Un aterrador crimen ha sacudido a la tranquila comuna de Canela, en el norte de Chile. El pasado lunes, un hombre identificado como Gabriel del Carmen Bugueño Bugueño de 45 años y su hijo de 21 años fueron atacados a tiros en la Quebrada de Linares, un lugar remoto y aislado en la región.
El señor Bugueño falleció en el lugar debido a dos balazos, uno en el tórax y otro en la pierna. Su hijo, cuyo nombre no se ha revelado, fue herido en el abdomen y se encuentra en estado crítico en el hospital de Ovalle.
La familia Bugueño se encontraba en un recorrido por la zona rural de Canela cuando fueron emboscados por un grupo de individuos no identificados. Tras el ataque, lograron llegar al CESFAM de la localidad, donde se confirmó el deceso de Gabriel y se atendió a su hijo gravemente herido. También se atendió a un tercer individuo, que mostraba golpes en la cabeza.
Diversos detalles del incidente aún no se han aclarado, y la investigación está en curso a cargo de la Brigada de Homicidios de la PDI. Según información recopilada por este medio, el ataque podría estar relacionado con una transacción de drogas. No obstante, ninguna hipótesis ha sido descartada hasta el momento.
José Cáceres, Jefe de la Brigada de Homicidios, declaró que la policía y el Laboratorio de Criminalística Regional están llevando a cabo una investigación exhaustiva para aclarar las circunstancias del suceso. La policía trabajó durante todo el día en el lugar del crimen y también tomó declaración a la víctima con lesiones leves.
El asombro y la consternación se apoderaron de los habitantes de Canela tras conocerse la noticia del ataque. Sin embargo, no es la primera vez que ocurre un incidente de este tipo en la zona. En 2021, el cuerpo de Francisco Rojas fue encontrado enterrado en los cerros de la Quebrada de Mincha. En aquel momento, se relacionó el crimen con la actividad de bandas de narcotraficantes en la región.
A raíz de estos hechos, el fiscal regional Patricio Cooper se refirió a la presencia del crimen organizado en el país. Cooper señaló que estas bandas no reconocen fronteras, y el fenómeno que se observa en Antofagasta se puede ver también en Coquimbo o en Arica. Según el fiscal, la única forma de combatir esta amenaza es mediante el intercambio de información entre las distintas regiones y las distintas instituciones.
El crimen en la Quebrada de Linares ha dejado muchas preguntas sin respuesta. ¿Por qué estas cuatro personas se encontraban en un lugar tan remoto y aislado en horas de la noche? ¿Quiénes son los responsables del ataque? ¿Está relacionado con la actividad de las bandas de narcotraficantes? Mientras la investigación sigue su curso, la comunidad de Canela queda en espera de respuestas y justicia.