El hospital modular que fue instalado temporalmente en La Portada de La Serena ha dejado de funcionar desde finales de enero del año en curso. Sin embargo, los recursos para su desarme y almacenamiento aún no se han obtenido, según se ha informado.
Este hospital es uno de los cinco hospitales modulares que el Ministerio de Salud adquirió para todo el país con el objetivo de reforzar la atención médica durante la pandemia de COVID-19. La Región de Coquimbo, en la que se encuentra La Serena, era una de las zonas con menos camas clínicas en ese momento, por lo que la llegada de este hospital fue muy necesaria.
El propósito principal de este hospital no fue atender a pacientes con COVID-19, sino a pacientes con otras enfermedades. De esta manera, se logró liberar camas en el hospital San Juan de Dios y otros recintos para atender a pacientes contagiados con el virus.
A pesar de que la emergencia sanitaria ha terminado, el hospital continuó funcionando. La última paciente en ser dada de alta de la instalación fue Amanda Torres, una adolescente de 15 años de La Serena.
En la actualidad, se está trabajando para obtener los recursos necesarios para desmontar y almacenar el hospital. Según Gabriel Sanhueza, director (s) del Servicio de Salud Coquimbo, se está evaluando junto con el ministerio a nivel central conseguir los recursos para desarmarlo, embalarlo y luego almacenarlo.
Sanhueza explicó que, debido a la especial naturaleza de la instalación, son pocas las empresas que realizan este tipo de trabajo. Sin embargo, ya están en conversaciones con una empresa para llevar a cabo el proceso de desarmado.
En este sentido, el alcalde de La Serena, Roberto Jacob Jure, destacó la gran utilidad que tuvo este hospital durante la pandemia. Según el alcalde, el hospital modular fue crucial para liberar camas en el hospital San Juan de Dios, que eran necesarias para atender a los pacientes con COVID-19.
El alcalde Jacob, sin embargo, también expresó su deseo de que el hospital sea retirado lo antes posible. Según él, los espacios son escasos y la ciudad necesita usar esa área para una serie de actividades, como el patinaje de algunas escuelas.
El hospital modular cesó sus operaciones el 1 de febrero del presente año, poniendo fin a una etapa de trabajo asistencial durante la cual se amplió la capacidad de atención del hospital San Juan de Dios en el contexto de la pandemia.
Durante su funcionamiento, el hospital atendió a 9.337 personas de la Región de Coquimbo. La instalación de esta estructura móvil fue ampliamente valorada por la comunidad y el personal de salud, quienes coincidieron en que su mayor innovación fue demostrar que era posible entregar una atención segura, de calidad y acogedora en un establecimiento de emergencia.
La última paciente en ser dada de alta del recinto, Amanda Torres, expresó que el hospital «tenía toda la implementación adecuada para atender a los pacientes». Torres se enteró de que sería la última paciente en salir del hospital modular cuando le dieron el alta a los dos últimos pacientes que quedaban en el recinto.
