El incidente ocurrido en el taller de gastronomía del Liceo Nicolás Federico Lohse en Los Vilos ha generado una nueva ola de indignación y preocupación entre la comunidad educativa. La explosión, que dejó a una profesora con el 45% del cuerpo quemado y en coma inducido durante dos semanas, ha llevado ahora a doce estudiantes a sumarse como víctimas a la querella presentada ante el Juzgado de Garantía de Los Vilos.
La profesora afectada, Marcela Cortés, quien lideraba la especialidad de gastronomía, sufrió graves lesiones a raíz de la explosión que se produjo el 25 de abril. Según se informó, Cortés había estado advirtiendo sobre las deficiencias en las instalaciones de gas del taller donde impartía sus clases. Sin embargo, sus advertencias no fueron atendidas por las autoridades del establecimiento ni por las autoridades municipales.
La querella presentada apunta a tres personas como coautores del «cuasidelito de lesiones graves». Se trata del alcalde Christian Gross, el exjefe del Departamento de Educación Municipal, Renato Galleguillos, y la directora del establecimiento, Cristina Frost. Según Alejandro Menzoda, abogado de la familia de Cortés, estas tres autoridades estaban al tanto de que el liceo no contaba con la certificación de las instalaciones de gas otorgada por la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC).
Los doce estudiantes que se sumaron a la querella también resultaron afectados por la explosión. Según se indica en el documento legal, los menores de edad «resultaron con heridas de diversas consideraciones, y preliminarmente con lesiones menos graves, lesiones cutáneas, dolor en región parietal, dolor retroesternal y crisis de pánico». En este caso, para los querellantes se configura un cuasidelito de lesiones menos graves, por el cual se solicita una pena de 540 días de presidio menor en su grado mínimo.
La querella presentada también solicita la suspensión del cargo u oficio público de los querellados durante el tiempo de la condena. Además, por el caso de la profesora, quien probablemente no pueda volver a trabajar debido a la gravedad de sus lesiones, se pide una pena de 3 años de presidio para los querellados.
Después de la explosión, el Liceo Nicolás Federico Lohse permanece cerrado, ya que parte de su infraestructura quedó destruida. Se espera que los estudiantes retomen las clases de manera virtual en la próxima semana, mientras que se proyecta que el establecimiento pueda estar operativo nuevamente en el plazo de un mes.
Marcela Cortés, por su parte, se encuentra en el Hospital del Trabajador en Santiago, comenzando un lento proceso de recuperación. La indignación y la preocupación por su situación y por la de los estudiantes afectados han llevado a la comunidad educativa a buscar justicia y a exigir medidas preventivas para evitar que incidentes como este vuelvan a ocurrir.