En el corazón de la Región de Coquimbo, el reciente despliegue de lluvias y nieve ha brindado un alivio indispensable a las áreas azotadas por la sequía, especialmente en las comunas del Limarí. La región ha registrado más de 100 milímetros de lluvia y 100 centímetros de nieve en las cumbres. Estos fenómenos meteorológicos no solo representan un respiro momentáneo, sino que también prometen ser una fuente de agua futura para la región.
El experto Pablo Álvarez, director del Consorcio Centro Tecnológico del Agua Quitai Anko y académico de la Universidad de La Serena, explica que la nieve acumulada en las altas cumbres puede durar más de 12 meses. Sin embargo, en el caso de la Región de Coquimbo, la nieve caída en 2024 y su respectivo nivel de acumulación, es poco probable que resista tanto tiempo. «Creo que la nieve total de la temporada se derretirá en la temporada y aportará al caudal de esta durante el periodo de primavera-verano», predijo Álvarez.
Se espera por tanto que el aporte de la nieve se manifieste durante los meses de octubre, noviembre y diciembre, que es el periodo normal de escurrimiento. Una parte significativa del agua que se desliza desde las montañas se infiltra hacia los acuíferos, contribuyendo a su recarga y a la recuperación de los embalses regionales.
Álvarez señala que es «altamente probable» que haya una recuperación considerable de los acuíferos. Sin embargo, advierte que este proceso de infiltración y recarga de agua es lento y puede tomar varias temporadas. Por lo tanto, no se espera que con esta única temporada de lluvias se recuperen los niveles normales de agua en la región.
Valentina Aliste, coordinadora del Proyecto Vecinos de las Nieves del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA), coincide en que calcular cuánta agua aportará la nieve a los ríos y, por ende, a acuíferos y embalses, no es tarea fácil. Sin embargo, afirma que la nieve es la «fuente principal de agua» para la semiárida Región de Coquimbo y también hace contribuciones significativas a los casi 900 glaciares, blancos y rocosos, que existen en la cordillera de la región.
Aliste también explica que una gran parte de esta nieve se pierde a través de la sublimación, un proceso en el que la nieve pasa directamente de la fase sólida a la gaseosa sin pasar por la fase líquida. Este proceso puede responder por entre el 70 y el 90% de la pérdida de nieve en la superficie de la región, según un estudio del equipo de glaciología del CEAZA.
Acorde a la ingeniera civil ambiental, Denisse Duhalde, también académica en el área ambiental del Departamento de Ingeniería de Minas de la Universidad de La Serena, los procesos de almacenamiento de la nieve y recarga de acuíferos se ven favorecidos con la acumulación de nieve en la cordillera. Sin embargo, este proceso de recarga de acuíferos es lento, dadas las condiciones geológicas y geomorfológicas de la Región de Coquimbo, que presenta terrenos con pendientes pronunciadas y baja permeabilidad.
Finalmente, la ingeniera señala que es en diciembre cuando se observa el mayor caudal de deshielo a los ríos. Con este derretimiento, el proceso de infiltración de agua hacia los acuíferos se ve favorecido.
En cuanto a las previsiones futuras, se anuncia otro sistema frontal para la próxima semana en la Región de Coquimbo. Se esperan lluvias principalmente en la cuenca del Choapa, mientras que en las Provincias de Limarí y Elqui, las lluvias serán escasas o nulas.