Comunicación e Ideología

«Los medios piensan como la clase media, la gente en los medios es la clase media.

El sentido común, para esta cultura, es el sentido “del común de la gente”».

¡Salven a Clark Kent! Exhortaciones ante la muerte del periodismo, Tato Contissa.

Lejos de sumarse al coro de quienes anuncian su muerte, el ensayo problematiza cómo, a través del ropaje de la moderación, el radicalismo logró convertirse en la ideología dominante.

Por Marcelo Ibarra

I. Omnipresencia y moderación

En materia pedagógica, económica, política, comunicacional, histórica —por mencionar sólo algunas áreas de conocimiento—, abundan libros sobre el justicialismo. En cualquier buena librería que se precie, se podrían reunir todas esas producciones escritas en una sola sección llamada “peronismo”. Y si nos tomamos la molestia de revisar los autores de dichos libros, notaremos que los textos “legitimados” mediática y académicamente fueron escritos por autores que no comulgan con el ideario justicialista.

¿Un debate sobre cantidad vs. calidad? Más profundo: se observa en estas textualidades el funcionamiento de la hegemonía gramsciana. Los títulos son más que sugerentes: La larga agonía de la Argentina peronista, de Tulio Halperin Donghi; ¿Qué es el peronismo? de Alejando Grimson, por mencionar sólo dos. Pienso en el ex secretario de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional Ricardo Forster, entre otros tantos académicos que nos explican el peronismo desde arriba.

Entonces, de este planteo inicial, se desprende un interrogante que cae de maduro, pero nadie se atreve a plantearlo: si no lo hacen intelectuales o agentes de la cultura pertenecientes al movimiento peronista, ¿quiénes escriben la historia y la pedagogía del peronismo? O, hilando más fino, ¿a qué ideario político pertenecen esos autores encargados de construir los relatos válidos, las interpretaciones pretendidamente objetivas sobre el justicialismo?

Invirtamos, si se quiere, el planteo. ¿Debemos seguir aceptando la interpretación reduccionista que afirma que la causa de todos los males del país son los “70 años de peronismo”? ¿O, en el terreno pedagógico, la tesis de que el peronismo llevó a cabo un burdo adoctrinamiento ideológico, como si la pedagogía liberal de Mitre y Sarmiento fuera diáfana e imparcial? ¿Cuál es la otra gran identidad política, aparte del peronismo? Por fin, después de identificar y definir los alcances epistemológicos, los campos científicos por donde circulan estos discursos, cabe preguntarse: ¿qué características asume este ideario político en el terreno cultural?

Apelemos al silogismo aristotélico para plantear una primera hipótesis: si el radicalismo es el primer ideario orgánico, y todo ideario orgánico se puede considerar como dominante, por lo tanto, el radicalismo es la verdadera ideología dominante en la Argentina, ya que se encuentra presente en todos los espacios culturales y políticos. Dos hitos, al pasar, que sostienen este argumento: la Reforma Universitaria, en 1918, y la línea editorial “desarrollista” de Clarín durante la proscripción del peronismo. El primer hecho consagró al radicalismo como el partido político que le permitió el acceso a la academia a quienes no eran parte de la oligarquía. En tanto, el segundo acontecimiento hizo carne la idea de que los medios de comunicación son “independientes” o “imparciales”, aún tomando una postura abiertamente partidaria.

Pero no le esquivemos el cuerpo a la polémica, no nos quedemos en el diagnóstico y vayamos más al fondo. ¿Por qué ningún artista, docente, sindicalista o comunicador identificado con el peronismo, el marxismo —la izquierda, para ser más laxos y abarcativos— reniega de su identidad política? Antes bien, la gran crítica que se suele hacer desde sectores autodenominados “apolíticos” al peronismo y a la izquierda es, precisamente, su exceso declamatorio, una especie de acusación por intentar politizar de manera omnipresente la realidad. Pero, ¿por qué nadie se autoproclama radical? ¿Debemos seguir sumidos en la ingenuidad de creer en la imparcialidad de los medios de comunicación? De este marco reflexivo, podríamos deducir una segunda hipótesis: todo aquel que no expresa abiertamente su ideología es radical, ya que el principio que rige este sistema ideológico es la omisión, la elipsis, el silencio. En una suerte de juego de opuestos, pareciera que el radicalismo se afirma en su carácter moderado, encuentra su razón de ser al posicionarse como diametralmente contrario a lo efusivo y extravagante del peronismo.

II. Shakespeare no conoció a los radicales

Con la categoría de mise en abyme, “puesta en abismo”, se hace referencia a un procedimiento narrativo que consiste en imbricar dentro de una narración otra similar o de la misma temática. Existe un alto grado de consenso en asignarle a William Shakespeare la creación de tal recurso en su icónica obra Hamlet, aunque también hay acuerdo en que se trata de un nefasto reduccionismo el hecho de concentrar toda la complejidad de la mise en abyme en la frase “Ser o no ser, esa es la cuestión”. En rigor, desde unas cuantas escenas antes (la segunda del Acto II), asistimos a una sutil y gradual transformación del protagonista, que es la verdadera tensión dramática de la obra, ya que sus oponentes deberán esforzarse por descubrir si está loco o se hace. Este procedimiento, nos dice el canon, es un clásico tópico del Barroco, que algunos sintetizan como el conflicto “ser/parecer” o “verdad/apariencia”.

Pero, además, hay otro conflicto opuesto, subterráneo, si se quiere: si Hamlet logra “desenmascarar” a su tío Claudio, asesino de su padre y reciente esposo de su madre. Para ello, el hijo del rey asesinado monta una obra de teatro, con el nombre de “La Ratonera”, protagonizada por un elenco ecléctico. Es decir, un espectador inglés de comienzos del siglo XVII tenía completo conocimiento de que dentro de la obra (Hamlet) que había ido a ver estaba imbricada otra, destinada a los personajes, devenidos en espectadores circunstanciales.

El problema actual es que, a diferencia del teatro isabelino, los espectadores no comparten el código del mise en abyme, no identifican que hay un simulacro dentro de una obra más grande. La gran ratonera actual es, claro está, el sistema de medios hiperconcentrado, con el agravante que los telespectadores ignoran quién finge o se hace pasar por lo que no es y tampoco quién ha ocupado el lugar del rey. Cualquier telespectador que se tome la molestia de hacer zapping podrá ver en el prime time televisivo a personajes como Baby Etchecopar, Eduardo Feinmann, Mauro y Jonathan Viale, Alfredo y Diego Leuco, Miguel y Nicolás Wiñaski, Luis Majul, Jorge Lanata, Cristina Pérez, María Laura Santillán, Facundo Pastor, Fabián Doman, Santiago Del Moro, Chiche Gelblung, María O’Donell, Ernesto Tenembaum, Carlos Pagni, Joaquín Morales Solá, Jorge Fontevecchia, José Natanson, entre otros tantos. En consecuencia, nadie se arriesgaría a afirmar que alguno de estos comunicadores es peronista. A juzgar por la línea editorial de las empresas periodísticas donde se desempeñan, pareciera todo lo contrario.

¿Por qué afirmamos que el radicalismo es una ideología que se caracteriza por el silencio, por no manifestarse públicamente? Seguramente, ustedes recordarán el trabajo de Slavoj Žižek sobre la ideología, en el cual tomaba el esquema triádico hegeliano de la religión —doctrina en sí; ritual para sí; y creencia en sí y para sí— y cambiaba religión por ideología para sostener que en el vértice del “en sí” había que ubicar al conjunto de creencias y doctrinas; en el ángulo del “para sí”, la exteriorización a través de rituales e instituciones, es decir, los aparatos ideológicos del estado althusserianos; y en el tercer y último extremo, del “en sí y para sí”, la “desintegración de la noción”. ¿Qué significa que la ideología se desintegre? Si la ideología es —siguiendo a Žižek— una matriz generativa que regula la relación entre lo visible y lo no visible, lo imaginable y lo no imaginable, implica que en el punto del “en sí y para sí”seproduce lo que él llama una “lectura de síntomas”, una crítica del concepto, por lo cual, (y esto es lo más importante del planteo del filósofo esloveno) “el apartamiento de la ideología es lo que nos hace sus esclavos”. Dicho en criollo, nada es más ideológico que intentar negar la ideología, es decir, expresar la negación, el rechazo a todo sistema de pensamiento o matriz intelectual generativa.

Aún hay más: Žižek postula —en clave gramsciana— que, en el capitalismo tardío, los medios masivos de comunicación son los que permiten que la ideología penetre en cada poro del cuerpo social. Es cierto, lo dice a colación de otra cosa, cuando discute lo real versus realidad. A partir de allí, infiere que lo real es “lo no atravesado por el lenguaje” y la realidad es una construcción social siempre inacabada, imposible de cerrar a raíz de determinados fantasmas que la acechan, por lo tanto, indistinguible de la ideología misma. Lo que nos interesa es retomar este planteo e interrogarnos: ¿cuál es la realidad (ideología) de los medios masivos de comunicación? ¿No es acaso la falta de comunicadores peronistas o, desde una perspectiva más amplia, las líneas editoriales abiertamente antiperonistas? Que no se malinterprete: no estamos pidiendo que haya más comunicadores justicialistas; exigimos que los que están se reconozcan radicales.

En materia pedagógica ocurre algo similar. Este año, la ministra de Educación porteña se quejó porque en el mundillo docente había un exceso de ideología. ¿Alguien que haya pisado una sala de profesores o participado de una jornada docente puede poner las manos en el fuego de que esto sea así? ¿No es acaso todo lo contrario, en todas las instituciones, de gestión estatal o privada, no hay continuos intentos por “evitar hablar de política”? Si estos comunicadores y pedagogos no son peronistas y, por el contrario, nunca dicen cuál es su ideología, podríamos concluir con toda certeza que el radicalismo es la ideología dominante de los medios masivos de comunicación, sus comunicadores, las instituciones escolares y los trabajadores del sistema educativo en todos sus niveles.

III. Cae la máscara, cae el telón

Cuando Hamlet ingresa a escena y produce su famoso monólogo del “ser o no ser”, se trata del único parlamento de toda la obra en que el protagonista no habla directamente de sí mismo ni de la situación en que se halla. El soliloquio ocurre precisamente cuando el príncipe, por fin decidido a actuar, va a poner a prueba al rey. El problema filosófico es si matar a Claudio pasaría a formar parte de una cuestión mucho más amplia: no sólo si la ejecución de la venganza va a cambiar el mundo, sino y sobre todo si, teniendo en cuenta la condición humana y los males de esta vida, merece la pena seguir viviendo. Es decir, el problema, la “cuestión” de fondo que Hamlet se plantea es la alternativa vida/muerte, la muerte de Claudio o la suya propia, seguir o no seguir con el plan trazado, suicidarse o no suicidarse. Por lo pronto, el monólogo desarrolla la alternativa contenida en el primer verso: si “ser” (existir) es sinónimo de “soportar”, “no ser” no es vencer las adversidades, sino, paradójicamente, ser vencido por ellas dejando de existir.

Esta obra (al igual que Macbeth,El Rey Lear, La tempestad) está basada en la teoría de la “cadena del ser”, que plantea la existencia de una representación vertical del cosmos, propia de la cosmovisión isabelina: desde los pies del Creador (Dios) hasta la criatura más pequeña del mundo: Dios-ángeles-hombres-animales-plantas-minerales. Cada uno de estos órdenes tiene un arquetipo, un ser que distingue a la clase; del mar: el delfín; de los animales terrestres: el león; de las aves: el águila; de las flores: la rosa; del hombre: el rey. Por lo tanto, la ruptura en un nivel afecta a todos, desata el caos, dado que la figura del rey es la que garantiza el orden. Si el rey es asesinado, se rompe esta cadena. Los espectadores contemporáneos a Shakespeare eran conscientes de esta problemática; sabían que en la indecisión de Hamlet se apoyaba toda la tensión de la obra, de la existencia misma. Resta saber si las audiencias actuales, en un contexto de fake-news, law fare, monopolios comunicativos intactos, serán capaces de animarse a actuar, de cortar la cadena del ser y desatar el caos. Por lo pronto, pareciera ser la única alternativa para efectuar la caída de la máscara de los farsantes.

Bibliografía:

  • Shakespeare, William (2016). Hamlet. Planeta. Buenos Aires.
  • Žižek, Slavoj (2003). Ideología, un mapa de la cuestión, Fondo de Cultura Económica. México.

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El Comité de Ministros tendrá que emitir una nueva resolución sobre el proyecto Dominga


El proyecto minero-portuario Dominga, que ha sido objeto de un prolongado y complejo proceso de evaluaciones y decisiones judiciales, vuelve a ser el centro de atención tras la determinación de que el Comité de Ministros debe emitir una nueva resolución. Este desarrollo es un capítulo más en la larga historia de este polémico proyecto, que ha suscitado tanto apoyo como oposición en diversas esferas de la sociedad chilena.

Desde su concepción, Dominga ha sido presentado como un proyecto que podría impulsar el desarrollo económico y la creación de empleo en la región de Coquimbo, donde se planea su ejecución. Sin embargo, también ha enfrentado fuertes críticas por parte de organizaciones medioambientales y comunidades locales, preocupadas por el impacto que podría tener en el ecosistema local, particularmente en la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt.

En este contexto, el Comité de Ministros, que se encarga de la revisión de decisiones ambientales en Chile, se encuentra en una posición crucial. Su papel es evaluar si el proyecto cumple con los estándares y normativas ambientales vigentes, teniendo en cuenta tanto el desarrollo económico como la protección del medio ambiente. La nueva resolución que debe emitir este comité es resultado de un fallo judicial que anuló una decisión anterior, argumentando que no se consideraron adecuadamente ciertos aspectos legales y técnicos.

El proyecto Dominga ha estado bajo escrutinio desde que fue presentado, y su historia ha estado marcada por una serie de aprobaciones y rechazos. En un principio, fue aprobado por la Comisión de Evaluación Ambiental de Coquimbo en 2017, pero poco después, el Comité de Ministros decidió rechazarlo, citando preocupaciones ambientales. Este rechazo fue apelado por Andes Iron, la empresa detrás de Dominga, lo que llevó a una serie de batallas legales que culminaron en la reciente decisión judicial de ordenar una nueva resolución.

La nueva evaluación del Comité de Ministros deberá considerar diversos factores, incluyendo estudios de impacto ambiental, las opiniones de las comunidades locales y las recomendaciones de expertos en conservación. Este proceso es crucial, ya que el área donde se pretende llevar a cabo el proyecto es conocida por su biodiversidad única, siendo hogar de especies en peligro de extinción y parte esencial de un corredor biológico marino.

Los defensores del proyecto argumentan que Dominga podría ser un motor de desarrollo económico para la región, generando miles de empleos directos e indirectos y atrayendo inversiones significativas. Sin embargo, los críticos insisten en que los beneficios económicos no deberían primar sobre la conservación del medio ambiente y la protección de las comunidades locales.

La tensión entre desarrollo y conservación es un tema recurrente en Chile y en muchos otros lugares del mundo, donde los gobiernos y las empresas enfrentan el desafío de equilibrar el crecimiento económico con la sostenibilidad ambiental. La resolución del Comité de Ministros sobre Dominga podría sentar un precedente importante para futuros proyectos en el país, y es observada de cerca tanto por defensores del medio ambiente como por actores de la industria minera.

Además, este caso pone de relieve la importancia de los procesos judiciales en la evaluación de proyectos de gran envergadura. La intervención de los tribunales asegura que se cumplan las normativas legales y que se respeten los derechos de todas las partes involucradas. Sin embargo, también puede retrasar la ejecución de proyectos, generando incertidumbre tanto para las empresas como para las comunidades.

Mientras se espera la nueva resolución del Comité de Ministros, diversas organizaciones han manifestado su intención de continuar monitoreando el proceso y de seguir abogando por la protección del medio ambiente. Esto incluye tanto a grupos locales como internacionales, que han expresado su preocupación por los posibles impactos de Dominga y su determinación de garantizar que cualquier decisión se tome con base en evidencia científica y en consulta con las comunidades afectadas.

En resumen, el caso del proyecto Dominga es un claro ejemplo de los complejos dilemas que enfrenta la sociedad moderna en la búsqueda de un desarrollo sostenible. La necesidad de crecimiento económico debe ser equilibrada cuidadosamente con la protección del medio ambiente y los derechos de las comunidades locales. La nueva resolución del Comité de Ministros será un paso crucial en este proceso, y será observada de cerca por todos los interesados, con la esperanza de que se logre una solución justa y equilibrada.

Optimización y Cuidado de la Nieve: Estrategias Clave para Asegurar el Riego


Encontrarás a continuación una reescritura más extensa de la noticia solicitada, expandiendo los puntos clave para alcanzar el objetivo de 1100 palabras. Este artículo se centra en la importancia de la nieve como recurso hídrico y las estrategias optimizadas para su gestión y conservación con el fin de garantizar el riego eficaz en las zonas agrícolas y comunidades que dependen de este recurso.



La nieve no es solo un espectáculo natural que cubre las montañas y los valles con su manto blanco durante el invierno. Para muchas comunidades, es una fuente vital de agua que, al derretirse, proporciona el caudal necesario para el riego de cultivos y el abastecimiento de agua potable. En este contexto, la optimización y el cuidado de la nieve se han convertido en herramientas esenciales para garantizar un suministro constante y predecible de agua, especialmente en regiones que enfrentan desafíos climáticos y escasez hídrica.

Importancia de la Nieve como Recurso Hídrico


La nieve actúa como un depósito natural de agua. Durante los meses fríos, se acumula en grandes cantidades en las montañas y colinas. Con la llegada de la primavera y el aumento de las temperaturas, la nieve se derrite gradualmente, liberando agua que fluye hacia los ríos y embalses. Este proceso natural regula el suministro de agua a lo largo del año, asegurando que incluso en los meses más secos, haya suficiente agua disponible para el riego y el uso doméstico.

Sin embargo, los cambios climáticos han alterado este ciclo. El aumento de las temperaturas globales ha reducido la cantidad de nieve que se acumula cada invierno y ha acelerado el ritmo de deshielo. Esto significa que menos agua está disponible durante el verano, cuando la demanda de riego es más alta. Además, el deshielo temprano puede provocar inundaciones, afectando negativamente la infraestructura y los ecosistemas locales.

Estrategias de Optimización y Cuidado de la Nieve


Para enfrentar estos desafíos, diversas estrategias se han implementado a nivel global para optimizar y cuidar la nieve, asegurando así su papel como recurso hídrico vital. A continuación, se detallan algunas de las prácticas más efectivas:

Monitoreo y Predicción


Una de las herramientas más importantes en la gestión de la nieve es el monitoreo constante y la predicción precisa. Las tecnologías satelitales y los sensores terrestres permiten a los científicos y gestores de recursos naturales rastrear la cantidad y el estado de la nieve en tiempo real. Estos datos son cruciales para prever el caudal de los ríos y planificar el uso del agua de manera eficiente.

Además, los modelos climáticos avanzados ayudan a predecir cómo los cambios en las condiciones climáticas afectarán la acumulación y el deshielo de la nieve. Esta información permite a las comunidades planificar con anticipación y ajustar sus estrategias de riego para minimizar el impacto de la escasez hídrica.

Conservación de la Nieve


La conservación de la nieve es otra estrategia clave. En algunas regiones, se utilizan técnicas de gestión del paisaje para maximizar la retención de nieve. Esto incluye la plantación de árboles y arbustos que actúan como barreras naturales, reduciendo la velocidad del viento y minimizando la sublimación, que es la conversión directa de nieve en vapor de agua. Estas barreras también ayudan a capturar más nieve durante las tormentas, aumentando la cantidad de agua disponible durante el deshielo.

Almacenamiento de Agua Derretida


Una vez que la nieve se derrite, es fundamental almacenar esta agua de manera eficiente para su uso futuro. Los embalses y las presas son infraestructuras esenciales para capturar el agua de deshielo y regular su liberación durante los meses secos. Sin embargo, el mantenimiento y la modernización de estas estructuras son necesarios para asegurar su eficacia. Las inversiones en infraestructura hídrica pueden mejorar significativamente la capacidad de almacenamiento y distribución del agua.

Tecnologías de Riego Eficiente


La implementación de tecnologías de riego eficientes también juega un papel crucial en el uso sostenible del agua derivada de la nieve. Los sistemas de riego por goteo y la utilización de sensores de humedad del suelo permiten a los agricultores aplicar la cantidad exacta de agua necesaria para los cultivos, reduciendo el desperdicio y aumentando la eficiencia.

Además, la capacitación de los agricultores en prácticas de riego sostenibles y la adopción de cultivos resistentes a la sequía pueden mitigar el impacto de la escasez de agua. Estas prácticas no solo aseguran el suministro de agua para el riego, sino que también contribuyen a la sostenibilidad general de los recursos hídricos.

Desafíos y Consideraciones Futuras


A pesar de las estrategias mencionadas, la gestión de la nieve como recurso hídrico enfrenta varios desafíos. El cambio climático continúa siendo una amenaza importante, con implicaciones potencialmente devastadoras para la acumulación de nieve y el suministro de agua. Por lo tanto, es crucial fortalecer las políticas de mitigación del cambio climático y fomentar la investigación en nuevas tecnologías y prácticas de gestión del agua.

Además, la colaboración internacional es fundamental. Las cuencas hidrográficas a menudo se extienden a través de fronteras nacionales, requiriendo esfuerzos conjuntos para gestionar los recursos hídricos de manera equitativa y sostenible. El intercambio de conocimientos, tecnologías y experiencias puede ayudar a las comunidades a adaptarse a los cambios climáticos y a optimizar el uso de la nieve como recurso hídrico.

En conclusión, la optimización y el cuidado de la nieve son herramientas esenciales para garantizar el riego y el suministro de agua en un mundo que enfrenta desafíos climáticos significativos. A través de la implementación de estrategias de monitoreo, conservación, almacenamiento y riego eficiente, es posible asegurar que este recurso natural siga siendo una fuente vital de agua para las generaciones futuras. La acción coordinada y la innovación continua serán clave para enfrentar los retos que presenta el cambio climático y asegurar un suministro de agua sostenible y equitativo.

Incremento del Precio Internacional de la Uva a Pesar de la Reducción en el Volumen de Exportación


En el panorama agrícola internacional, la uva ha demostrado ser un producto resiliente a pesar de enfrentar desafíos significativos en los últimos tiempos. Recientemente, el precio internacional de la uva ha mostrado una tendencia al alza, incluso cuando el volumen de exportación ha experimentado una disminución. Este fenómeno ha captado la atención de expertos y productores por igual, quienes intentan descifrar las razones detrás de esta dinámica de mercado y sus implicaciones a futuro.

En el contexto actual, los productores de uva se enfrentan a una serie de desafíos que han afectado el volumen total de exportaciones. Factores como las condiciones climáticas adversas, cambios en las políticas comerciales internacionales y las fluctuaciones en la demanda global han jugado un papel crucial en la reducción del volumen exportado de este fruto. Sin embargo, a pesar de la disminución en la cantidad exportada, los precios internacionales han mostrado un comportamiento optimista.

Una de las razones detrás de este aumento en los precios es la calidad del producto. A medida que los productores han adoptado prácticas agrícolas más sostenibles y eficientes, la calidad de las uvas ha mejorado notablemente. Este factor ha permitido que, aunque el volumen sea menor, las uvas exportadas tengan un valor agregado más alto, lo que se traduce en un mejor precio en el mercado internacional. Los compradores, conscientes de la calidad superior, están dispuestos a pagar más por un producto que cumple con estándares elevados de frescura y sabor.

Por otro lado, la diversificación de mercados también ha jugado un papel fundamental en esta tendencia. Tradicionalmente, ciertos países han sido los principales importadores de uva, pero en los últimos años, nuevos mercados han emergido, aumentando la demanda global. Este interés creciente por parte de economías emergentes ha contribuido a mantener los precios elevados, compensando la baja en el volumen de exportación.

Además, las campañas de marketing y promoción han sido clave para posicionar la uva como un producto premium en el mercado internacional. Las asociaciones de productores y los gobiernos locales han invertido en destacar las características nutricionales y los beneficios para la salud de la uva, generando una percepción positiva entre los consumidores. Esta estrategia ha resultado efectiva para incrementar el valor percibido del producto, lo cual se refleja en los precios.

No obstante, es esencial considerar que esta situación también presenta desafíos potenciales. Con precios más altos, la competitividad en algunos mercados podría verse afectada, ya que los consumidores podrían optar por productos alternativos más económicos. Además, la sostenibilidad de este aumento de precios a largo plazo es incierta, especialmente si el volumen de producción no se recupera o si las condiciones económicas globales se deterioran.

Para los productores, el enfoque en la innovación y la eficiencia seguirá siendo crucial. Adoptar tecnologías avanzadas en el cultivo y cosecha de uvas puede ayudar a mejorar la productividad y reducir costos, permitiendo así mantener un equilibrio entre precio y volumen a pesar de las adversidades.

En conclusión, el aumento en el precio internacional de la uva, a pesar de la reducción en el volumen de exportación, es un fenómeno complejo impulsado por diversos factores. La calidad del producto, la diversificación de mercados y las estrategias de marketing efectivas han sido determinantes en esta dinámica. Sin embargo, los actores del sector deben continuar adaptándose y anticipándose a los cambios para asegurar la estabilidad y el crecimiento en el futuro. La capacidad de innovar y responder a las demandas del mercado global será esencial para mantener este impulso positivo en el mercado de la uva.