Faloon Larraguibel, la exanimadora del programa Sabores, ha hablado con sinceridad sobre su experiencia de Violencia Intrafamiliar (VIF) durante un reciente episodio de ¿Ganar o servir?. Durante una conversación íntima con la también concursante Daniela Collet, Larraguibel trajo a colación la denuncia de VIF que tiene en contra de su exmarido, el futbolista Jean Paul Pineda.
Ambas mujeres compartieron vivencias pasadas con sus exesposos, ambos deportistas, en las que experimentaron conflictos relacionados con los celos. Larraguibel, en un momento de desahogo, cuestionó las acciones de estos hombres que, a pesar de tener esposas atractivas, trabajadoras, buenas madres y dedicadas a sus familias, buscan conflictos innecesarios.
Larraguibel reveló que aguantó mucho durante su matrimonio con Pineda. Llegó un punto en que su tolerancia se agotó cuando Pineda se volvió físicamente violento con ella. «Yo aguanté mucho también, aguanté tanto que llegó el momento en que me golpeara», admitió la exanimadora.
Después de separarse de Pineda, Larraguibel relató que su vida se ha vuelto extremadamente difícil. «Yo me separé de él y no quiere absolutamente nada, o sea, me está haciendo la vida imposible«, compartió.
El incidente de violencia doméstica que llevó a la denuncia de VIF se produjo en marzo pasado. Según los informes, uno de los hijos de la pareja alertó al conserje de su edificio después de presenciar cómo su padre golpeaba a su madre. Tras la alerta, los Carabineros llegaron al lugar y detuvieron a Pineda por el delito de agresión.
Pineda, actualmente jugador del equipo de tercera división Santiago City, supuestamente golpeó a Larraguibel en la cabeza y el tórax, causándole lesiones leves.
La violencia doméstica es un problema grave y cada vez más reconocido en todo el mundo, causando daño físico y emocional a sus víctimas. A través de su revelación, Larraguibel ha arrojado luz sobre la realidad de esta problemática.
Además, su experiencia destaca la importancia de que las víctimas de violencia doméstica denuncien a sus abusadores y busquen ayuda. A través del apoyo y la educación, podemos trabajar juntos para eliminar la violencia doméstica y crear un ambiente seguro para todos.
Los esfuerzos para combatir la violencia doméstica incluyen medidas para mejorar la seguridad de las víctimas, sanciones más severas para los agresores y una mayor conciencia y educación sobre el tema. La historia de Larraguibel nos recuerda a todos que nadie debería tener que sufrir en silencio y que las víctimas de violencia doméstica no están solas.
La valentía de Larraguibel al compartir su historia es un poderoso recordatorio de lo importante que es hablar sobre estas experiencias para romper el ciclo de violencia y ayudar a otras personas que puedan estar en situaciones similares. En última instancia, la violencia doméstica no es solo un problema personal, sino también una cuestión de salud y bienestar pública que nos afecta a todos.
Para aquellos que buscan ayuda, hay numerosos recursos disponibles, desde líneas directas de crisis hasta grupos de apoyo y terapia. Nunca es demasiado tarde para buscar ayuda y no hay ninguna situación que no pueda mejorar. Larraguibel es un ejemplo de ello, y su historia sirve como un recordatorio poderoso de la fuerza y la resiliencia que las víctimas de violencia doméstica pueden demostrar.