Este verano, una nueva adición a la NCAA se perfila en el horizonte del baloncesto. Rubén Prey, uno de los pilares de las canteras españolas, se prepara para realizar un cambio de vida y de juego. Este movimiento no es un evento aislado, ya que otros jugadores de renombre como Ismaila Diagne de Gonzaga, Kasparas Jakucionis de Illinois y Egor Demin de BYU también se han embarcado en esta travesía hacia el baloncesto universitario.
Sin embargo, el caso de Prey es único debido a una fórmula que le permitirá formarse durante un año en la NCAA y luego regresar a su equipo actual, el Joventut Badalona. Esta información fue confirmada por Dani Miret, el técnico del Joventut Badalona, en una entrevista reciente en La Tertúlia de la Televisió de Badalona.
Miret explicó: «Evidentemente han cambiado las reglas del juego. En el caso de Rubén Prey es una posibilidad que hacemos compatible para su formación personal y profesional. Es una fórmula que podríamos decir se adapta a estas nuevas normas que llegan desde Estados Unidos.»
La adaptabilidad es clave en este trato, ya que permitirá a Prey mantener su contrato con el Joventut Badalona mientras se forma en la NCAA. «El Joventut Badalona no se desprende de Rubén Prey ni de su contrato con el equipo. Damos la posibilidad de que el jugador se marche un año y posteriormente vuelva. Somos pioneros en que esto es algo positivo para él ya que le demostramos al jugador que es compatible una cosa y otra,” agregó Miret.
Este arreglo innovador implica que Prey no solo mantendrá su contrato con Joventut Badalona, sino que también tendrá la oportunidad de expandir su juego y sus habilidades en la NCAA. Miret cree que este movimiento será beneficioso para el jugador y el club, ya que Prey podrá continuar desarrollándose sin estar encasillado en la posición de 5, y también podrá jugar de 4, lo que puede mejorar su técnica.
«En el caso de Ruben puede ser que él acabe ganando en este año y puede ser que el club tenga una situación muy buena porque se complementa la formación que ha tenido aquí. Se pueda seguir desarrollando sin estar encasillado en la posición de 5, también puede jugar de 4 y es un tipo de juego que le puede hacer mejorar técnicamente y tener una experiencia que seguro que a nivel personal le ayudará a crecer«, concluyó Miret.
Este enfoque flexible y enfocado en el crecimiento ha sido un factor en la decisión de Prey de hacer el cambio. En lugar de ser una despedida, este movimiento es más bien un ‘hasta luego’, ya que se espera que Prey regrese a Joventut Badalona después de su paso por la NCAA.
Es evidente que los cambios en las reglas de la NCAA han abierto nuevas oportunidades para los jugadores y los equipos. Con este nuevo enfoque, es posible que veamos a más jugadores seguir los pasos de Prey, manteniendo sus contratos con sus equipos actuales mientras buscan nuevas experiencias y oportunidades de crecimiento en la NCAA.
En resumen, aunque este verano veremos a Rubén Prey dirigirse a la NCAA, su historia con el Joventut Badalona está lejos de terminar. Con su contrato aún en vigor, Prey tiene la oportunidad de llevar su juego al siguiente nivel en Estados Unidos, antes de regresar a casa para seguir contribuyendo a su equipo actual.