La Serena, una de las ciudades más visitadas de Chile, se enfrenta a un creciente problema de seguridad, especialmente en los alrededores de su terminal de autobuses. Los residentes locales y los pasajeros que llegan a la ciudad han expresado su temor al transitar por el área debido al aumento de delitos, que incluso ha incluido dos asesinatos en las calles cercanas durante el presente año.
La semana pasada, una mujer fue asaltada por un delincuente que logró robarle varias pertenencias desde el interior de uno de sus bolsos mientras ella retiraba su equipaje del autobús. La víctima y su familia señalan que la falta de visibilidad en el andén y la gran cantidad de personas presentes permitieron que el ladrón pasara desapercibido. A pesar de que la policía arrestó a un sospechoso, el delincuente ya no tenía las pertenencias robadas en su poder.
Un familiar de la víctima criticó la falta de seguridad en el terminal de autobuses de La Serena, argumentando que hay pocos guardias para la cantidad de personas que transitan por el lugar, y que el procedimiento seguido después del robo fue inadecuado.
Aunque el administrador del terminal, Sergio Guerra, sostiene que la seguridad dentro del recinto es suficiente y que los delitos que ocurren allí son hechos aislados. Asegura que cuentan con un equipo de guardias y cámaras de vigilancia, y que cualquier persona que necesite su ayuda es asistida. Sin embargo, reconoce que los crímenes que han ocurrido en los alrededores han afectado la percepción de seguridad de los usuarios.
El alcalde de La Serena, Roberto Jacob, ha expresado su preocupación por la situación y afirma que están trabajando con patrullajes mixtos y pidiendo a sus inspectores que hagan rondas lo más seguido posible para aumentar la seguridad en las inmediaciones del terminal. Mientras tanto, Carabineros informó que los delitos en ese sector han disminuido en un 5% en comparación con el año pasado.
A pesar de las medidas tomadas, los pasajeros y residentes de La Serena insisten en que el sector no es seguro. Denuncian que, incluso dentro del terminal, se puede ver gente durmiendo quienes no son precisamente pasajeros o turistas. Este hecho añade una sensación de inseguridad y desorden al lugar.
En resumen, aunque las autoridades insisten en que se están tomando medidas para garantizar la seguridad en el terminal de autobuses de La Serena, los residentes y pasajeros parecen no estar convencidos. La percepción generalizada de inseguridad en la zona es un problema que requiere de soluciones efectivas y de largo plazo. Mientras tanto, las personas que transitan por el terminal deben estar alerta y tomar las precauciones necesarias para protegerse.