En la madrugada de ayer, cerca de las 2 a.m., un conductor que manejaba su vehículo en estado de ebriedad protagonizó un grave accidente que dejó a un quiosco completamente destruido en la esquina de las calles Cordovez y Balmaceda, en pleno centro de La Serena. El impacto fue tan fuerte que la estructura del quiosco fue arrancada de sus cimientos, esparciendo toda la mercadería por la calle.
El incidente no terminó con la devastación del quiosco. Un grupo de individuos que pasaban por el lugar aprovechó la situación para robar toda la mercadería que quedó expuesta en la vía pública. La policía actuó rápidamente, logrando detener tanto al conductor responsable del choque como a algunos de los involucrados en el saqueo.
Según el informe policial, el chofer estaba en un «absoluto estado de ebriedad» y, a pesar de la violencia del impacto, resultó con lesiones leves. El teniente coronel José Ramírez, comisario de la Primera Comisaría de La Serena, enfatizó la importancia de no combinar la conducción con el consumo de alcohol. «Aquí estamos viendo un ejemplo de las consecuencias que puede generar una conducta irresponsable, con daños a un tercero que, sin tener vinculación con el hecho, perdió su fuente de trabajo», señaló.
El propietario del quiosco, José Malebrán, confirmó que las pérdidas fueron totales. Además del daño estructural, los ladrones sustrajeron mercadería por un valor aproximado de un millón y medio de pesos, principalmente cigarrillos que habían llegado el día anterior y estaban almacenados en el quiosco. «Se llevaron todos los cigarros y mercadería. Creo que eran varios sujetos», comentó Malebrán, quien nunca había enfrentado una situación similar en sus 40 años como suplementero.
Malebrán también recordó que el pasado 1 de mayo su quiosco fue víctima de un robo, aunque en esa ocasión las pérdidas no fueron tan significativas. «Pero ahora justo me habían llegado los cigarros y se los llevaron todos. Perdí como un millón y medio de pesos», lamentó.
El impacto de este incidente va más allá de las pérdidas materiales. Malebrán, de 53 años, forma parte de una familia de suplementeros desde 1967, cuando su madre se inició en este oficio. Él ha estado ligado al rubro desde los 12 años, y sus hermanos también se dedican a esta labor. «Con este trabajo he mantenido a mi familia, con dos hijos y ahora a mis dos nietos, ayudándolos porque mi hija estudia. Este es el sustento que tenemos nosotros, pero esto es pérdida total, he quedado sin trabajo. En este momento no voy a poder seguir ejerciendo a no ser que recuperemos un quiosco», expresó Malebrán.
Para poder volver a trabajar, Malebrán necesita reponer el quiosco destruido, lo que requiere ayuda económica. «La única posibilidad es endeudarme para volver a instalarme. Tendré que ver en BancoEstado. Soy cliente y veremos si puedo financiar un préstamo para hacer un quiosco nuevo. Por eso me gustaría saber de algún maestro o empresa que pueda fabricarlo. No busco que me lo regalen, porque hoy los quioscos son caros, por la estructura metálica, más la mano de obra», indicó.
La situación es crítica para Malebrán y su familia, compuesta por cinco personas. Sin su única fuente laboral, enfrenta serias dificultades económicas. Quienes deseen colaborar económicamente pueden hacerlo depositando en la cuenta RUT 11.806.030-K.
Este incidente pone de relieve la importancia de la responsabilidad al volante y las consecuencias devastadoras que puede tener la combinación de alcohol y conducción. En un momento en que la seguridad vial es una preocupación creciente, este caso sirve como un trágico recordatorio de los peligros del manejo en estado de ebriedad.
El rápido actuar de la policía permitió detener al conductor y a algunos de los saqueadores, pero el daño ya estaba hecho. La comunidad de La Serena se ha mostrado solidaria con José Malebrán, reconociendo la importancia del quiosco no solo para su sustento, sino como un punto de referencia en la ciudad.
El teniente coronel José Ramírez volvió a hacer hincapié en la necesidad de una mayor concienciación sobre los peligros de la conducción bajo los efectos del alcohol. «Es fundamental que las personas entiendan e internalicen que la conducción no es compatible con la ingesta de alcohol», reiteró.
Las autoridades locales han manifestado su intención de apoyar a Malebrán en lo que sea posible, aunque la solución a largo plazo requiere de un esfuerzo conjunto de la comunidad y las instituciones financieras. La esperanza de Malebrán es poder reconstruir su quiosco y volver a su actividad lo antes posible, para asegurar el sustento de su familia.
El caso de José Malebrán es un recordatorio de la fragilidad de los pequeños negocios frente a eventos inesperados y trágicos. El apoyo de la comunidad y las autoridades será crucial para su recuperación. Mientras tanto, la policía continúa con las investigaciones para asegurar que todos los responsables del saqueo sean llevados ante la justicia.
