los fundamentos epistemológicos de los proyectos políticos, en tanto estos responden y se orientan por formas de construcción y validación del conocimiento sobre la realidad social que moldea el diagnóstico que se realiza sobre ésta y las decisiones que el poder político toma para resolver las diversas problemáticas sociales.

La matriz de pensamiento latinoamericano niega, entonces, la objetividad del saber, afirmando que las corrientes de pensamiento, particularmente las ciencias sociales y humanas, están intrínsecamente vinculadas con proyectos históricos y políticos. Se deduce, de ello, que la pretensión de universalidad de la matriz liberal es ideológica.

Otro aspecto importante que discute este concepto es la perspectiva fragmentaria desde la cual opera la ciencia occidental. La propuesta de Argumedo es la de un análisis integral, que trasciende las supuestas fronteras entre las disciplinas científicas y se entremezcla con los espacios culturales más amplios, con el mundo de lo político y los comportamientos colectivos, con la interpretación de los principales hechos de la historia.

El pensamiento liberal, al pretender construir conocimientos libres de valores y autónomos entre sí, niega la validez de otros relatos sobre lo social que no se ajusten a dichas exigencias. Considera que “los saberes no científicos son alternativos al saber científico. La idea de alternativa presupone la idea de normalidad y ésta la idea de norma; por lo que, sin más especificaciones, la designación de algo como alternativo tiene una connotación latente de subalternidad” (Sousa Santos, 2006. p.79). Con ello, impone “una versión ‘científica’ del relato de la historia que ve solo el rostro del progreso y no del espanto, que habla de una actualidad y de un nosotros de selectos e ignora o desprecia a ese otro que integran las masas populares de América Latina” (Argumedo 1993, p.77).

III. Modelo de intelectual latinoamericana

Argumedo no solo nos dejó el legado sociológico aquí trabajado, sino también el ejemplo de sus acciones: lejos del modelo de intelectual liberal, prefirió el compromiso de la militancia política para fundamentar cada una de sus ideas. Quizás por eso, entre las líneas de la obra citadas en este trabajo, se puede leer el privilegio del valor de la acción, por sobre el mero —y tal vez perezoso— pensamiento:

“En el mismo período en que Hegel va madurando su sistema filosófico, Simón Bolívar lidera la epopeya de la emancipación americana. Son dos contemporáneos que piensan el pasado, el presente y el futuro desde latitudes y perspectivas disímiles. Y en tanto Hegel define a esta parte de América como pueblos sin historia, incapaces de contarse entre los elegidos que aportan al despliegue universal del Espíritu (Welthistorische Volksgeister), Bolívar junto a Artigas, Hidalgo o Morelos, entre otros líderes latinoamericanos, buscaban convertirlos en protagonistas de una historia independiente”(Argumedo, 1993).

Precisamente, se trata de recuperar el pensamiento de Argumedo, no ya como intelectual individual, sino como una de las propuestas capaz de develar “los silencios” de las corrientes hegemónicas en las ciencias sociales y de hacer emerger las voces de otros protagonistas de la historia. En definitiva, recuperar a Argumedo y ubicarla en la gran estela del pensamiento nacional implica discutir la pretendida superioridad de las epistemes europeas, cuestionar el ideario occidental como la única forma válida de hacer ciencia y entender la realidad, ya que otra episteme, latinoamericana, popular,debe surgir y afianzarse a partir del reconocimiento de sus raíces “en los ancestros precolombinos y en los acervos de la esclavitud negra”. El legado de Argumedo es interrogarnos cuáles son esas voces silenciadas, qué movimientos reivindicativos de dignidad e identidades populares no se están expresando.

Bibliografía de referencia:

  • Argumedo, Alcira (1971). “Cátedras Nacionales: Una experiencia peronista en la universidad”, en Envido, Revista de política y Ciencias sociales, Año I, N°3.
  • Argumedo, Alcira (1993). Los silencios y las voces de América Latina. Notas sobre el pensamiento nacional y popular. Ediciones del Pensamiento Nacional.
  • Ramos, Jorge Abelardo (1985). Introducción a la América criolla. Ediciones del Mar Dulce.
  • de Sousa Santos, Boaventura (2006). Conocer desde el sur. Para una cultura política emancipatoria. Fondo Editorial de la Facultad de Ciencias Sociales, UNMSM/Programa de Estudios sobre Democracia y Transformación Global.
  • Villanueva Ernesto (1970). “La explotación de la sociología”, en Envido, Revista de política y Ciencias sociales, Año I, N°2.

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Gobierno apela a determinación del Tribunal Ambiental por Dominga


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El gobierno ha decidido apelar a la reciente determinación del Tribunal Ambiental relacionada con el controvertido proyecto minero Dominga. Esta decisión ha generado un amplio debate en la esfera pública, influyendo en diversas áreas como el medio ambiente, la economía y la política.

La apelación surge como respuesta a la resolución del Tribunal Ambiental que había fallado a favor del proyecto Dominga, permitiendo su avance tras años de disputas legales y administrativas. El proyecto Dominga, que contempla la extracción de hierro y cobre en la Región de Coquimbo, ha sido objeto de intensas críticas por parte de organizaciones ambientalistas y comunidades locales, quienes argumentan que podría causar un daño irreparable a los ecosistemas marinos y terrestres de la zona.

El gobierno, al presentar su apelación, argumenta que el fallo del Tribunal no consideró adecuadamente los impactos ambientales negativos que el proyecto podría tener. Además, se cuestiona la evaluación de los estudios de impacto ambiental presentados por la empresa encargada del proyecto, que según las autoridades, contienen deficiencias significativas.

Por otro lado, los defensores del proyecto Dominga sostienen que se han cumplido todos los requisitos establecidos por la normativa ambiental y que el desarrollo del proyecto traerá importantes beneficios económicos, incluyendo la creación de empleos y un impulso a la economía local. La empresa a cargo del proyecto ha manifestado su disposición a implementar medidas de mitigación para minimizar los posibles efectos adversos en el medio ambiente.

La controversia en torno al proyecto Dominga también ha tenido repercusiones políticas, polarizando aún más a los distintos sectores del país. Mientras que algunos grupos políticos apoyan la decisión del gobierno de apelar, argumentando la necesidad de proteger el medio ambiente y las comunidades locales, otros critican la medida, señalando que obstaculiza el desarrollo económico y la inversión extranjera.

En este contexto, el debate sobre Dominga se inserta en un marco más amplio de discusión sobre el modelo de desarrollo que el país desea seguir, equilibrando la protección del medio ambiente con el crecimiento económico. La apelación presentada por el gobierno será revisada por instancias judiciales superiores, que deberán considerar los argumentos de ambas partes antes de emitir un veredicto final.

La decisión de apelar también pone de manifiesto la importancia de fortalecer los procesos de evaluación ambiental en el país, asegurando que sean rigurosos y transparentes. Este caso resalta la necesidad de contar con mecanismos efectivos que garanticen que los proyectos de gran envergadura como Dominga se desarrollen de manera sostenible y responsable.

En conclusión, la apelación del gobierno a la determinación del Tribunal Ambiental en el caso del proyecto Dominga es un reflejo de las complejas interacciones entre desarrollo económico y conservación ambiental. El resultado de este proceso judicial tendrá implicaciones significativas para el futuro de la minería y la protección del medio ambiente en el país.

Romeral avanza hacia la minería subterránea: explotación sería hasta 2034


La localidad de Romeral, ubicada en la región central de Chile, se encuentra en un momento crucial de su desarrollo minero. Recientemente, se ha anunciado un ambicioso proyecto que transformará la manera en que se extraen los recursos minerales en la zona. Este proyecto apuesta por la minería subterránea, una técnica que promete extender las operaciones mineras hasta el año 2034 y que podría traer consigo importantes beneficios económicos y medioambientales para la región.

La decisión de avanzar hacia la minería subterránea en Romeral responde a varios factores. En primer lugar, la explotación a cielo abierto, aunque efectiva, ha comenzado a mostrar signos de agotamiento en términos de productividad y sostenibilidad. Los yacimientos superficiales están siendo cada vez más difíciles de explotar sin incurrir en costos ambientales y económicos significativos. La minería subterránea, por otro lado, ofrece la posibilidad de acceder a depósitos más profundos y ricos en minerales, lo que podría revitalizar la producción minera local.

Además de las ventajas económicas, la minería subterránea presenta beneficios ambientales que han sido bien recibidos por la comunidad local y las organizaciones ecologistas. Al trasladar las operaciones bajo tierra, se reduce significativamente el impacto visual y el deterioro del paisaje, un aspecto que ha sido motivo de preocupación para los residentes y turistas que visitan la región. Asimismo, este método minimiza la producción de polvo y ruido, lo que contribuye a mejorar la calidad de vida de las poblaciones cercanas.

El proyecto de minería subterránea en Romeral no solo se centra en la extracción de minerales. También incluye una serie de iniciativas destinadas a mejorar la infraestructura local y fomentar el desarrollo sostenible. Entre estas iniciativas se encuentran la construcción de viviendas para los trabajadores mineros y sus familias, la mejora de las carreteras y la implementación de programas de capacitación para la comunidad. El objetivo es crear un entorno que no solo sea económicamente viable, sino que también promueva el bienestar social y ambiental.

A pesar de los beneficios potenciales, la transición hacia la minería subterránea no está exenta de desafíos. La inversión inicial es considerablemente mayor que en la minería a cielo abierto, y se requiere de tecnología avanzada y personal altamente capacitado para llevar a cabo las operaciones de manera segura y eficiente. Sin embargo, las autoridades locales y las empresas mineras están comprometidas con superar estos obstáculos, convencidos de que los beneficios a largo plazo justificarán los esfuerzos y recursos invertidos.

La implementación de este proyecto también requerirá de un marco regulatorio sólido que asegure la protección del medio ambiente y los derechos de las comunidades locales. Las autoridades gubernamentales han manifestado su intención de trabajar de la mano con las empresas mineras y las organizaciones no gubernamentales para establecer estándares que garanticen una explotación responsable y sostenible de los recursos naturales.

En conclusión, el avance hacia la minería subterránea en Romeral representa una oportunidad única para transformar la industria minera de la región. Con una planificación cuidadosa y un enfoque en el desarrollo sostenible, este proyecto podría marcar el inicio de una nueva era de prosperidad para la comunidad local y el medio ambiente. La explotación minera hasta 2034 no solo promete beneficios económicos, sino que también podría establecer un precedente para futuras iniciativas mineras en otras partes del país.

Gobierno confirma que apelará decisión del Tribunal Ambiental en el marco del Proyecto Dominga


En un contexto de creciente preocupación y debate público sobre el desarrollo sostenible y la protección del medio ambiente, el Gobierno ha anunciado su intención de apelar la reciente decisión del Tribunal Ambiental relacionada con el controvertido Proyecto Dominga. Este proyecto, que ha estado en el centro de la discusión política y social debido a sus potenciales impactos ambientales, ha generado divisiones entre diversos sectores de la sociedad, incluyendo comunidades locales, organizaciones ecologistas, empresas y representantes del gobierno.

El Proyecto Dominga, una iniciativa minera y portuaria, ha sido objeto de un intenso escrutinio debido a su ubicación cercana a áreas ecológicamente sensibles y su posible impacto en la biodiversidad local. Los defensores del proyecto argumentan que podría generar significativos beneficios económicos, incluyendo la creación de empleos y el impulso al desarrollo regional. Sin embargo, los críticos sostienen que estos beneficios económicos potenciales no compensan los riesgos ambientales, que podrían incluir la destrucción de hábitats naturales y la contaminación de recursos hídricos.

La decisión del Tribunal Ambiental, que inicialmente dio luz verde al proyecto bajo ciertas condiciones, ha sido recibida con escepticismo por parte de varias organizaciones ambientalistas y grupos comunitarios. Estos actores han manifestado su preocupación de que las medidas de mitigación propuestas no sean suficientes para proteger el ecosistema frágil de la región. En respuesta a estas preocupaciones, el Gobierno ha decidido apelar la decisión, buscando una revisión más exhaustiva del proyecto y sus impactos potenciales.

La apelación del Gobierno refleja un intento de equilibrar las consideraciones económicas y ambientales en la toma de decisiones sobre grandes proyectos de infraestructura. Este enfoque es esencial en un contexto global donde el cambio climático y la sostenibilidad se han convertido en prioridades críticas. Al apelar la decisión del Tribunal Ambiental, las autoridades buscan asegurar que cualquier desarrollo económico no se realice a expensas del medio ambiente.

Este caso también pone de relieve la complejidad de la gobernanza ambiental en el país, donde las decisiones sobre proyectos de gran envergadura requieren de la coordinación entre diversas entidades gubernamentales, el sector privado y la sociedad civil. La apelación podría establecer un precedente importante sobre cómo se manejan las decisiones ambientales en el futuro, influyendo en la forma en que se desarrollan otros proyectos similares en el territorio nacional.

En el trasfondo de esta discusión se encuentra el desafío de promover un desarrollo sostenible que no solo considere los beneficios económicos inmediatos, sino también los impactos a largo plazo en el medio ambiente y las comunidades locales. A medida que el país busca avanzar hacia un modelo de desarrollo más sostenible, casos como el del Proyecto Dominga ofrecen una oportunidad para reflexionar sobre las políticas y prácticas actuales, y para considerar cómo mejorar los procesos de evaluación ambiental y de toma de decisiones.

La apelación también subraya la importancia de la participación ciudadana en los procesos de toma de decisiones ambientales. Las comunidades locales y las organizaciones de la sociedad civil desempeñan un papel crucial al proporcionar información valiosa y representar los intereses de aquellos que son más directamente afectados por proyectos de gran escala. A través de consultas públicas y mecanismos de participación, es posible lograr un diálogo más inclusivo y transparente, que permita la consideración de diversas perspectivas y el fomento de soluciones más equilibradas y justas.

El proceso de apelación del Gobierno también podría abrir la puerta a un debate más amplio sobre las políticas de desarrollo y las prioridades nacionales en materia de medio ambiente. Este debate es fundamental en tiempos en que los desafíos ambientales globales, como el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, requieren de respuestas coordinadas y ambiciosas a nivel local y nacional. Las decisiones que se tomen en relación con el Proyecto Dominga podrían tener implicaciones significativas para el futuro de la política ambiental en el país.

En conclusión, la decisión del Gobierno de apelar la resolución del Tribunal Ambiental sobre el Proyecto Dominga es un paso importante en la búsqueda de un equilibrio entre el desarrollo económico y la protección ambiental. Este caso no solo es relevante para las partes directamente involucradas, sino que también ofrece lecciones valiosas para el manejo de proyectos similares en el futuro. En última instancia, el objetivo debe ser asegurar que el desarrollo económico se realice de manera sostenible, garantizando la protección del medio ambiente y el bienestar de las comunidades locales.