El área meteorológica del Centro Científico CEAZA ha emitido un pronóstico indicando que se esperan precipitaciones de lluvia y nieve en la región de Coquimbo desde la tarde del jueves 29 hasta la mañana del viernes 30 de agosto.
Tomás Caballero, meteorólogo del CEAZA, detalló que “la zona cordillerana de las provincias del Choapa y Limarí concentraría la mayor cantidad de nieve, mientras que localidades precordilleranas del Choapa recibirían los montos de lluvia más altos. Las precipitaciones podrían venir acompañadas de actividad eléctrica”.
Se estima que el nivel de la isoterma cero podría variar entre 1500 y 3000 metros sobre el nivel del mar (m.s.n.m.), por lo que podría caer nieve desde los 1300 m.s.n.m.
Cabe destacar que, de acuerdo a lo indicado, este evento se encuentra asociado a una baja segregada.
Bajas temperaturas
Asimismo, se pronostican bajas temperaturas y en valles interiores, heladas, con temperaturas que bordearían los -3° y 0°.

El Centro Científico CEAZA ha emitido un pronóstico detallado sobre las condiciones meteorológicas adversas que afectarán a la región de Coquimbo. Se anticipa que desde la tarde del jueves 29 de agosto y hasta la mañana del viernes 30 de agosto, la región experimentará precipitaciones de lluvia y nieve, lo cual podría tener un impacto significativo en la actividad diaria de sus habitantes y en el entorno natural.
Según Tomás Caballero, meteorólogo del CEAZA, las precipitaciones se concentrarán principalmente en la zona cordillerana de las provincias del Choapa y Limarí. En estas áreas, se espera que la acumulación de nieve sea considerable, creando potenciales desafíos para el transporte y la movilidad. Caballero también indicó que las localidades precordilleranas del Choapa recibirán los montos de lluvia más altos, lo cual podría ocasionar inundaciones o deslizamientos de tierra en estas zonas.
Un aspecto relevante del pronóstico es la posibilidad de que las precipitaciones vengan acompañadas de actividad eléctrica. Este fenómeno podría incrementar el riesgo de incendios forestales y daños en infraestructuras, como redes eléctricas y construcciones. La comunidad y las autoridades locales deben estar preparadas para enfrentar esta situación de manera efectiva.
La variabilidad del nivel de la isoterma cero es otro factor crítico en este evento meteorológico. Se estima que podría fluctuar entre 1500 y 3000 metros sobre el nivel del mar (m.s.n.m.), lo que implica que la nieve podría caer desde los 1300 m.s.n.m. Esta situación es particularmente relevante para las actividades agrícolas y ganaderas, que podrían verse afectadas por el frío y la acumulación de nieve en zonas inusuales.
El evento meteorológico se encuentra asociado a una baja segregada, un fenómeno atmosférico que suele generar condiciones climáticas extremas. Este sistema de baja presión aislada puede producir precipitaciones intensas, vientos fuertes y, en algunos casos, tormentas eléctricas. La comprensión de este fenómeno es crucial para anticipar y mitigar sus efectos.
Las bajas temperaturas que se pronostican también representan un desafío significativo para la región. En los valles interiores, se esperan heladas con temperaturas que bordearían los -3° y 0°. Estas condiciones pueden afectar severamente a los cultivos y a la fauna local, además de representar un riesgo para la salud de las personas, especialmente aquellas en situación de vulnerabilidad.
El impacto de las bajas temperaturas y las heladas en la agricultura es especialmente preocupante. Los cultivos de frutas, verduras y otros productos agrícolas pueden sufrir daños irreversibles debido al frío extremo. Los agricultores deben tomar medidas preventivas, como proteger las plantas con coberturas adecuadas y asegurarse de que los sistemas de riego estén preparados para enfrentar las bajas temperaturas.
La fauna local también podría verse afectada por estas condiciones climáticas adversas. Los animales que habitan en la región podrían enfrentar dificultades para encontrar alimento y refugio. Las organizaciones de conservación y las autoridades deben monitorear la situación y estar preparadas para intervenir si es necesario.
Además, las heladas y las bajas temperaturas pueden tener un impacto en la salud de las personas, particularmente en los grupos más vulnerables, como los ancianos, los niños y las personas sin hogar. Es fundamental que las comunidades se mantengan informadas y tomen medidas para protegerse del frío extremo. Las autoridades locales deben asegurarse de que haya refugios disponibles y de que se proporcionen servicios de emergencia para quienes lo necesiten.
La región de Coquimbo y sus habitantes deben estar preparados para enfrentar las condiciones climáticas adversas que se avecinan. La información proporcionada por el Centro Científico CEAZA es crucial para tomar decisiones informadas y mitigar los riesgos asociados con este evento meteorológico.
Las autoridades locales, los servicios de emergencia y la comunidad en general deben trabajar juntos para garantizar la seguridad y el bienestar de todos. Es esencial que se implementen planes de contingencia y que se mantenga una comunicación constante para informar sobre cualquier cambio en las condiciones meteorológicas.
La región de Coquimbo ha enfrentado eventos climáticos adversos en el pasado, y la resiliencia de sus habitantes es un testimonio de su capacidad para superar desafíos. Sin embargo, la preparación y la colaboración son fundamentales para minimizar el impacto de este nuevo evento meteorológico.
El Centro Científico CEAZA continuará monitoreando la situación y proporcionando actualizaciones en tiempo real. La comunidad debe mantenerse atenta a las recomendaciones y advertencias emitidas por las autoridades y los expertos en meteorología.
En conclusión, la región de Coquimbo se enfrenta a un evento meteorológico significativo que traerá precipitaciones de lluvia y nieve, bajas temperaturas y actividad eléctrica. La preparación y la cooperación de todos son esenciales para garantizar la seguridad y el bienestar de la comunidad.
