El último Estudio de Percepción de los Usuarios sobre Calidad de Servicio de las Empresas Sanitarias realizado por la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS), ha revelado una mejora en la percepción que los usuarios tienen de estos servicios. Este informe, publicado la semana pasada, corresponde al periodo 2023 y muestra un incremento sostenido en la satisfacción neta de los usuarios por cuarto año consecutivo en el país, con un promedio nacional que se ubica en una tasa de 44,6.
A pesar de los resultados globales positivos, el informe también destaca que existen grandes diferencias entre las distintas empresas sanitarias que prestan servicio en el país. Por ejemplo, Aguas del Valle registra una satisfacción neta de 44,4%, muy cercana al promedio, situándose en la media de la tabla nacional. Mientras tanto, la Empresa de Servicio Sanitarios San Isidro (ESSSI), se sitúa penúltima en el ranking con un índice de -5,3, solo superando a Melipilla Norte, que alcanza una cifra de -62,7.
El Estudio de Percepción de la SISS se lleva a cabo desde 2008 en áreas urbanas concesionadas. Su objetivo es medir la percepción de los usuarios sobre los servicios que reciben y pagan mensualmente. Para ello, se consideran diversos aspectos, como la continuidad y calidad del agua, la recepción de reclamos, las tarifas y la información en las boletas, entre otros indicadores.
Los resultados del estudio son fundamentales para orientar el rol fiscalizador de la Superintendencia y buscar la mejora continua de los servicios. De acuerdo con el informe, el agua potable y el alcantarillado continúan siendo áreas de mejora en los últimos años, representando el mayor desafío para el sistema.
El superintendente Jorge Rivas destacó que más del 58% de los encuestados beben directamente agua de la llave, lo que refleja una confianza directa en el servicio. Sin embargo, también afirmó que la institución impulsará un trabajo más focalizado en aquellos aspectos con peor satisfacción.
La ESSSI ha sido objeto de críticas en los últimos tiempos, especialmente en la localidad de Pichidangui, donde la empresa presta servicios en la planta potabilizadora. Los residentes han reportado diversos problemas como cortes de suministro de agua potable, baja presión en temporada estival y agua salada en los grifos.
En abril, la Dirección General de Aguas del MOP multó a la empresa por más de 132 millones de pesos, tras determinar que incurrieron en al menos tres infracciones al Código de Aguas en la localidad de Quilimarí.
Esta situación ha llevado a la comunidad a pedir el fin de la concesión de la ESSSI, un asunto que fue abordado en una Comisión Investigadora en la Cámara de Diputados. La diputada Nathalie Castillo afirmó que la comisión concluyó que San Isidro es una mala empresa y que existe un acuerdo de solicitar al Gobierno que le ponga fin a la concesión.
Desde 2023 se han realizado 18 denuncias solo en Pichidangui. En febrero de ese año se encomendó una fiscalización a la Dirección General de Agua. Según informó la diputada Castillo, se cuenta con un informe de fiscalización ya elaborado, que fue derivado a nivel central para su análisis.
El Día intentó obtener una declaración de la Empresa de Servicio Sanitarios San Isidro, pero no fue posible obtener respuesta al cierre de esta edición. La empresa sigue siendo objeto de críticas y las reclamaciones de los usuarios continúan. Mientras tanto, la Superintendencia de Servicios Sanitarios sigue trabajando para mejorar la calidad del servicio en todo el país.