La Iglesia San Vicente Ferrer, un icono religioso y cultural en la capital limarina, ha sufrido una serie de dificultades administrativas que han impedido su restauración tras los daños causados por el devastador terremoto de septiembre de 2015. Esta notable iglesia, que está estratégicamente situada en la Plaza de Armas y que desempeña un papel fundamental en diversas actividades cívicas y culturales, ha sufrido las cicatrices de ese desastre natural durante años.
El terremoto de 2015 dañó severamente la estructura de la Iglesia San Vicente Ferrer, lo que llevó a su cierre temporal y a la necesidad de un proyecto de restauración en profundidad. Después de siete años de gestiones, en 2022, el proyecto presentado por la Municipalidad de Ovalle logró obtener la aprobación del Consejo Regional para los necesarios fondos de restauración. Se aprobó un total de $2.477.485.000 para reparar los extensos daños de la edificación emblemática.
Este proyecto de restauración abarca la renovación de una propiedad patrimonial de más de mil metros cuadrados, que incluye tanto el templo como las dependencias de la administración parroquial, ambos formando parte del inmueble original. Sin embargo, en septiembre de 2023, con el diseño de arquitectura, ingeniería y especialidades ya finalizado y aprobado, se identificó la necesidad de actualizar el diseño eléctrico para cumplir con la normativa legal vigente desde 2021.
Hanna Jarufe, consejero regional y miembro de la Comisión de Ordenamiento Territorial, Planificación e Infraestructura del CORE, recordó los obstáculos que tuvieron que superar para conseguir los fondos. Reveló que, después de aprobar los fondos necesarios, descubrieron que las instalaciones eléctricas eran muy antiguas. Esto llevó a recurrir de nuevo al Departamento de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas.
Jarufe instó al municipio de Ovalle a ser más proactivo en la gestión de estos procesos, ya que tienen el poder de presionar para la restauración de la parroquia. Mencionó que estos fondos se aprobaron en 2022, y es probable que los montos puedan aumentar. Expresó su compromiso de continuar evaluando la situación y acelerar el proceso donde sea necesario.
El párroco de San Vicente Ferrer, Padre Jorge Arancibia, destacó que el problema eléctrico ha sido el principal obstáculo en la restauración. Declaró que necesitan presentar nuevos planos de la acometida eléctrica, lo que podría implicar un cambio en el presupuesto, ya que esto no estaba incluido inicialmente.
El Padre Arancibia señaló que, mientras se llevan a cabo los trabajos de restauración, se trasladarían a la Iglesia del Corazón de María, que, aunque presenta cierto grado de deterioro, no tiene daños estructurales que puedan comprometer la seguridad de los feligreses.
Este proyecto de restauración de la Iglesia San Vicente Ferrer es un testimonio de la perseverancia en medio de obstáculos burocráticos y técnicos. A pesar de los desafíos, la comunidad sigue comprometida en la restauración de este valioso patrimonio histórico, cultural y religioso en la capital limarina.
