La provincia de Limarí, en Chile, ha estado lidiando con una crisis de escasez de agua, que ha puesto en peligro tanto la agricultura como el consumo humano. Sin embargo, las recientes precipitaciones y la acumulación de nieve en la cordillera proporcionaron un respiro temporal a esta situación. Según la información proporcionada por el Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA), en la estación de Tascadero se acumularon 57 centímetros de nieve, mientras que en El Polvo se registraron 69 centímetros.
Los funcionarios del gobierno y los miembros del gremio agrícola reconocen que, aunque las recientes precipitaciones son una buena noticia, no son suficientes para resolver la crisis hídrica. La falta de agua ha perjudicado no sólo el riego, lo que a su vez ha llevado a la pérdida de cultivos, sino que también amenaza el consumo humano.
El alcalde de Ovalle, Jonathan Acuña, destacó la gravedad de la situación, en particular para los agricultores y ganaderos de las zonas rurales. Muchos de ellos han tenido que abandonar sus campos y cultivos debido a la falta de agua. Como municipio, se han estado esforzando por suministrar agua para riego, aunque reconocen que la prioridad es el consumo humano.
Acuña reveló que están a punto de entregar una cantidad significativa de recursos del gobierno regional para ayudar a las personas que han solicitado estanques, mangueras y otros insumos indispensables. Además, están elaborando un plan municipal de ayuda temprana, centrado principalmente en el sector rural, para paliar en parte la difícil situación que están enfrentando los habitantes de la zona.
Por su parte, la presidenta de la Sociedad Agrícola del Norte (SAN), María Inés Figari, afirmó que, a pesar de las recientes precipitaciones y la mejora en la cobertura de nieve, la región sigue enfrentando un déficit hídrico estructural. Como gremio, han estado trabajando para desarrollar una estrategia regional para la generación de nuevas fuentes de agua.
Figari reveló que se está trabajando con varias instituciones públicas para avanzar en la excavación de pozos proyectados para riego agrícola. Hay unos 15 de estos pozos en Limarí, y un número similar de pozos están en proyecto en la zona baja de Ovalle, para garantizar el consumo humano en caso de una eventualidad, como una disminución en los caudales de agua.
Además de los pozos, la SAN está gestionando el apoyo para la desaladora en el sector de El Panul de Coquimbo, y está promoviendo el avance técnico de la desaladora del sector de Talinay en Limarí. Esta última podría abastecer de agua a toda la zona baja e incluso llegar al embalse de La Paloma.
Además, Figari explicó que están trabajando en la implementación de canalizaciones y en el apoyo directo a las organizaciones de usuarios de agua. Esto es esencial para los agricultores afectados por la sequía, ya que les permitirá acceder a nuevos créditos y beneficios para mantener la producción de sus cultivos, como hortalizas y frutas.
En Santiago, el senador Matías Walker y el diputado Víctor Pino se reunieron con el equipo hídrico del Ministerio de Obras Públicas (MOP) para discutir la crisis. Walker enfatizó que las recientes precipitaciones no han disminuido la urgencia de la escasez hídrica. Anunció que a mediados de julio se conocerán los resultados de un estudio del CEAZA sobre las zonas específicas donde se puede extraer agua de los pozos multipropósito para consumo humano y riego.
Además, se discutió la necesidad de que la Comisión Nacional de Riego (CNR) financie las obras de conducción de las aguas que se extraigan. Walker subrayó la importancia de la colaboración público-privada en este esfuerzo.
Pino, por su parte, reiteró ante las autoridades que el agua es una prioridad para la Región de Coquimbo. Expresó optimismo sobre la construcción de pozos en la provincia de Limarí, la zona más afectada por la escasez hídrica. También se habló de la posibilidad de instalar una planta desaladora en la provincia de Limarí, en el sector de Talinay.