En Caleta San Pedro organizan su propia patrulla de vigilancia por ola de robos: Piden instalación de retén

En un intento desesperado por proteger sus hogares de la delincuencia, los residentes de Caleta San Pedro en La Serena han organizado una patrulla de autoprotección que opera durante las noches. Esta medida surge como respuesta a la creciente ola de robos en la zona, que han dejado a los vecinos en un estado constante de miedo e inseguridad.

Según los habitantes de la localidad, casi todos han sido víctimas de un robo en sus hogares, la mayoría de los cuales ocurren durante la noche. La falta de una respuesta eficaz de las autoridades ha llevado a los vecinos a tomar medidas de seguridad en sus propias manos. A pesar de sus repetidos pedidos para la instalación de un retén de carabineros en el pueblo, se sienten desamparados y frustrados por la negativa constante de las autoridades.

Maritza Tapia, presidenta de la organización vecinal Costa San Pedro y secretaria de la Junta de Vecinos Duna Mar, confirma que los vecinos se han unido para formar una brigada de vigilancia. Los miembros de la brigada, identificados por sus chalecos amarillos, realizan rondas nocturnas en un esfuerzo por disuadir a los delincuentes y proteger sus propiedades. Sin embargo, este autocuidado no está exento de riesgos. La posibilidad de enfrentarse a delincuentes armados pone en peligro la vida de estos vigilantes comunitarios.

El problema con la implementación de un retén de carabineros en la localidad, según los líderes comunitarios, radica en que la zona es una zona de inundación. Esta situación geográfica hace que cualquier inversión en infraestructura sea poco probable. Además, la escasez de personal y recursos también dificulta la posibilidad de establecer un retén de carabineros en un contenedor junto a la sede vecinal.

Según las estadísticas de Carabineros, Caleta San Pedro ha registrado 47 robos en tres meses, lo que no califica a la localidad como una zona de alto riesgo. Sin embargo, Maritza Tapia argumenta que estas cifras no reflejan la realidad del problema. Muchos residentes simplemente no denuncian los robos debido a la lenta respuesta de las autoridades, lo que crea una «cifra negra» de delitos no registrados.

Lorena Sierra, presidenta de la unidad vecinal Duna Mar, confirma que los robos ocurren casi a diario, lo que ha llevado a la formación del grupo de vigilantes voluntarios. Estos vecinos trabajan en turnos nocturnos, con rondas que duran desde las 22:00 hasta las seis de la mañana, en un intento de combatir la delincuencia.

A pesar de la formación de esta patrulla de vigilancia comunitaria, los residentes de Caleta San Pedro siguen insistiendo en la necesidad de un retén de carabineros en la localidad. En tres reuniones con el delegado presidencial, han exigido la presencia constante de las autoridades para prevenir los robos que azotan a la comunidad.

En un último esfuerzo por proteger sus hogares y propiedades, los residentes de Caleta San Pedro han demostrado una increíble resiliencia y unión comunitaria. Sin embargo, la demanda de una mayor presencia policial y de infraestructuras de seguridad sigue siendo una necesidad urgente para garantizar la tranquilidad y la seguridad de los vecinos en el futuro.

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