En un impactante giro de acontecimientos, la Gendarmería de Chile ha confirmado la muerte de Hernán Maiben Vildósola, un hombre de 67 años y principal sospechoso de un caso de parricidio ocurrido en la comuna de Los Vilos. Conocido como el caso de parricidio de Los Vilos, el incidente se registró el domingo 19 de mayo en el sector de Guangualí.
Vildósola había confesado tanto a testigos como a la Carabineros haber asesinado a su madre, Marta Vildósola Silva, una anciana de 89 años que estaba postrada y bajo su cuidado. Tras la formalización del caso, Vildósola fue enviado a la cárcel de La Serena para cumplir con la medida cautelar de prisión preventiva.
El sospechoso se encontraba en el hospital del Complejo Penitenciario de Huachalalume en el momento de su muerte debido a lesiones autoinfligidas y un fuerte golpe en la cabeza que había sufrido días antes del crimen. Según la Gendarmería, Vildósola murió de un paro cardiorrespiratorio, aunque las causas exactas aún no han sido determinadas.
La defensa de Vildósola había solicitado medidas de protección para prevenir que el anciano se autolesionara o causara daño a terceros durante su encarcelamiento. Esto fue después de que el Juzgado de Garantía rechazara la suspensión del procedimiento debido a la supuesta enajenación mental de Vildósola y descartara el arresto domiciliario.
Durante la formalización del caso, se reveló que a Vildósola se le había realizado un escáner cerebral que detectó una serie de anomalías, incluyendo «lesiones microbiopáticas compatibles con cambios degenerativos cerebrales». Una entrevista posterior con un psiquiatra confirmó que Vildósola estaba angustiado, tenía dificultades para mantener el contacto visual y mostraba un lenguaje incoherente y repetitivo.
Además, se encontraron indicios de «alucinaciones auditivas y juicio desviado con leve agitación piscomotriz», lo que llevó a la conclusión de que Vildósola mostraba signos de psicosis orgánica y posible demencia vascular en estudio. Vildósola también había admitido que sufría de epilepsia desde los 15 años.
A pesar de estos antecedentes, el Juzgado de Garantía rechazó suspender la causa ya que la defensa no presentó un diagnóstico definitivo que demostrara que sus capacidades mentales estaban afectadas.
El caso ha causado conmoción en Los Vilos. Vildósola había confesado a la policía que había matado a su madre con una severa golpiza y afirmó que «ella lo pidió». Su madre había estado postrada y sin capacidad para hablar durante aproximadamente cuatro meses debido a un accidente cerebrovascular.
Según Vildósola, la golpeó con los pies, los puños y un cajón de madera, además de aplicarle corriente. Cuando la policía llegó, encontraron a la mujer de espaldas en su cama ortopédica y a Vildósola acostado a su lado. El caso sigue en investigación y la comunidad de Los Vilos sigue en estado de shock por este devastador incidente.