Un hombre de 69 años perdió 52 millones de pesos tras ser víctima de una estafa a través de la aplicación de citas Tinder. El adulto mayor comenzó a sostener conversaciones con una supuesta mujer que se encontraba «en línea». Sin embargo, la interacción pronto se convirtió en una pesadilla cuando recibió llamadas de supuestos familiares de la mujer, quienes lo amenazaron y exigieron dinero, asegurando que la mujer era en realidad una adolescente y que, tras las conversaciones, se había suicidado.
El caso fue denunciado ante la PDI por la propia víctima. Según el subprefecto Carlos Paz, jefe de la Brigada Investigadora de Delitos Económicos La Serena, “Detectives de nuestra unidad especializada, en coordinación con el Ministerio Público, establecieron que se trató de un engaño para presionar a la víctima, exigiéndole la entrega de altas sumas de dinero que concretó en efectivo y mediante cheques, durante una semana, a distintos sujetos mayores de edad que lo esperaban en los estacionamientos de centros comerciales, a bordo de un vehículo”.
Mediante el análisis criminal y la inteligencia policial, se gestó un procedimiento en el estacionamiento de un supermercado de La Serena, donde la víctima debía concretar el último pago en efectivo. El dinero iba dentro de un paquete. Cuando el sujeto se alejaba con el dinero hacia el automóvil, los detectives lo detuvieron junto a dos mujeres que lo acompañaban dentro del vehículo, el cual estaba reportado como robado en la Región Metropolitana.
“El detenido, chileno y mayor de edad, junto a sus acompañantes, son familiares y forman parte de una estructura organizada con funciones y roles específicos para cometer los engaños y las estafas”, señaló el subprefecto Paz. Añadió que la investigación reveló que el líder de esta red de estafadores está cumpliendo condena en el centro penitenciario de Huachalume, ubicado en La Serena, por delitos de Estafa, otras Defraudaciones e Infracción a la Ley de Drogas.
Durante el operativo, los detectives recuperaron dos millones de pesos en efectivo e incautaron el vehículo utilizado por el imputado. Este fue puesto a disposición de los tribunales para el control de detención, la formalización de cargos y el desarrollo de la investigación.
Desde la PDI hacen un llamado a los usuarios de las aplicaciones recordando que las redes sociales son propicias para que los delincuentes aprovechen alguna vulnerabilidad del cibernauta, para cometer diversos delitos mediante el anonimato que ofrecen las plataformas digitales.
Este caso pone en relieve los peligros que pueden surgir del uso de aplicaciones de citas como Tinder. Las amenazas y presiones que recibió la víctima son un claro ejemplo de cómo los estafadores pueden manipular emocionalmente a sus objetivos para obtener grandes sumas de dinero. La rápida intervención de la policía y la coordinación con el Ministerio Público fueron cruciales para detener a los responsables y recuperar parte del dinero.
La estructura organizada detrás de este fraude demuestra un alto nivel de planificación y coordinación, lo que hace aún más importante la vigilancia y el análisis criminal por parte de las fuerzas del orden. La identificación de roles específicos dentro de la red de estafadores permitió a los detectives entender mejor el modus operandi y desmantelar parcialmente la organización.
La recuperación del vehículo robado y la detención de los implicados marcan un avance significativo en la lucha contra este tipo de delitos. Sin embargo, el hecho de que el líder de la red esté operando desde una prisión subraya la necesidad de mayores controles y medidas de seguridad dentro de los centros penitenciarios.
Finalmente, este incidente sirve como un recordatorio para todos los usuarios de aplicaciones y plataformas digitales. La seguridad en línea es vital, y es necesario estar alerta ante cualquier señal de posible fraude o estafa. La educación y la conciencia sobre estos riesgos pueden ayudar a prevenir que más personas caigan en las manos de estos delincuentes.
La PDI continuará con las investigaciones para identificar y capturar a otros posibles miembros de esta red de estafadores, así como para asegurar que los responsables enfrenten las consecuencias legales de sus acciones. La colaboración con el Ministerio Público y otras agencias de seguridad será esencial para lograr estos objetivos y garantizar la justicia para la víctima y otras posibles víctimas de esta organización criminal.